Capítulo 8

9.8K 421 28
                                    

Me desperté a la mañana siguiente sin querer abrir los ojos porque temía que no fuera real lo que había pasado la noche anterior, es que la verdad ¿Cómo me podía gustar Rafael? Era raro, él es un caído y yo una simple humana, pero hay algo que me atrae hacia él y que me hipnotiza, hasta el punto que cada vez quiero más de él.

Abrí los ojos y Nilo se hallaba rasguñando la sábana, pero no había indicios de Rafael, rayos ¿lo había soñado? Pero eso no explicaría porque me dormí con la ropa del día anterior. Era domingo y no me tocaba trabajar este domingo, eran intercalados los domingos que me tocaba ir a la cafetería. Me senté en el borde de la cama y me restregué la cara, Nilo me rasguño la mano, normalmente lo hacía para que le diera comida así que me paré y me dirigí a la cocina, para mi sorpresa encontré a Rafael en la estufa preparando unos huevos revueltos, eso significaba que todo no había sido un sueño, sonreí.

-Buenos días, Beth- saludo Rafael sin despegar los ojos de los huevos que seguían cocinándose.

-Buenos días- dije entretenida con el abdomen aún desnudo de él, me devolví a la realidad y le serví la comida a mi gato en su tazón; volví a ver a Rafael quien ya estaba sirviendo el desayuno en dos de los pocos platos que tenía, y jugo de naranja había en el pequeño refrigerador en un par de vasos. Me podría acostumbrar a esto.

Rafael llevó los platos al sofá y yo lo seguí colaborándole con los vasos a rebosar de jugo. Nos sentamos y yo recogí mis piernas en el sofá para quedar viéndolo. No hablamos durante todo el desayuno pero si hubo intercambio de miradas y sonrisas fugaces que hacían que me sonrojaran. Lo único que hacía su mirada era recordarme el momento de vehemencia de ayer.

Terminamos de comer y llevé los platos y vasos al lavaplatos, Rafael tomó la camiseta que estaba extendida y se la colocó, genial, no más distracción. Lavé los platos y los dejé secando a un lado, lo mismo con los vasos y justo cuando iba a dar media vuelta para dirigir a la ducha, Rafael me tomó de la cintura por la espalda, me volteó rápidamente y me subió al gabinete para que yo quedara su altura, sonreí y con mis piernas que habían quedado colgando lo atraje y mis brazos rodearon su cuello mientras los de él estaban en mi cintura.

-Me encantan tus labios- dijo Rafael cuando nuestras narices estaban juntas y observando mis labios. Lo besé lentamente como si quisiera que todo pasará lento para que durará para siempre, se separó de mi despacio y después repaso mis labios acariciándolos delicadamente con el pulgar y después paso a mi mejilla –Prométeme que pase lo que pase nunca pensarás que esto fue un error o que lo hice solo porque quería y no porque no me gustas, porque la realidad me gustas y mucho; prométemelo- añadió con una cara que reflejo tristeza al instante.

-No te pongas triste, te lo prometo- dije sonriendo tratando de darle soporte o apoyo.

-Gracias- dijo y volvió a besarme. Decidimos que me bañaría primero y después seguiría él. Después de organizarnos y tender la cama, Rafael se sentó en el sofá y yo me acosté en sus piernas. Él sonrió.

-¿Sabes? Me podría acostumbrar a esto; pensé que ser caído se me iba a dificultar mucho por lo que no estoy familiarizado, pero tú, oh Beth, tú has hecho que adaptarme sea tan fácil, me has ayudado con todo en estos dos días y lo mejor es que no has huido de mí, ni después que te dije lo que era y en el peligro que te he puesto. Me podría acostumbrar a verte todos los días cuando me despierto y que tu sonrisa haga que mi corazón lata más rápido, hacerte el desayuno y tu mirada en mi abdomen- dijo divertido y me sonroje.

-Entonces no digas “podría”, sino acostúmbrate porque yo también quiero que te quedes aquí, además tu abdomen es perfecto- dije divertida.

-No… no puedo- dijo triste.

-¿Por qué?- pregunté confundida y me senté al lado de él -¿Me piensas abandonar? ¿Te piensas ir?- añadí con lágrimas en mis mejillas, no aguantaría que otra persona que me importe desapareciera.

Cielo Ardiente [COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora