Magnus se recargó contra la pared, afuera de la habitación de Alec, su cuerpo se estremeció, las rosas cayeron de sus manos que temblaban sin control, mojadas de agua y manchadas de sangre, así las llevó hasta su rostro. Tratando de ocultar las lágrimas.
Su libertad.
Consiguió su libertad aunque fuera por sus últimos días. -Y la dejé ir.
No supo cuánto tiempo estuvo ahí, hasta que sintió una mano en su hombro. Su corazón se aceleró, pensando que tal vez era el alma gris, que había sentido su dolor y vino.
Era Isabelle.
Por supuesto, Alexander no dejaría a su alma venir a Magnus. Tenía que esperar a la noche, como le prometió.
-¿Qué pasa? -Isabelle tomó sus manos-. ¿Alec te hizo algo? -se veía dispuesta a entrar y enfrentar a su hermano. Pero, ¿por qué lo haría?
Magnus se apresuró a negar y a explicarle, como pudo, lo sucedido. Los ojos de Isabelle se abrieron demasiado y luego sonrió: -¿Alec te dejó libre? Me alegro tanto. Yo conozco una fundación, ¿quieres que te lleve? Ellos cuidan a personas sin alma, hacen que duela menos.
Magnus no quería que doliera menos. El dolor era la única señal de que seguía vivo. Dudo antes de decirlo: -No me voy a ir.
Isabelle parecía que la hubieran golpeado. -¿Por qué no? Magnus, yo... Tú sabes que no puedes recuperar tu alma, ¿verdad?
Magnus bajó la mirada. -Quiero liberar el alma de tu hermano. Alec ya tiene mi alma y no se merece esto que le pasa. Si Alexander la deja libre, ella puede encontrar a alguien y vivir una vida larga y plena lejos de aquí.
Casi esperaba que ella lo instara a cambiar de idea, pero no lo hizo. Ella tomó las flores y le dijo: -Gracias. El rechazo de Alec hacia su propia alma no es justo.
El resto del día, Magnus lo pasó en su habitación. Cuando anochecio, empezó a ponerse nervioso. ¿A qué hora vendría el alma gris?
Se rió, pensando que era como una cita secreta. Como dos enamorados. Como amantes secretos.
Todavía estaba sonriendo cuando el alma gris llegó.
CONTINUARÁ...
¿Listos para la versión del alma gris? 💔😭
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Dueño de mi alma (Malec)
Fanfiction[TERMINADA] Somos cuerpo y alma. Todos. Nos entregamos de ambas maneras. Entregar el cuerpo es, hasta cierto punto, fácil. Siempre lo recuperas después de unirte momentáneamente a alguien. Pero entregar tu alma es algo completamente diferente. Uno...
