Capítulo 9

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La primera vez que a la señora Joo Mi le dio un pre-infarto fue cuando se enteró del fallecimiento de su esposo cuando sus hijos tenían apenas 12 y 10 años. Ella había sido una persona bastante saludable toda su vida, sin contar la excepción de que había nacido con una malformación en su corazón que, si bien no era tan grave para requerir de una cirugía mayor, era lo suficientemente peligrosa para hacerla más propensa a tener un infarto en cualquier etapa de su vida sin importar la edad que esta tuviera.

Por causa de esa condición tan particular, Hongbin, se había abstenido a mencionar sus preferencias sexuales, debido a que ella siempre mencionaba la ilusión que le causaba que sus dos adoraciones sentaran cabeza y comenzaran a darle nietos, antes de que ella falleciera. Aunque esa alternativa cada vez era más constante para Jae Hwan su hijo mayor, ya que Hongbin, por su carrera de actor se había librado de cierto modo.

La habitación de su madre seguía viéndose exactamente igual que el día anterior, cuando Hongbin entró en ella. Con las paredes pintadas de un blanco brillante, la cama individual justo en medio de todo, estaba rodeada de algunos aparatos que indicaban las pulsaciones y el ritmo cardíaco del corazón de la señora Lee. Un des-humificador colocado a la derecha de la cama en una pequeña mesa, hacia su mejor esfuerzo porque el olor tan característico de todos los hospitales no se sintiera tan intenso.

— Hola, mamá ¿cómo te sientes hoy? — Hongbin la saludó al verla despierta.

— Hola, mi amor. Ven siéntate... — le indicó ella antes de responder a su pregunta — ya mucho mejor.

— Nos diste un buen susto — comentó Hongbin, debido a que el día anterior por lo medicada que se encontraba no pudo hablar con ella y solo estuvo en la habitación por un par de minutos.

— Lo imagino...

La conversación continuó por algunos minutos más hasta que por el esfuerzo hecho, la señora Lee se quedó dormida.

Hongbin se mantuvo ahí, sentado a su lado observando el suave y rítmico latir del corazón de su madre, hasta que el sonido de la puerta abriéndose lo hizo voltearse y mirar al recién llegado.

— ¿Hyuk?

— Hola, Hongbin ¿Cómo está? — preguntó el menor terminando de ingresar a la habitación señalando a la señora Lee con la cabeza.

— Cansada, pero ya mejorando.

— Yo... Lamento haberme ido ayer sin despedirme — confesó Hyuk sincero y algo avergonzado.

La realidad era que más bien, había salido huyendo, por la forma en la que Jae Hwan parecía no quitarle la mirada de encima cuando Hongbin ingresó a la habitación de su madre. Ciertamente, Hyo Jin lo había presentado como su amigo, pero la situación no dejó de tornarse incómoda, hasta que Hyuk tuvo el tino de inventar una escusa para salir prontamente del hospital. Además, ya había hecho acto de presencia ante Hongbin, quien a fin de cuentas era por quien había acudido al hospital.

— Jae Hwan puede llegar hacer algo intimidante ¿no? No por eso es un excelente abogado — comentó Hongbin al saber el escrutinio que seguramente debió de haber pasado Hyuk.

— Sí, puede ser.

Y entonces sucedió lo que no les había pasado en mucho tiempo, al menos no después de que ambos se confesaran que se gustaban mutuamente. El silencio que se formó fue tan incómodo como necesario. Ambos necesitaban aclarar algunas cosas, principalmente Hongbin, quien no se quitaba de la cabeza el que Hyuk lo hubiera cambiado tan rápidamente.

— Podemos hablar — dijeron los dos al mismo tiempo.

Ambos se sonrojaron al instante y entonces sucedió de nuevo.

Invisible [HyukBin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora