CAPÍTULO 10: SOSPECHAS

Start from the beginning
                                    

De pronto veo como su actitud pasiva y relajada se desvanece y se tensa de inmediato al ver al repartidor. Yo no puedo pasar por alto su actitud. Y peor aún cuando Christian también se tensa. Aunque también veo a Luz confundida. ¿Me perdí de algo?

—Señorita Grant. — saluda Christian a mi acompañante. ¿De dónde se conocen?
—Señor Gr...— le responde pero él la interrumpe.
—James... — le dice ligeramente inquieto y cambia de tema,—¿Que tal le ha ido?
—Como si no lo supiera... — le responde irritada.

Sin más le recibe las bolsas con la comida y entra de nuevo al edificio.

—¿Si quieres que pase por ti?— me insiste Christian mientras miro a Luz entrar a SIP.
—Ah... Si. ¿Te queda bien a las 17:30?
—Me parece bien. Quiero visitar un departamento en el que solicitan un compañero. Y como es en tu edificio, pensé que podrías ayudarme.
—Claro.
—Nos vemos, nena.— me susurra y se despide de mi.

Me alcanza Luz de nuevo y no puedo evitar pensar en la reacción de ambos al verse.

—¿De donde conoces a Christian, Luz?— le pregunto intentando disimular mi desconfianza.

—Eh... No puedo hablar mucho de eso, pero si te puedo decir que tenemos una historia un tanto interesante. — me responde.

¿Que mierda quiso decir con eso de que no me puede decir mucho pero que tienen una historia interesante? ¿Ha salido con ella?

Nos centramos de nuevo en lo que tenemos entre manos. Al entrar a la sala de juntas veo a Ross con su inseparable iPad en la mano. Jack y Mara hojean unas listas y Boyce, Luz y yo solo estamos mirando a que no venga ni Jerry ni Elizabeth.

—Supongo que ya les han contado a sus asistentes sobre la situación actual de la editorial. — comienza Ross.

—Si, yo me enteré ayer en la noche cuando estaba por confirmar una reunión con Ruth Carussi. — dice Jack.

—A mi, me dijo Jerry al cancelar y borrar todas mis reuniones.— Añade Mara de mal humor.

—Ayer perdí toda mi jornada hablando con ese imbécil para que al final solo baje los brazos y "deje que las cosas sigan su curso" — interviene Ross con sarcasmo.

—Marica. — dice Luz sin dejar de mirar la portátil y de teclear, todo mientras bebe su café.

Nos quedamos mirando a Luz sorprendidos. Ella nunca se había expresado de nadie con ese vocabulario. Jack se pasa una mano por el cabello y resopla. Conoce a su chica y sabe que ha encontrado algo.

—¿Que? Tengo razón. Y después de que les muestre lo que encontré, pensarán lo mismo.— reniega y con el mando a distancia enciende el cañón.

Al momento aparecen estados de cuenta, y todos muestran unas cantidades exageradas de gastos. Elizabeth Morgan parece estar al tanto de esta situación y parece que no le importa.

Mara jadea asombrada mientras Jack cambia de imagen y muestra las listas de escritores. Abraham Jackson,  el dueño de SIP ha tenido la libertad de conservar a escritores que no venden nada, y por la galería de diapositivas que comienza a avanzar, lo hace por que son conocidos suyos. Incluso reconozco a una de ellas. Es su hija. Una niña mimada.

TE QUIERO SOLO A TÍ Where stories live. Discover now