Capítulo 20: El vestido

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Juno. 

Después de varias citas con Allison, los adornos, la música y la comida ya estaban arreglados, solamente faltaban los pequeños (aunque un poco grandes) detalles cómo los postres, el pastel, las flores para mis damas y yo; y lo más importante, el vestido. 

— ¿Qué te parece este pastel? — le pregunté a Dylan mientras estábamos acostados en la cama —. Es totalmente blanco, con pequeñas flores y es vainilla con relleno de plátano. 

— Se mira y se escucha bien — dijo Dylan viendo el pastel desde mi laptop.

— Cuesta 120 dólares, es una cantidad considerable.

— Pídelo, yo lo pagó, déjame ir por mi tarjeta para que pagues de una vez.

— Yo lo quiero pagar con mi dinero.  

— Prefiero que guardes ese dinero, son tus ganancias.

— Y tu dinero también son tus ganancias. 

— Creo que eso cambiará cuando nos casemos — bufé.

— Déjame pagar el pastel, por favor. 

— Dije que no.

— Pero yo dije que si.

— No.

— Sí.

— No.

— Sí.

— Que no.

— Que sí.

— Entonces no habrá pastel — ambos nos fulminamos con la mirada, fingiendo estar molestos hasta que entonces nos soltamos a reír. 

— ¿Enserio estamos peleando por un pastel?

— Creo que son esas típicas peleas que tienen los novios antes de la boda, Charlie me comentó respecto a ello. 

— Al final terminamos arreglando todo — dije tomando su mano.

— Nada nos puede separar — respondió acariciando mi rostro.

Al final de cuentas Dylan terminó pagando el pastel, pero yo le dije que me encargaría de todo lo demás. 

Cuando se fue a trabajar la mañana siguiente y me quedé a casa corrigiendo un artículo (sí, mi jefe también me puso en el puesto de corrección debido al éxito de mis artículos) alguien tocó la puerta, y al abrir me encontré con una gran sorpresa. 

— ¡Sorpresa! — gritaron mi madre y Clara, inmediatamente las atraje a mí y las abracé.

— ¿Por qué no me dijeron que venían?

— Una pequeña gran sorpresa, mamá y yo nos estamos quedando en un hotel así que no te preocupes por nada. Llegamos ayer por la noche con un propósito ¿cierto mamá?

— Así es, vinimos aquí porque es tiempo de escoger tu vestido.

— Aún no tenía planeado eso.

— El tiempo corre Juno. 

Terminando de cambiarme comenzamos a recorrer todas las tiendas de vestidos en Nueva York, hasta que llegamos a una tienda en Brooklyn, al parecer una de las mejores. Les llamé a Emma, Kate, Helena, Amber y Valery para que también vieran sus vestidos de damas y me acompañaran en esta experiencia. 

— Veo todos estos vestidos y de nuevo me quiero casar — dijo Valery.

— Si hubiéramos tenido una boda grande, en definitiva ambas hubiéramos usado estos maravillosos vestidos ¿verdad Helena? — dijo Amber. 

— Así es, son vestidos totalmente hermosos — respondió Helena.

Seguimos viendo y admirando los vestidos, hasta que entonces uno captó mi mirada al instante. Era totalmente blanco, con un escote de corazón, tul en la parte de abajo y una flor en la cintura. 

— Creo que me probaré este — nos guiaron al probador, todas esperaron afuera ansiosas. Al colocarme el vestido y verme al espejo me imaginé el momento en que entraría y todos me mirarían, pero la única mirada que captaba la mía sería la de Dylan, me lo imaginó con una gran sonrisa y su corazón latiendo a toda velocidad. Cuando me estaba imaginando el momento, me lo imaginaba con este vestido, y fue así cuando supe que era el indicado. 

Salí del probador y todas hicieron un "oh" para después suspirar.

— ¡Te queda de maravilla! — dijeron Amber y Helena al unísono.

— Creo que voy a llorar — dijo Kate. 

— Yo ya estoy llorando — dijo mi madre y efectivamente se encontraba entre lágrimas.

— Es hermoso, al igual que tú — comentó Clara haciéndome sonreír.

— Ya tenemos a un vestido ganador.

Luego de halagos y halagos buscamos los vestidos para las damas, las decoraciones que Dylan y yo escogimos serían blancas con algo de rosado y dorado así que tenía que ir acorde. Después de otro gran rato de mirar vestidos, finalmente los encontramos, serían largos, con escote en forma de V y cola de sirena; todas se veían encantadoras.  

Regresé a casa con la caja en mano donde se encontraba el vestido, Dylan me miró con una gran sonrisa.

— Me imagino que es el vestido de mi hermosa novia.

— Así es, he encontrado el vestido ideal.

— Ese vestido es afortunado de que lo uses. Muero por verte con el, solamente me imaginó el momento y wow, todo es perfecto.

— Cuando me probé el vestido también me imaginé el momento y así supe que era el vestido ideal, para mí y para ti.

— Sé que te verás hermosa, cómo siempre.


Nota de la autora

Disculpen si estos capítulos han sido algo cortos, no sé que me pasa jaja, pero quiero que sepan que los amo y gracias por seguir aquí<3


Capítulo editado

Todo menos casarseWhere stories live. Discover now