Disculpas

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Al llegar a casa Jin estacionó el auto en el patio y luego caminó hacia el otro lado, donde NamJoon ya había abierto la puerta, para ayudarle a bajar.

NamJoon quiso caminar por su cuenta pero Jin se lo impidió al ver lo rápido que se ponía pálido. Así que el rubio abrió la puerta de la casa y luego se apresuró a regresar con NamJoon para cargarlo en sus brazos y llevarlo adentro.

Una vez que ingresaron a la sala pudieron ver a los tres menores parados en la puerta para ver cómo se hallaba su Hyung pues todos habían escuchado el momento en el que SeokJin bajaba apresurado a un NamJoon gimoteante.

—NamJoon-Ah ¿Se encuentran bien?— Preguntó TaeHyung totalmente preocupado por la salud del moreno y del bebé.

—Estamos bien Tae-ah, no te preocupes, fueron falsas contracciones, respira tranquilo, no nos pasó nada— Explicó NamJoon intentando que el menor frente a ellos se relajara pues de la preocupación parecía que en cualquier momento lloraría.

—Pensamos que algo malo le pasó... — Susurró JungKook  mirando al suelo con la voz afligida.

—Chicos, chicos, estoy bien, no tienen nada por lo cual preocuparse, solamente no vuelvan a pelear como en la mañana y todo estará bien para nosotros tres— Aclaró el moreno intentando que los chicos los dejaran subir porque podía sentir claramente como los brazos de Jin temblaban porque ya no podían aguantar más el peso.

—NamJoon-ah... Espero que se encuentren bien ustedes dos... No queríamos causarle toda esa presión... — Susurró Jimin mirando al moreno.

—N-No hay problema... Esten, Jin y yo debemos ir a arriba, nos vemos más tarde pequeños míos— Despidió Nam mientras veía como Jin retomaba su caminar con un poco de rapidez pues temía soltar a Nam.

Cuando fue capaz de llegar al frente de la habitación bajó a NamJoon y lo dejó caminar por su cuenta hacia el interior.

—Te dije que debes dejar de cargarme — Regañó Nam viendo como los brazos de Jin aún temblaban por el sobre esfuerzo.

— P-Pero si no lo hago no podrías subir las escaleras Namie, lo hago por evitar que algo les pase— Contestó cerrando la puerta y acercándose a su pareja para abrazarlo y besar su mejilla.

NamJoon sonrió y se dejó mimar, siendo capaz de sentir como una de las manos de Jin le acariciaba el vientre con cariño, trazando pequeños círculos con sus dedos que creaban un efecto satisfactorio en él.

—Yo sé que te preocupas... Pero, vas a lastimar tu espalda, imagínate si nuestro hijo quiere jugar contigo en unos años, no podrías porque te estarás quejando de que te duele la espalda— Replicó semi burlón mientras Jin le miraba con el ceño ligeramente fruncido.

—No hables como si fuese un abuelo NamJoon, estaré listo para jugar con él cada que me lo pida.

—Puede ser una niña y no, no estarás listo para jugar con él o ella cuando te lo pida porque ... Vamos a estar ensayando probablemente... — Susurró al caer en cuenta de lo obvio, que la probabilidad de no poder estar mucho tiempo con su bebé era grande.

Jin detuvo sus manos de hacer los movimientos y le miró fijamente, esperando a que el moreno terminara de hablar para él responder, pero en vista de que no dijo nada más procedió a abrazarlo con cariño y a susurrarle palabras de apoyo.

—Nam, tienes razón, tal vez no estemos con él o con ella a todas horas, pero vamos a estar para cuando nos necesite, ¿Entiendes? El trabajo de un padre no significa estar detrás de un hijo a cada hora del día, significa estar ahí para cuando él necesite ese apoyo, que sepa y entienda que sus padres no van a juzgarlo jamás y que no importa que tan malos parezcan los problemas, estaremos ahí para abrazarlo, quererlo y entenderlo hasta el día de nuestro final ¿Lo comprendes? Así que deja de estar pensando en si podremos estar con él a cada rato, tal vez no podamos como ya lo dijiste y lo mencioné, pero cuando vaya a dormir estaremos a su lado, cuando necesite ayuda o cuando necesite amor estaremos a su lado, porque seremos sus padres y ese va a ser nuestro trabajo y si lo hacemos bien él o ella nunca, jamás en su vida, va a olvidar cuánto nos ama— Jin dijo con una sonrisa suave, intentando que NamJoon entendiera el significado de cada palabra dicha a través de su corazón, porque esa era su meta, darle a entender a su pareja que sin importar que sucediera, ellos estarían ahí.

Y NamJoon lo miró a los ojos con una expresión orgullosa y sus ojos llenos de cristalinos dejes de agua a punto de resbalar de sus maravillosos ojos café oscuro.

—Gracias, Jin-Hyung— Contestó con cariño, rodeando a Jin con ambos brazos y dejando que su aroma lo embriagara por completo hasta hacerle sentir seguro y pacífico con sus pensamientos.

Incluso quiso haber podido sacar todas sus emociones frustradas, sin embargo no lo hizo, porque en el momento en el que iba a abrir la boca para dejar salir otro mar de preocupaciones la puerta de su habitación fue tocada con dos manos diferentes al mismo tiempo.

Jin maldijo por lo bajo, debido al hecho de tener que salir de la comodidad que los brazos de NamJoon le proporcionaban y se levantó de la cama con desgana. Caminó hacia la puerta y giró la perilla hasta atraer la puerta hacia sí mismo y abrirla.

Nunca esperó ni pensó que frente a él estarían los otros cinco chicos con expresiones apesadumbradas en sus rostros y los ojos ligeramente achicados ante la pena.

—¿Se les ofrece algo?— Jin les cuestionó.

—Queremos ofrecerle una disculpa a NamJoon-ah— Dijo HoSeok, hablando con un quedo y suave tono de voz.

—¿Podemos pasar?— Cuestionó Yoongi.

SeokJin asintió y vio como ellos caminaban frente a su pareja.

—Lamentamos mucho... Haber peleado, NamJoon-Ah— Dijo Yoongi.

—No queríamos hacerte llorar... — Susurró TaeHyung.

— No volveremos a dejar que estés en el medio de nuestras peleas— Prometió JungKook.

—Nos sentimos mal por arruinarte el desayuno — Mencionó Jimin.

—Por eso... Queremos que nos perdones, por habernos comportado como un grupo de idiotas neandertales— Por último fue HoSeok.

— Hey, no hay problema chicos, no se angustien, lo que pasó ya pasó, se quedó atrás — Les contestó NamJoon con una sonrisa que los demás agradecieron y le devolvieron.

Pronto todo había quedado en el perdón sagrado del corazón de NamJoon y de esa forma los chicos pudieron irse a sus habitaciones a arreglar lo suyo.

Jin y NamJoon se recostaron nuevamente para darse besos y mimos que el moreno tanto necesitaba.

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¡ACTUALIZACIÓN OTRA VEZ! Yo sé, han de estar asustados, ¡pero no!, ¡No es el fin del mundo! Simplemente he tenido tiempo de actualizar y lo he hecho.

Espero que les haya gustado, ya saben que si así fue no olviden votar y comentar.

Hasta la próxima.

El embarazo de NamJoon || JinNamDonde viven las historias. Descúbrelo ahora