CAPÍTULO 40: RUPTURA

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CAPÍTULO 40: RUPTURA

Un mes había pasado desde que comenzó el curso. Las cosas iban bien en general aunque Marley, Quinn y Santana vigilaban las acciones de Christina, Mia y Johanna. No podían imaginarse a ninguna de sus parejas siendo infiel, pero no confiaban en las nuevas integrantes del grupo. La que peor lo pasaba era Marley ya que estaba convirtiendo sus inseguridades en unos celos patológicos que le provocaban múltiples peleas con su pareja.

Santana estaba desesperada al ver a su mejor amiga de esa manera. En ese momento recordó algo, si ese no era el plan perfecto no se le ocurría otro.

– Puck, necesito hablar contigo. – Dijo la menor.

– Tú dirás. – Comentó él.

– Necesito que alejes a Christina de Kitty. – Pidió la latina.

– ¿Cómo se supone que haré eso? – Preguntó el mayor.

– ¿No decías que eras capaz de volver hetero a una lesbiana? Christina es sexy y muy lesbiana. No sé si me explico... – Dijo la morena.

– Por favor, dime que no le has sido infiel a Pierce. Te dije que conocerías a Puckzilla si lo hacías. – Amenazó Noah.

– Tranquilo, yo amo a Brittany y no le he sido infiel ni lo seré. Es lo más importante en mi vida. – Confesó la latina.

– Bueno, supongo que comienza la operación conquistar a Christina. – Dijo Puck.

– Estoy segura que no necesitas ayuda para ligar, pero que sepas que, para lo que sea, estoy aquí.

Por su parte, Quinn y Rachel estaban teniendo una charla tranquila cuando Johanna las interrumpió.

– Hola – Dijo la británica.

– ¿Qué tal? – Preguntó la castaña. Al ver a su amiga, su cara cambió y una sonrisa apareció en su boca. La ojiverde se dio cuenta del cambio de su novia. No se lo podía creer. ¿Sentía algo por la otra chica?

– Me preguntaba si podrías ayudarme con la tarea de Matemáticas. No entiendo nada. – Pidió la inglesa.

– Claro... ¿Esta tarde en mi casa? – Preguntó Berry.

– Gracias. Nos vemos luego. – Se despidió Johanna.

Cuando la chica se fue, Rachel no pudo evitar mirarle el trasero, que se veía muy sexy en los pantalones ajustados que llevaba. Santana estaba cerca de ellas atenta. Sabía lo que se venía, por lo que fue a buscar a Brittany. Iba a necesitar ayuda. Por su parte, Quinn decidió que era el momento de hablar con su pareja de lo sucedido.

– ¿Qué ha sido eso? – Preguntó la rubia.

– ¿El qué? – Quiso saber la más baja.

– Le has mirado el trasero.

– ¿Celosa?

– Celos... Hoy habíamos quedado para tener una cita a solas y me has cambiado para ayudar a Johanna con su tarea sin siquiera preguntarme si me parecía bien o quería unirme a vosotras en vuestra tarde de estudios. Llevo diciéndome que tienes derecho de tener tus amigos mucho tiempo, pero con Brittany o Santana nunca fuiste así. Incluso antes de ser pareja tenías en cuenta mis opiniones y si hacías un cambio de planes me preguntabas si me importaba. Y ahora te veo coquetear con Johanna y no tengo derecho a tener celos... Eres mi novia, te recuerdo.

– Mi coqueteo con Johanna es un juego, es inocente...

– ¿Es inocente mirarle a una chica el culo a sus espaldas mientras estás con tu novia?

Por su parte, Brittany, Sam y Mercedes conversaban animadamente cuando los interrumpió Santana.

– Brittany necesito tu ayuda. – Dijo la morena triste.

– ¿Qué pasa? – Quiso saber la rubia

– Se avecina tormenta en el paraíso Faberry.

– ¿Y eso? – Preguntó Jones.

– Johanna...

– Ya le dije yo a Rachel que tuviera cuidado, que podía poner muy celosa a Quinn. – Dijo Pierce.

– ¿Se lo dijiste?

– Si, lo mismo que a Kitty le advertí sobre Christina... Si no me quieren hacer caso es su problema.

Santana se quedó mirando a su novia. Entonces ella también era consciente de lo que pasaba con las otras dos parejas... ¿Se habría dado cuenta de lo que pasaba entre Mia y ella?

Cuando llegaron al lugar donde Rachel y Quinn habían empezado a discutir, la castaña estaba sola llorando.

– ¿Qué ha pasado? – Preguntó Brittany.

– Quinn y yo... No sé si la he dejado yo, si me ha dejado ella... No lo sé... – Dijo la castaña.

– Será mejor que encuentre a Quinn. – Dijo Santana al oído de su pareja, a lo que ésta sólo asintió y abrazó a su amiga para consolarla.

Cuando la morena encontró a su amiga, estaba llorando en los brazos de Marley. No sabía que decir, por lo que se limitó a sentarse a su lado y acariciarle la espalda en señal de apoyo. La castaña le dirigió una mirada muy significativa a la latina. Si Faberry habían roto, cualquiera de ellas podía ser la siguiente.

Yo Estaré Contigo (Brittana girlxgirl)Where stories live. Discover now