Zona libre de Fangirls

Día 8: Grandes y estúpidas ideas.

—Siempre estás aquí sin hacer nada. —Dice Darren sentándose en el mueble del frente, él está hablando lo que es sorprendente, por lo general él busca un motivo para irritarme, siempre está molesto, o peleando por su linda casa con una mota de polvo por tener la puerta abierta más de 10 segundos.

—Solo estoy leyendo, tu casa es muy linda, pero hay poco que hacer.

—No te metas con mi casa, y si quieres algo qué hacer, bueno podrías cocinarme.

Lo miro un segundo.

-—Mejor no.

—Estoy hambriento.

—¿Dónde está la señora de la limpieza?

—Renunció—Dice echando la cabeza hacia atrás.

—Es la cuarta persona que renuncia en menos de 3 días, deberías planear portarte bien con las personas, ya sabes, mostrar algo de educación.

Gruñe, la sola idea de hacer algo así resulta ridícula para él.

—No quiero comer más comida de microondas.

—Morirás de hambre entonces, no cocinaré para ti.

Él se levanta y suspira pesadamente, camina en dirección a la cocina, sigo en lo que estaba, tengo tres días en esta casa y es aburridísimo, salvo por la comida de ayer, fue divertido ver a sus fans, lo besé, no todo es perfecto.

Regresa, intento ignorarlo, pero suspira pesadamente, despego los ojos de mi libro sin alzar la cabeza.

— ¿Qué?

— ¿Cómo conociste a Dom?

—Búscalo en google—Digo centrándome en mi libro, siento sus ojos sobre mí, maldición, lo miro detenidamente, anda en pijama, y sus pies descalzos.

—Elsa leyó mi libro, le dijo a Dom que quería una copia firmada por mí, buscaron en librerías, no encontraron nada, Dom me contactó por correo, le dije que no tenía el libro en físico, un par de semanas después él había leído el libro, y le parecía un "Error que mi libro no esté en todas las librerías del país"—Sonrío, recuerdo que estaba tan agradecida por eso—Le agradecí, y prometí que la primera copia seria para su hija, dos semanas después un hombre guapísimo y famoso llegó a mi puerta, y lo demás es historia.

—Tuviste mucha suerte—Dice Darren obviamente aburrido.

—Sí, así fue. ¿Cómo te volviste famoso?

—Soy buen jugador, y... Mírame, soy guapo. —Se señala con el dedo índice.

—Y no podemos olvidar tu increíble personalidad.

—Inteligencia, que no se te olvide.

—Ni la humildad. —Digo, él parece no notar lo que digo, ni el tono en el que lo digo, se levanta y estira, su camisa se levanta un poco mostrando sus caderas marcadas, parecen talladas, dejo de mirarlo de inmediato, esto se podría volver incómodo.

—Iré a nadar, ya tuve demasiado de ti por hoy.

Levanto la mano en forma de despedida

—Baja los pies de mis muebles-—Dice caminando fuera de la habitación.

—Eres un pesado. —murmuro.

—No me importa, baja los pies.

—Tengo medias, no los dañaré.

—Hazlo o tendrás que sentarte en el suelo.

—Bien—Bajo los pies, él sale de la habitación y vuelvo a subirlos, para qué están los muebles si no es para esto, intento encontrar la línea en la que iba.