Capítulo Uno

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"Condenados los nuevos serán, si buena impresión no das, un infierno vivirás... "

Aby


Los nervios me consumían viva, otro año de escuela, otra escuela diferente, cada paso que dábamos era agrandar el nudo de mi garganta. Y pensar que solo me faltaban 2 años para acabar el secundario con mis mejores amigos.

Miré a mi padre quien estaba relajado mientras tarareaba la canción de la radio, no lo había visto en tanto tiempo y ahora vivía con él dadas las circunstancias.

Sabía que se estaba esforzando mucho por hacerme sentir lo más cómoda posible, pero no podía engañarme a mí misma, no era feliz en aquel lugar, no era feliz desde que ella se había ido.

El auto frenó frente el gran instituto lleno de jóvenes con hormonas disparadas, algunos más rebeldes que otros, demostrando su personalidad, o al menos eso se intentaba, a través de la forma en la que llevaban sus uniformes.

-Bien Aby. -Acarició mi mejilla y me sonrió con calidez. -Mártin vendrá a buscarte, prometo regresar temprano del trabajo pequeña. -Yo asentí y el me abrazó con fuerza. -Espero que tengas un excelente comienzo, princesa. -besé su mejilla y bajé del auto.

Su auto arrancó y el timbre sonó, a cada paso que daba podía sentir una mirada más en mí, me encogí de hombros, abrazada a mis libros y comencé a caminar con la vista en mis zapatos hasta entrar.

Parecía un mundo nuevo, donde todos tenían un propósito, todos excepto yo. Miré el papel que me había dado mi padre con las direcciones de mi clase y comencé a ver las puertas.

-Literatura 128. -Comencé a caminar como si estuviese en un laberinto, sabía que debía pedir indicaciones, pero era demasiado tímida para hacerlo.

-Disculpa. -Me sobresalté al oír esa voz y me dí la vuelta, era una joven de cabello rojizo que me miraba con una sonrisa. - ¿Necesitas ayuda?

-Emm... Sí, yo... Soy nueva y estoy buscando... Esta aula. -le entregué el papel y ella lo observó.

-Oh, claro, esa clase me queda de pasada, ven conmigo. -Me sonrió con amabilidad y yo la seguí. -Me llamó Yael por cierto.

-Un gusto, soy Abigail, pero puedes decirme Aby. -Ambas sonreímos.

-Tienes un nombre muy lindo, Aby. -Nos detuvimos en una puerta la cual claramente era del aula de literatura. -Bien, aquí es. Espero poder verte en el receso. -Yo asentí y sonreí.

-Muchas gracias por traerme Yael.

-Que tengas buen día Aby -se despidió para luego irse a su clase, golpeé la puerta y una mujer joven abrió.

-Tú debes ser la nueva alumna. Abigail Montier-Yo asentí y sonreí tímida. -Bienvenida a mi clase, pasa por favor. -Yo ingresé y todos comenzaron a murmurar entre sí al verme. -Bien clase, ella es su nueva compañera, Abigail Montier. Puedes sentarte allí. -Me señaló el lugar vacío y yo me acomodé. -Bien has llegado en un momento genial. Quiero que todos escriban una presentación de su persona, quiero que se expresen quienes y como son. Será genial para conocernos más entre nosotros y poder conocer a los nuevos. -Hablo apoyándose sobre su escritorio. -Les pondré algo de música para ayudarlos. -La música comenzó a sonar y todos comenzaron a escribir.

Desde pequeña siempre había sido muy amantes de la literatura y quería que mi presentación fuese original por lo que no lo pensé y simplemente comencé a plasmarme sobre aquella hoja frente a mí.

Luego de un tiempo la profesora detuvo la música y comenzaron a leer sus presentaciones.

-Muy bien, ¿Qué tal tú, Aby? ¿Podrías leer tu presentación? -Era muy tímida y odiaba leer en voz alta para todos, pero no tenía opción. Yo asentí y ella sonrió. -Bien, silencio por favor.

-"Hace 16 años nací, en un hogar de bajos recursos, hija de una niñera y un joven con talento para las artes. No soy de muchas palabras, me caracterizo por mi timidez y mi peculiar forma de no parecer presente. He vivido de hospital en hospital por mis enfermedades, he tomado remedios que jamás he creído que existían e incluso he oído muchas veces el "Tan joven y con tantos problemas de salud". Tengo una vida normal, no es sencilla, pero al fin y al cabo es la vida que me tocó, creo en el destino, tengo mis errores, virtudes y aspiraciones. Mis mayores aliados en los malos momentos son la música y la escritura. Por las noches lloro la perdida de aquellos que se fueron o que la vida se llevó, pero sé que siempre los tendré en mi corazón. Mi mayor ángel, es mi madre quien sé que me cuida y protege, este donde este. Espero cumplir mis sueños y hacerla sentir orgullosa, cueste lo que cueste..."- mi voz se había quebrado y las lágrimas habían comenzado a caer, intenté calmarme, pero sabía que había revelado todo mi dolor en una presentación.

Todos comenzaron a aplaudir, jamás lo había vivido y de alguna manera eso me hizo sonreír entre mis lágrimas.

-Muy Bien Aby, lo hiciste bien. -Me alentó mi profesora.

Me acomodé en mi asiento y sentí una mano en mi hombro, me di la vuelta y vi a una joven morena con una sonrisa.

-Tu presentación me gustó mucho, me llegó al corazón. -Habló con una sonrisa. -Lamento mucho lo de tu mamá. -Yo asentí y sé
sequé mis lágrimas. - Me llamó Victoria.

-Soy Aby. -le sonreí.

-Bienvenida al instituto, espero que podamos ser amigas. -Parecía muy amable, al parecer mi primer día no sería tan catastrófico como había pensado.

Tenía un leve recuerdo de mi antiguo instituto, el primer día había sido un completo desastre, los profesores me habían hecho pasar al frente y se habían burlado de mi por mi vergüenza, además de que mi uniforme se había manchado con agua pareciendo que me había orinado encima.

Sin duda, aquel día había sido una pesadilla que me había marcado de por vida, pero había aprendido que no debía dejarme llevar por las malas experiencias.

Y aquel día había sido el claro ejemplo, me sentía bien y eso me hacía sentir feliz.








👀👀👀
¡Hello!

Estoy super emocionada de comenzar esta historia 😄


Y bueno, nada más que decir...

❤️Los amo❤️

Teenage Problems © |njh|Where stories live. Discover now