Capítulo 6

259 50 25
                                    

El rostro sorprendido de Hongbin no tenía precio, con la boca abierta y los ojos tan abiertos como platos soperos, fue la imagen con la que recibió a Hyuk. Hyo Jin salió del baño y sonriendo abiertamente al percatarse de la presencia de Hongbin, se acercó a él mostrándole la llave que Hyuk con anterioridad le había entregado, para que los dejara solos y ellos pudieran hablar con tranquilidad.

— Hola, Hongbin... — comenzó Hyuk finalmente cuando estuvieron completamente solos.

Olvidándose de todo, Hongbin se acercó a Hyuk tan rápido como salió del aturdimiento en el que se encontraba al verlo frente a él. Lo abrazó con fuerza enterrando su rostro en el cuello del contrario. Hyuk soltó una risita y devolviéndole el abrazo se atrevió a volver hablar.

— Veo que me extrañaste.

— Tonto, como no voy a extrañaste si me has hecho tanta falta... — le respondió Hongbin recordando cómo se hablaba, después de aspirar el varonil olor de su novio — tienes una idea de lo que me has hecho pasar. Dos meses Han Sang Hyuk, casi dos meses sin verte o escucharte.

Hyuk no dijo nada, porque sinceramente él se encontraba igual, prácticamente se había arrepentido desde el momento en que vio salir a Hongbin con maleta en mano rumbo al aeropuerto. Pero su orgullo había ganado al final, por ese motivo no le había respondido ninguna de las llamadas ni mensajes que el mayor se había encargado de dejarle en su teléfono móvil. Y aunque aún se encontraba enfadado con él, poder tenerlo de nuevo entre sus brazos había calmado enormemente a su alocado corazón, que también lo había extrañado.

Cuando Hongbin deshizo el abrazo y acercó sus labios a los de Hyuk, éste trato de impedírselo porque quería hablar con él — después de todo para eso había viajado hasta ahí — aunque para su desgracia en cuanto probó los labios del contrario ya no pudo parar. A pesar de que creía estar acostumbrado al efecto que le provocaba los labios de su novio cuando lo besaba, después de tener una relación de cerca de siete años, todavía Hyuk podía sentir que las piernas le fallaban tan solo con uno de esos besos que solo Hongbin podía otorgarle.

Después de ese largo primer beso, muchos otros fueron correspondidos y de nuevo terminaron sin ropa, sobre la enorme cama que enmarcaba la habitación, con el cuerpo totalmente sudoroso y las respiraciones sumamente entrecortadas.

— Dios, no sabes cómo te extrañe — comentó Hongbin llevando sus labios al cuello de Hyuk.

— Supongo que en la misma cantidad que yo lo hice — le respondió Hyuk riendo.

Hongbin lo miró totalmente deslumbrado y sonriéndole de modo que le mostro sus hoyuelos se dejó caer sobre el colchón.

— Márcame — dijo de repente.

— ¿Qué? — preguntó Hyuk sin entender.

— Márcame — Hongbin repitió delineando al mismo tiempo uno de los muchos chupetones que él le había dejado a Hyuk en su blanquecina piel.

Entonces al sentir el pequeño escozor, Hyuk pudo entender a qué se refería. Así que no tardó en cruzar ambas piernas por el abdomen de Hongbin y bajando su rostro comenzó a succionar la piel de su novio comenzando por su cuello, sintiendo al mismo tiempo como el miembro del contrario volvía a levantarse.

Para cuando Hyuk terminó de jugar, el cuello, espalda, torso y hasta la ingle de Hongbin tenía pequeños círculos rojos engalanando su cuerpo, los cuales contrastaban con el color de su piel. Y aunque para cualquier podría parecer excesivo, para Hyuk fue sumamente satisfactorio verlo de esa manera, porque desde que conocía a Hongbin nunca lo había dejado marcar su piel, al menos no de esa manera.

Invisible [HyukBin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora