Capítulo 27

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Pablo


Mi hermana Camila fue la primera en felicitarme cuando entró a mi antigua pieza a las seis y media de la mañana. Me despertó con un almohadaso seguido de un abrazo, pero de todas maneras la putee y le grité que se fuera para que me dejara dormir en paz.

Llegué a Paraná el viernes, hace dos días, porque hoy es mi cumpleaños y hace ocho meses que no venía a casa. No era consiente de lo mucho que necesitaba volver acá y pasar tiempo con mi familia y amigos de toda la vida. Desde que llegué no he hecho otra cosa que no sea comer la comida casera de mamá, dormir, tomar cerveza o fernet, y verme con los pajeros de mis amigos las veinte horas del día. Alberto, mi jefe, al saber que sería mi cumpleaños me dio permiso para quedarme un día más así que el martes debo regresar a Buenos Aires. Y aunque me cueste despedirme de mis padres y hermana, no veía la hora de tener a Victoria junto a mí.

Obviamente anoche salí con los chicos igual que en los viejos tiempos. Me porté bien porque sentía que la palabra "soltero" ya no encajaba más conmigo. De todas maneras bebí alcohol como hace mucho no lo hacía y la resaca me estaba matando, sin embargo el domingo es el mejor día para celebrar un cumple en casa, con mucha comida, familia, y todos mis amigos.

La sonrisa no me cabía en el rostro.

Por supuesto que el gran tema de conversación era mi relación con la mina "más linda del país" como todos insisten en llamarla. Me preguntaban cosas que no me sentía cómodo respondiendo o que simplemente no tenía respuesta. Pero no me quejé porque entendía que a todos les daba curiosidad, y además estaba teniendo un fin de semana increíble.

Me levanté de la mesa cuando escuché mi tono de llamada y leí su nombre en la pantalla de mi celular. Me fui al lugar más apartado del patio y atendí llevándome el celular a la oreja.

Tardaste mucho en aparecer, super modelo.

 ¡Lo sé!¡Perdón! ¿Podes creer que me hagan trabajar un domingo?

Sí, pobre de vos. Tenes una vida miserable - bromeé.

Escuchar su risa del otro lado me hizo sonreír.

¡Feliz cumpleaños, lindo! Regresa ya.

Dijo caprichosa y me mordí el labio.

 Gracias, amor. En dos días me tenes allá de nuevo acabando con todos tus cereales.

— Más vale, che. Aún no entiendo por qué no quisiste viajar en avión. El viaje es más corto.

Suspiré profundo.

 Qué se yo, me gustan los viajes en carretera.

 ¿De verdad preferis viajar siete horas y media en micro?

 Sí, es lo más - mentí.

La verdad era que no pude costearme el viaje en avión por culpa de los imbéciles que nos chantajearon para no largar las fotos que me robaron. Ahora estaba algo corto de dinero, aunque por suerte no tardaré mucho en recuperarme.

Sólo Ricardo, Sofía y Alejandro saben que fui yo el que pagó. Con Victoria tuvimos una mini discusión al respecto y no llegamos a ningún acuerdo, así que tuve que actuar a sus espaldas.

GossipWhere stories live. Discover now