C I N C O

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"Revistas, Instagram, personas. La apariencia te importara, las críticas oirás, en duda entraras. Soluciones buscaras..."

Aby


—Es muy lindo —Yael miraba el vestido encantada mientras yo solo me perdía en mi lectura. — ¿Te lo has probado? —Yo baje mi celular y la mire.

—No tengo el cuerpo para ese vestido, solo míralo, es 5 veces más pequeño que mi dedo.

—Tal vez pensaron que tú eras de la talla de Taylor. —Me miró y yo suspire.

—O tal vez yo engorde demasiado. —me acomode y ella suspiro.

—En Nueva York suelen hacer prendas con menos tela por lo que son más pequeñas que una prenda de aquí.

—Mi ropa ya no me entra Yael, hace 3 semanas podía usar esta remera. —señale la que estaba usando.

—Es un bonito top y aun lo puedes usar.

—Era una remera común como la que tienes tú. —Ella mordió su labio y yo suspire. —Engorde demasiado, tan solo mírame.

—Has subido un poco de peso, pero aún te vez bien amiga.

—Gracias por intentar no destruir mi autoestima pero no ayuda. —Ella suspiro. — necesito bajar de peso urgente.

—Solo debes bajar esos kilitos de más y regresar a tu peso normal. —tome el vestido y lo apoye sobre mi cuerpo mientras me miraba al espejo.

—Solo al cuerpo de Taylor le quedaría esto. —Suspire —incluso a Él lo cautivará. Estoy perdida. —bufé.

— ¿De qué hablas? —me tire sobre la cama y negué.

—Nada. —oímos gritos y nos asomamos a la ventana.

—El entrenador de tu hermano es muy lindo. —Yo la mire y volví a mirar a Niall.

—Lo sé, pero tiene novia. —Me apoye contra el marco y ella me miró.

—Que lastima. ¿Por qué los mejores siempre tienen novia?

—Por qué la vida es una perra que le encanta hacer sufrir a la gente que más desea amar. — ella suspiro.

—Debo irme. —Me abrazo —te hablo al rato. —yo asentí. —cuídate ¿sí? Te quiero.

—Yo más...

Ella se fue y yo suspiré, no pude evitar seguir viendo a Niall, estaba junto a mi hermanito, pateando una bolsa de boxeo. Camine hacia la puerta y vi a Clarissa hablar con mi padre.

—No te sientas mal, le gusto tu regalo amor, solo que... Ha aumentado un poquito de peso.

—No quiero sonar mal bebe pero cuando me enviaste una foto de ella creí que era más delgada.

—Aunque Aby siempre ha sido de una talla algo grande si sé que ha aumentado un poco de peso. Ha estado encerrada últimamente y yo la he estado llenando de mucha comida chatarra. —Habló mi padre recostándose en el sofá.

—Tal vez deberías pedirle al entrenador para que haga algo de ejercicio, tal vez eso la saque de su habitación y la ayude a bajar esos kilitos de más. —El la miro.

—Es que no quiero obligarla a algo que ella no quiera, no he visto que tenga problemas con su apariencia y no quiero que lo tome mal. Además con su salud, los médicos mismos han dicho que no podrá bajar mucho por la retención de líquido.

—Te entiendo amor, no es sencillo.

—Tal vez podría conseguir un vestido de su talla actual para que no se sienta mal y cambiárselo sin que lo sepa. No quiero que mi bebé se sienta mal por una prenda. —cerré la puerta y me encerré en mi habitación, no quería seguir oyendo más de esa conversación.

Me miré al espejo y me desvestí, tomé el vestido y comencé a subirlo.

—Malditas piernas... —bufé, me miré al espejo y vi algo que detonó mi cordura.

Estaba peleando por entrar en un vestido el claramente no era de mi talla. Me quite todo y me mire de pies a cabeza. Solo podía ver una masa de imperfecciones, algo que jamás atraería a nadie, mis brazos estaban más grande al igual que mis piernas, mi cabeza parecía un globo e incluso tenía una papada muy desagradable.

No pude evitar llorar, era horrible, toda la realidad había caído sobre mí como un balde de agua fría.

Jamás había sido delgada, jamás había sido como las demás, siempre había sido una chica distinta y no había hecho nada por cambiarlo.

¿Quién podría quererme si yo misma me odiaba?

Seque mis lágrimas y me mire por última vez al espejo.

—Es momento de matar a esta Aby...

(...)

—Niall... —él se dio la vuelta y me miró para luego mirar a mi padre. — ¿Te molestaría entrenar a Aby? —Niall volvió a mirarme. —Aby me ha dicho que quiere hacer ejercicio y bueno, te pagaré por ello también.

—De acuerdo. —El asintió.

—Muchas gracias. —Mi padre entró a la casa y yo me quedé allí.

—Niall. —El me miró. — Siempre he sido gorda ¿verdad? —El trago saliva, iba a hablar pero lo interrumpí. — ¿Qué es lo primero que debo hacer?

—Aby... —Yo lo miré y el suspiró. —Bien, supongo que comenzaremos con el calentamiento, ¿te parece correr por el patio 5 vueltas? —Asentí y comencé a correr.

No podía evitar agitarme con rapidez, no había corrido hace mucho tiempo, estaba cansada y solo había corrido la 3 vuelta.

— ¡Vas bien Aby! —Niall golpeaba sus manos y parecía darme aliento.

Tome una gran bocanada de aire y seguí corriendo, solo me quedaba una vuelta cuando el comenzó a aplaudir con fuerza, saque fuerza y termine mis 5 vueltas por todo el patio.

—Lo has hecho genial. —Me acercó a mí con una botella de agua. — ¿Te encuentras bien? —no conteste y me tire al suelo.

—Cuando te diga... —Intente respirar —llama a la ambulancia. —Estaba muy agitada, el río y me extendió su mano.

—Es el primer día, verás que poco a poco lograrás más resistencia. —me sonrió. —Descansa un momento y seguiremos con otras actividades. —yo asentí y él se fue con mi hermano quien había terminado su parte.

A pesar del cansancio en mi mente solo tenía una imagen, el cuerpo ideal, un cuerpo sano, un cuerpo atractivo, un cuerpo como el de Taylor, aquel era mi objetivo...




👀👀👀
A partir de ahora si se viene lo bueno...

❤️Los amo❤️

Teenage Problems © |njh|Where stories live. Discover now