63. Predestinados

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Ya no eran dos almas separadas caminando por la vida. Ahora estaban entrelazadas, fundiéndose entre sí cada vez más.

* * *

Cuando Magnus tuvo edad y fuerza suficiente para retener su alma sin problemas, cuando sus padres dejaron de ocultarlo cuando había visitas, cuando le permitieron salir y pudo investigar sobre la marca en su alma creyó que era el destino de su alma ese color, que lo llevaría a la persona predestinada a él como una señal.

Entonces los ojos del nuevo dueño de su alma eran de ese color, tal vez no lo reconoció al instante, no cuando vio a Alec por primera vez, pero lo hizo cuando ya usaba su alma y su mirada era como un pedazo de ella.

Y un alma predestinada no era siempre era un alma enamorada, Magnus y Alec lo comprobaban ahora. El destino los unió, pero no como ellos habrían pensado. Alec aferraba al alma de Magnus dentro de él, mientras Magnus intentaba liberar al alma gris para que fuera feliz.

A veces el destino jugaba de modos que, a simple vista, no tenían sentido.

Magnus había logrado, no entendía cómo, que Alec llevara ese día a su alma al comedor. O tal vez era que, simplemente, estaba muy distraído y no la notó.

Magnus había pasado la noche con el alma gris, como hacían siempre. Parecía que ella había entendido que ayudar a Alec no hacía que la olvidara. Y ella le dijo a Magnus que le agradecía aunque no lo lograra y "Si yo pudiera hacerlo por ti, si fuera diferente, te salvaría también. Espero que cuando vuelvas a nacer, tengas una vida mejor, la vida feliz que te mereces, Magnus Bane".

Magnus había llorado, porque nadie nunca se preocupó así por él, nadie. Y trató de imaginarse cómo había sido Alexander Lightwood antes de tanto dolor, debió ser alguien tan puro como su propia alma.

Tal vez llegarían a conocerse en otra vida, una donde sus almas y sus corazones no estuvieran rotos. Una donde sus padres no hubieran unido sus destinos de este modo.

Izzy y Simon intentaban pasar desapercibidos durante la comida.

Robert Lightwood nunca comía con ellos.

Magnus tenía su mano unida a la del alma gris bajo la mesa, estaba perdido en sus pensamientos, tratando de pensar la mejor forma para intentar ayudar a Alec y así también a su alma, ¿qué podía hacer para que Alec entendiera que debía liberarla y seguir adelante?

Alec no dejaba de ver a Magnus, al impuro frente a él, en cada parpadeo veía al bebé de ojos verde dorado que lloraba y su alma maltratada, esa que hoy usaba él. Si Magnus no hubiera sido fuerte, él hoy no tendría esta segunda oportunidad...

Quería decirle que lo sentía, pero no quería que supiera cómo se había enterado de su pasado. Y no quería que pensara que cambió su actitud hacia él sólo por lástima, era más bien comprensión y agradecimiento porque Magnus estaba intentando ayudarlo sin obligación alguna.

El alma gris sí notó la mirada de Alec. Y le recordó al Alec que fue mientras ella era blanca. Presionó la mano de Magnus, devolviéndolo a la realidad y entonces él se dio cuenta de la mirada fija del dueño de su alma.

La mirada de Alec era tan intensa que Magnus se sintió como si Alec pudiera ver a través de él, como si viera hasta su alma...

...después se rió porque Alec no podía ver su alma, Alec estaba usando, literalmente, su alma. Y era Magnus quien veía, y tocaba en este momento, la de Alec.

Alec frunció el ceño, por qué se reía Magnus, después no pudo evitar sonreír; incluso después de ese pasado, Magnus todavía sonreía. ¿Y si él hiciera sus últimos días felices?

Tal vez fue por eso que habló sin pensarlo: -¿Te gustaría salir hoy?




CONTINUARÁ...

Para quienes no recordaban por qué la marca de Magnus, ahí estuvo 😌

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Dueño de mi alma (Malec)Where stories live. Discover now