—Como sea —volteo los ojos y salió de la habitación.

Aleksey suspiró, ¿es qué acaso le seguía gustando Daril? No podía cambiar sus sentimientos de un día para otro, pero todo se sentía distinto.
Se levantó de la cama y salió detrás de Daril.

Los dos chicos iban caminando en silencio, cada que Aleksey trataba de sacar algún tema de conversación Daril contestaba grosero por lo que decidió quedarse callado. Estaban a una cuadra de llegar a casa de Charlie.

—¿Cómo van las cosas con el chico rubio que te fue a recoger la otra vez? —preguntó Daril, sorprendiendo a Aleksey, ¿a caso le importaba?

—No acabamos bien —contestó simple— no era la persona que creía que era.

—Y ahora vuelves a Bella, porque ella caerá nuevamente ante ti —volteó a verlo— aún cuando sabes que no eres hetero o al menos estas confundido, haciéndola sufrir otra vez.

—¿Tú qué sabes? —le molestaba lo que Daril decía— yo sé que me gustan las mujeres, tenías razón, estaba confundido pero gracias a Sam estoy seguro de que soy heterosexual y no, no usaré a Bella, hemos quedado como amigos.

—Tú sabes qué de lo que acabas de decir es cierto y que no —volvió su vista al frente, para ese entonces ya estaban a unas casas de la casa de Bella.

Maldito Daril, a pesar de ser un niño casi siempre tenía la razón. Pero no utilizaría a Bella, en eso sí que se había equivocado.

En cuanto estuvieron frente a la casa, Daril tocó el timbre. Charlie salió en menos de un minuto, dejándolos pasar para después ir a hablarle a Bella.

Una vez que Charlie le avisó que podía subir, Aleksey dio un suspiro y caminó hasta la habitación de Bella, justo unos cuantos días atrás le había contado acerca de Sam y ahora vendría a contarle que todo era una mentira, una vil y cruel mentira por parte de Sam.

—No esperaba que vinieras —dijo Bella con su típica sonrisa.

—Siento no avisarte —le regresó la sonrisa.

—Siéntate, estaba viendo una película —señaló la computadora, dónde se mostraba una película en pausa.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —Bella asintió, mientras tomaba la laptop para ponerla en la mesa de noche— ¿cómo fue que conociste a Sam? —Bella torció los labios.

—¿Por qué preguntas?, ¿te hizo algo? —aquella última pregunta lo había desconcertado un poco.

—Me engañó... él no quería nada conmigo —se tiró en la cama, como restandole importancia.

—Sabía que no te convenía —se acostó a su lado— Sam es así... no le importa utilizar a las personas con tal de conseguir lo que quiere, a él únicamente le importan dos personas... su madre y su ex.

—¿Qué te hace decir todo eso? —la volteo a ver.

—Te lo contaré porque confió en ti, ¿okay? —Aleksey asintió— lo conocí en una fiesta, estábamos platicando y ya sabes, una cosa llevo a la otra y terminamos teniendo relaciones sexuales —contó avergonzada— esa había sido mi primera vez, y tal vez un chico no le toma tanta importancia pero para una chica con quien pierdes la virginidad es bastante importante.

—¿A qué viene esto? —no quería ser grosero, pero no entendía muy bien lo que Bella le decía.

—Él salía con un chico... bueno, creo que sabes quien es —suspiró— yo no sabía, en dado caso jamás me hubiera acostado con él. Un día fue a buscarme y me pidió que fuera a hablar con él, para decirle que todo fue un error —soltó una risa— ¿quién en su sano juicio iría a darle explicaciones de porque me acosté con su novio al novio del chico que te gusta? Sam no piensa en nadie más que en él, si tiene que ensuciar sus manos para tenerlo de vuelta lo hará sin pensar.

Apostando el DestinoWhere stories live. Discover now