Capítulo 20 "Tiempo de decir la verdad"

1.6K 127 65
                                    

Bien, lectoras, prepárense para descubrir la verdad detrás de toda la historia de Elizabeth. Lean con mucha atención y disfruten ;)

C A P Í T U L O   2 0
"Tiempo de decir la verdad"

No pude articular palabra alguna, aunque hubiese tratado con todas mis ganas. El simple hecho de ver a mi mejor amiga parada y viendo a mi alrededor totalmente asustada, hacía que me dieran ganas de meterme en un agujero oscuro y evitar todo lo que estaba por venir. Pensaba en buscar alguna mentira coherente, pero sabía que era tiempo de decir la verdad.

—Tú . . . ellos . . . ¡¿Qué es todo esto, por Dios?!— saltó Eva, dejando caer su bolso al suelto y llevando sus manos a la cabeza mientras miraba la habitación—. Elizabeth, explícame que es todo esto, porque tengo miedo.

Tragué saliva y me acerqué un paso a ella.

—Tranquila, te explicaré todo— dije, esperando no asustarla—. Pero primero que nada, ¿cómo encontraste este lugar?

Inhaló y exhaló aire con rapidez repetidas veces para intentar calmarse.

—Y-Yo solo estaba en Snapchat, ya sabes— tartamudeó—. Y en el mapa de Snapchat, donde aparece dónde estás, me salió que estabas aquí. Y yo quería arreglar las cosas contigo, porque sabes que no podría aguantar ni un día sin ti. Así que decidí venir a donde estabas, que me pareció muy extraño, por cierto. P-Pero nunca me imaginé encontrarme con todo esto. ¿Acaso haz visto esta maldita habitación? ¡Es de locos! Tienes una pared entera de fotos tomadas a escondidas de La Élite. Tienes cuatro computadoras del tamaño de una pantalla plana. ¡Hasta tienes de esas repizas con cajones de archivadores donde guardan archivos los archivadores de las empresas! ¡Y eso que apenas dije lo que hay en media habitación!

Archivadores donde guardan archivos los archivadores de las empresas, repetí en mi cabeza, tratando de no reír. Solo Eva podría decir algo así cuando le estaba por venir un ataque de pánico.

—¿Dices que me encontraste gracias a una estúpida aplicación de celular?— pregunté, casi dándome una palmada en el rostro yo misma.

—¡Eso es lo que te dije! Ahora explícame todo esto antes de que salga corriendo con mi cola entre las piernas.

Malditas redes sociales.

—De acuerdo, pero creo que es mejor que nos sentemos— suspiré y le indiqué a el viejo sofá que había a un lado—. Te explicaré todo, pero es complicado. Tengo que comenzar desde el comienzo.

—¿Por qué tienes una obsesión por La Élite?— preguntó luego de que nos sentamos, haciendo caso omiso demlo que le había dicho.

—Te dije que ya llegaremos a ello y recomiendo que te tranquilices por que lo que estás a punto de escuchar es bastante grave y nadie más que yo lo sabe. Así que déjame explicar desde el comienzo, ¿está bien?

—Sí sí, tú habla y yo escucho— asintió con la cabeza y se acomodó en su lugar.

Bien, aquí vamos.

—Primero que nada, debes saber algo— suspiré y miré al suelo ya que no sabía cómo se lo tomaría—. Soy adoptada. Lorena no es mi madre biológica.

—¡¿Qué?! Joder, Eli, yo . . . espera, no me estás mintiendo, ¿verdad?— preguntó y negué con la cabeza. A penas comenzaba y ya sentía que quería llorar. Eva se llevó sus manos a la boca, sorprendida y apenada.

—Lorena me adoptó cuando tenía a penas doce años— sonreí con tristeza mientras miraba a la sucia pared—. Lo había perdido todo. Ella fue la que me salvó de ese orfanato y me dio la vida que llevo ahora. Claro que hubieron complicaciones. Verás, Lorena no puede tener hijos y eso era lo que ella más quería en todo el mundo. Así que decidió adoptar a una niña de doce años y decir a la prensa que era su hija que había decidido mantener en secreto ya que, cuando comenzó su carrera como diseñadora, no la hubieran aceptado con una bebé en brazos. Pero, cuando su carrera y título ya estaban estables luego de esos doce años, dijo que era oportuno para "enseñarles" a los demás a su hija que nadie conocía. Así que les vendió esa historia a la prensa, pero lo único que no encajaba era que yo tenía el pelo castaño y Lorena es totalmente rubia platino.

Peligrosa ObsesiónWhere stories live. Discover now