Capítulo 6

9.5K 447 12
                                    

-Hola, Eliza- dijo Brant entrando a la tienda.

-¿Cómo han estado tú y Laurie?- pregunté distraída limpiando los pelos de gato en el mostrador que Nilo había dejado; claro podía transformarse en una bestia grandísima, pero no dejar de botar pelos.

-Bien, aunque Laurie no para de preguntar cuando verá de nuevo al amigo tuyo, a ese que vas a ayudar-

-Si ayer estaba desesperándome con lo mismo-

-Además dice que es muy guapo y harían una buena pareja porque tendrían bellos niños porque los dos son lindos- dijo Brant arqueando una ceja burlón, me ruboricé y traté de ocultarlo pero Brant ya se había dado cuenta y se rió.

-Vamos Brant, sabes que no pasará, no soy así- dije tratando de mejorar el cómo iba a quedar con este tema.

 -Solo me divierte verte así, nunca antes te había ruborizado por un chico, de hecho nunca antes habías socializado con un chico, claro además de los que trabajan aquí- dijo sonriente, “no es un chico normal” pensé.

-Qué bueno que te divierta que ayude a la gente-

-Nunca te había interesado ayudar a alguien por tu propia cuenta aunque eres muy buena para eso cuando yo te lo pedía-

-Me interesa ayudarlo a él, recuerda que lo han echado de su casa, nadie merece eso, y sabes muy bien que yo sé lo que se siente- mentí, de acuerdo lo admito, nunca le había dicho a Brant que mis padres estaban muertos y que no tenía familia, de hecho a nadie se lo había dicho, temía que me reportaran con servicios infantiles, siempre contaba que me habían echado de casa por razones que no contaba pero Brant nunca antes me las ha pedido ni siquiera; le planeaba contar la verdad a Brant, sí, pero no hasta cumplir los dieciocho años, así me libraría de servicios infantiles para siempre, aunque corría peligro de ser despedida por mentirle.

Pasó la mañana, pero se me hizo eterna, Rafael no regresaba y ya empezaba a preocuparme, ¿lo habían herido? ¿Habría cambiado de decisión de protegerme y ha huido? ¿Lo habrán matado? ¿Me ha abandonado?, esas y muchas otras preguntas recorrían mi cabeza y no me dejaban trabajar bien, en toda la mañana había regado dos cafés y dejado caer una bandeja con cuatro pasteles, no era común en mi equivocarme de tal forma, y lo peor es que todo saldría de mi salario.

Llegado el mediodía y Laurie llego de la escuela, siempre llegaba saludaba a Brant y a mí, y después se disponía a jugar con Nilo, correteándolo hasta alcanzarlo y poder acariciarlo. Brant me mandó a la bodega a organizar las cajas con una mesera, que había acabado de llegar, siempre llegaba al mediodía y justo hoy entraba de vacaciones.

Me fui a la parte trasera seguida de la mesera que me iba a ayudar, nunca me había agradado mucho, siempre era muy presumida y presuntuosa; además no le gusta mucho trabajar, solo trabaja aquí porque su padre que era millonario la obligaba para que tomara un poco de responsabilidad, pero no le ha servido ni un poquito, siempre hay que presionarla para que haga su trabajo y cuando lo hace, no lo hace bien, si no fuera porque el padre de ella le diera fondos a Brant para mantener la tienda en tiempos difíciles, estoy segura que ella estaría en la calle hace varios meses.

-¿Cómo andas, Eliza?- preguntó en tono amable, pero ella no era amable, sabía que preguntaba para que yo dijera “Bien” y después por cortesía le pregunta “¿Y tú?” y ella me tendría que contar todo lo que hizo en sus vacaciones, como dije presumida; pero no le iba a dar el gusto.

-Toma esa caja y saca los envases de café para llevar, Bea- dije ignorando la pregunta.

-Para ti es Beatrice- dijo con su tono de orgullo. Me volteé para verla y respire profundo.

Cielo Ardiente [COMPLETO]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora