Dueño de mi alma (Malec)

54. Te elijo a ti

Piel con piel, el corazón se me desarma, me haces bien, enciendes luces en mi alma 🎶

* * *

Magnus sintió un dolor en el pecho, como pequeños cuchillos clavándose en su corazón. Sentía la respiración atascandose, creando un nudo en su garganta. Sentía que se estaba asfixiando, y fue eso -o él creyó- lo que lo hizo salir de su habitación, necesitaba aire.

Pero al salir se encontró con el alma gris temblando completamente, tenía la mirada agachada y las manos en puños, por su postura parecía que luchaba por quedarse donde estaba.

Magnus deseo, de nuevo, tener un nombre para poder llamarla. Dio un par de pasos vacilantes hacia ella, sintiendo que el dolor en su pecho arreciaba y luego disminuía. -¿Estás bien?

El alma gris no pareció escucharlo, parecía perdida. Y Magnus por un momento temió que ya fuera tarde, que no llegó a tiempo para salvarla. Y eso dolió incluso más que haber perdido al su propia alma. El dolor del alma gris, del alma de Alec, estaba desgarrando a Magnus.

-Háblame -Magnus ignoró el dolor y avanzó hasta ella, tomando una de sus manos, conectándose un poco con ella-. Estoy aquí, estoy contigo. No te vayas, no te rindas... No me dejes...

Ante lo último, el alma gris parpadeó varias veces hasta liberar más lágrimas y aclarar un poco su vista, fijándola en Magnus. Durante unos breves segundos a Magnus le pareció ver otro color en esa mirada, dejó de ser gris.

"¿Magnus?" la voz del alma gris, ronca y rota, sonó en su mente. Sonaba tan perdida que Magnus no lo pensó y la abrazó.

Un abrazo no bastaba para unirse en cuerpo y alma, no completamente. Magnus nunca usaría un alma que no era suya. Pero durante un momento, que pareció perfecto, su corazón y el del alma gris fueron uno sólo. Unos cuantos latidos compartidos que sirvieron para tranquilizarse y fortalecerse ambos.

El grito de dolor de Alec, dentro de la habitación, los hizo estremecer a ambos. El alma gris forcejeó contra Magnus, queriendo entrar a la habitación, pero Magnus no lo dejó.

Algo le había hecho Alec, algo que casi destruye a su alma, y él no iba a permitirlo, no cuando estaba decidido a salvarlo.

-No -la voz de Magnus fue firme, así como su agarre en la mano del alma gris-. No vas a volver a hacerte daño. Sé que eres su alma, pero no voy a dejar que te destruya. No me importan sus razones, no es tu culpa nada de lo sucedido. Sé que algún día lo verá el también, pero puede que sea tarde ese momento. Ven conmigo.

Magnus la soltó cuando pronunció las últimas palabras. Dándole la libertad de elegir, de destruirse por lealtad a Alexander, o de confiar en él, en que iba a protegerlo tanto como un impuro puede hacerlo.

No miró al alma gris para no presionarla, simplemente volvió a su habitación y, aunque el alma no necesitaba la puerta, la dejó abierta.

Unos minutos pasaron antes de que el alma entrara y cerrara tras ella. Dejándose caer ahí mismo, sentada, recargada en la puerta. "Alec está sufriendo. Me necesita".

Magnus sintió el enojo llenar su pecho, él no era así, pero lo desesperaba la poca colaboración de Alec. Se arrodilló frente al alma gris. -Alec se necesita a sí mismo. Ya tiene mi alma, espero que eso lo ayude.

"Tú también", no fue una pregunta ni un reproche.

Magnus negó aunque el alma gris no lo veía. -Si supiera que puedo hacer algo por él, si tuviera tiempo suficiente, lo haría. Intentaría salvar el corazón de Alexander. Pero no lo tengo, voy a morir pronto, así que en lugar de eso te elijo a ti, a su alma, voy a salvarte a ti.

El alma gris alzó el rostro, buscando la mirada de Magnus, en esos ojos oscuros creyó atisbar el verde dorado de aquel hombre. Magnus le sonrió y acarició su mejilla. -No odias a Alec, y yo tampoco. No puedo. Pero decidí salvarte a ti, no me importa lo que tenga que hacer.

CONTINUARÁ...

¿Qué opinan de la relación entre Magnus y el alma gris? ¿De qué tipo es?

¿Y qué pasa con Alec? 🙈