Zona libre de Fangirls

Día extra: Bombones idiotas.p

Sé que escondí los bombones rellenos por algun lugar, no pudieron haberse acabado. Estos chicos son pirañas, se comen todo a su paso, no entiendo como cabe tal cantidad de comida en sus cuerpos, ya hay que llenar nuevamente la alacena.

Subo a la encimera, intento alcanzar la parte mas alta de los gabinetes, soy tan pequeña que no llego a ningún lugar. Aquí estaba la caja, la tiré por aquí, recuerdo que al verlos entrar solo la tire aquí, muevo los envases y lo veo, solo un triste bombon esperando por mi, tomo la caja.

- ¡Sí! - Celebro. Lo saco de la caja, quitando la envoltura.

-¿Qué demonios haces?- La voz de Darren me sobresalta haciendo que el bombon caiga de mi mano.

Darren esta de mal humor, los medios de comunicación siguen hablando de Neva, quien llegará a la ciudad a cumplir con algunos compromisos.

Me bajo rápidamente de la encimera. Busco en el suelo ¿Dónde está? ¡Tonto, Darren! Miro al suelo intentando ver dónde cayó.

-¿Qué haces?- Repite con voz divertida.

Lo miro, esta recostado de la isla central, tiene los brazos cruzados y aún está en pijama.

-Oculté un bombon.

Me pongo de rodillas, la isla central no toca el suelo.

- ¿Quien diseñó esta casa? Nada toca el maldito suelo, nada.- Digo intentando ver debajo.

-Mi casa es perfecta. -Dice a la defensiva.

Levanto la vista. Sigue en esa posicion, está mirandome con la ceja ladeada... Puedo ver su vientre desde aquí, la camisa le queda algo ancha, malditos deportistas con sus sixpack y sus caderas perfectas.

- ¿Estás bien? Ayer...- Parece preocupado, intento ignorarlo. Odio que me vean como una victima. Vuelvo a buscar y nada, no logro ver, meto la mano.- Pareces una loca.

Me pongo de rodillas, lo miro desde abajo.

-¡Lo necesito!

-Pero está sucio. - Junta ambas cejas.

- No me importa, lo quiero ahora.-Me vuelvo a inclinar. Gateo tratando de ver donde está el bombón. Con mi hombro hago que Darren separe las piernas y paso por debajo de él. Mi mala aptitud física hace que me queje desde la garganta ante el esfuezo.

- ¿Eres una adicta o algo asi?- Dice sonriendo.

-Lo soy, lidia con eso, cariño. -Un quejido se escapa de mi garganta. ¡Lo tengo! Tomo el bombón y lo saco, me vuelvo a poner de rodillas y apenas lo limpio, lo meto en mi boca, gimo involuntariamente.

-Oh, Dios. - Digo con la boca llena. Vuelvo a gemir sin poder evitarlo.

Un sonido me distrae, miro a Darren girar la cabeza.

- ¿Qué hacen ahí?- Dice desencajado.

Me pongo de pie aún con la boca llena. Bruno y Adam tienen la boca abierta y un aire divertido.

-La mejor novia del mundo. - Dice Bruno levantando las manos y sale de mi vista.

Aún mi boca está llena, los miro sin comprender.

- Son unos idiotas. -Dice Darren colocando las manos en el borde de la encimera.

Adam sonríe y se marcha. Analizo un poco la situacion, son ridículos.

-¿Ellos qué?- Pregunto lamiendo mis labios.

Darren sonrie de forma burlona. Hace un ademán con su dedo índice para que me acerque. Lo hago. Se acerca a mi oído.

- Eres una adicta a las mamadas.-Le doy un manotazo, él parece no sentirlo.

Suelta una sonora carcajada.

-¡Son unos cerdos!

- Y tú una pervertida.

- En este casa no hay ni un poco de privacidad.-Siento la cara arder. - No es gracioso.

Él sigue riendo. Darren ha sido muy amable y me alegra que no este de mal humor... creo que lo odio por eso, lo odio porque me hace creer que es humano de alguna forma, y se me olvida por momentos todas las cosas que no me gustan de él para descubrir otras que se me hacen... tolerables y divertidas.

- ¿De nuevo?- Grita sacándome de mis pensamientos. - Debes controlarte y dejar de hacermelo en todas partes, Nicolle. ¡Dios!

Se gira y camina hacia la salida, lo miro sin entender. Me giro y veo a Andrea, Bruno, Jared, Henry y a Adam en la puerta. Veo a Darren alejarse y sé que está sonriendo, los chicos tienen esa sonrisa estupida en el rostro. Me sonrojo de inmediato, me aclaro la garganta y camino hacia la salida.

- Buenos días- Digo pasándoles por el lado, aún saboreando el bombon que ha dejado de ser dulce, ahora sabe a agrias ganas de venganza.