Todo menos casarse

Capítulo 17: La propuesta

— Y yo estoy muy feliz por ellos.

— ¿Cuál sería tu lugar ideal para una luna de miel?

— Cualquier lugar es ideal si es contigo, pero si tengo que escoger escogería Bora Bora, es una isla perfecta para estar con la persona que más amas. 

— Buena elección — respondí con una sonrisa. Me levanté y le quité a Juno el celular de las manos y sus lentes de sol.

— ¿Qué haces? — me preguntó extrañada, yo simplemente le dediqué una sonrisa juguetona y la cargué haciendo que gritará —. ¡Dylan bájame! — y entonces la lancé al agua. Esperé a que saliera del agua y comencé a reír —. ¡Te odio! 

— Tú me amas, lo acabas de decir — Juno se acercó a la orilla.

— Sí, y es porque te amo que haré ¡esto! — tomó mi mano y me tiró al agua junto a ella. 

— ¿Entonces quieres pelear eh? — Juno reía y me sumergí al agua tomándola de las piernas.

— ¡Basta¡ ¡Dylan! — salí de lo profundo y cargué su cuerpo, colocando sus piernas alrededor de mi cintura —. Te amo — dijo ella acariciando mi rostro.

— Yo te amo más — y nos besamos lenta y apasionadamente. 

~~~ 

Regresamos a la habitación para arreglarnos para la cena. La cena estuvo maravillosa, en definitiva el hotel tenía muy buena comida, Juno que es amante de la comida podía admitirlo.

— Dejé mi cartera en la habitación, ahora vengo — en realidad la cena ya estaba pagada, era una excusa para subir y arreglar todo. Las velas y el camino de rosas hacia el balcón ya se encontraban ahí con la ayuda de los trabajadores del hotel, lo único que hice fue colgar las fotos, en cuestión de minutos ya estaba todo listo.

Llegó la hora de la propuesta.

~~~ 

Juno.

Dylan aún no bajaba, así que decidí mandarle un mensaje. Cuando estaba apunto de hacerlo, él ya me había enviado uno. 

"Sube, te tengo una sorpresa, y tranquila, la cena ya está pagada ;)" 

Un poco extrañada tomé mi bolso y subí a la habitación. Al abrir la puerta literalmente se me fue el aire y los ojos se me abrieron cómo platos, me encontré con un camino de rosas que se dirigían hasta el balcón, y algunas fotos se encontraban colgadas. Dejé mi bolso en la cama y me dediqué a observar las fotos, eran fotos mías junto a Dylan, en la parte trasera de cada foto venía una descripción de cada momento de cada foto.   

Terminé de ver las fotos y me dirigí hacia el balcón, donde se encontraba Dylan con una gran sonrisa. Detrás de él se encontraba el atardecer, en definitiva era un hermoso paisaje.

— ¿Qué es todo esto?  

— Una pequeña sorpresa para demostrarte lo mucho que te amo.

— No tienes que demostrarlo, sé lo mucho que me amas y sé lo afortunada que soy de tenerte — Dylan tomó mi mano. 

— Cada momento que he tenido contigo son momentos muy valiosos, bastante valiosos, con el simple hecho de que estés a mi lado cada día, haces que todo sea valioso e increíble. Desde el primer momento que te vi, soñaba y soñaba con algún día tener el valor de hablarte. El día llegó de una manera inesperada, y fue ahí cuando mi vida comenzó a cambiar, hiciste que me diera cuenta de lo que realmente era el amor, y no me arrepiento de nada, no me arrepiento de ningún momento, incluso de los malos porque cada obstáculo nos ha permitido cada vez estar más juntos y más enamorados. Yo no creía en el amor, llegaste tú y lo cambiaste todo; yo no creía en el matrimonio, pero entonces.... — Dylan se puso de rodillas y sacó una pequeña caja de su pantalón. Mi corazón latía y latía a toda velocidad, finalmente me estaba pidiendo matrimonio, de una manera totalmente inesperada. Dylan abrió la caja, y ahí se encontraba el anillo perfecto —. Llegaste tú y lo cambiaste todo, cambiaste mi perspectiva respecto al amor y al matrimonio. Casado o no casado contigo te amo y siempre te voy a amar, quiero hacerme cargo de estar contigo el resto de mi vida, y por eso mismo te pido que seas mi esposa. Juno Peyton Stuart ¿me harías el gran honor de casarte conmigo? — las lágrimas comenzaron a invadirme, junto a una gran sonrisa.    

— Sí, acepto con gran honor casarme contigo, Dylan Carrison — Dylan sonrió y una lágrima cayó de sus ojos. Colocó suavemente el anillo en mi dedo, se levantó y nos abrazamos, para después besarnos frente al hermoso atardecer, tan hermoso cómo este momento. 

Capítulo editado