Subió las escaleras a su habitación después de hacer una pequeña escala en la cocina y tomar un poco de agua, comenzó a desabotonar su camisa en cuanto estuvo al final de la escalera y entonces sonrió al notar un rastro de luz colarse por debajo de la puerta.

— Llegas tarde — escuchó el reclamo en cuanto cerró la puerta tras de sí una vez dentro de la habitación.

— Sabes perfectamente que tenía que dejar a Hyo Jin primero en su casa. Además solo estuve como por un par de horas, aún no es tan tarde... — respondió quitándose el fino reloj de su mano derecha y dejándolo en la mesita de noche.

Después de quitarse los zapatos, acercándose finalmente a la cama, se recostó en ella con cansancio y continuó hablando.

—... Aunque, lo más seguro es que tengamos que conseguir a alguien más, pronto.

— ¿Por qué? Creí que ella te gustaba, se ven bien juntos.

— Si, pero como todas, ya empieza a crearse historias en su cabeza y ya sabes lo riesgoso que puede llegar hacer eso — dijo con seriedad cerrando los ojos momentáneamente.

— Es una verdadera lástima.

— ¿El qué? Que no me pueda acostar con ella — comentó Hongbin con una sonrisa en sus labios, abriendo los ojos de nuevo para poder verlo.

— No, el que no te guste lo que tiene entre las piernas.

La risa de Hongbin inundó la habitación, pero de igual forma acercó su rostro al de Sang Hyuk y lo besó invadiendo su boca con la lengua, provocándole al menor que soltar un gemido sin permiso.

— Ayer no viniste — y estaba vez, fue el turno de Hongbin de reclamar en cuanto el beso terminó y regresó a la misma posición sobre el colchón.

— Sabes a la perfección que también tengo trabajo y a diferencia tuya, mi trabajo consiste en tener todo dispuesto para el día siguiente. No puedo andar de fiesta como tú.

— Pero yo soy la estrella.

— Sí, una estrella que oculta su verdadera identidad homosexual.

— Hyukie bebé, ya lo hablamos. Yo no puedo simplemente decir abiertamente que soy gay, porque eso...

— Destruiría tu carrera, lo sé — Hyuk lo interrumpió — es solo que hay veces en las que me gustaría acompañarte yo y no dejar que esas lagartonas te miren con deseo.

— Amor, ellas podrán desearme pero solo tú puedes tenerme — dijo Hongbin estirando una de sus manos para tomar una del contrario para acariciarla.

Con esa sola frase Hyuk dejó de resistirse, y aprovechando la posición de Hongbin se subió a su torso dejándolo debajo de él, friccionando su entrepierna para activar la de su novio, mientras lo besaba con hambre.

Cuando la ropa les estorbó y después de hacer las preparaciones previas con suficiente lubricante, Hyuk volvió a colocarse encima de Hongbin pero esta vez para penetrarlo con sumo cuidado, mientras soltaba un gruñido y escuchaba a la vez un gemido de parte del mayor, que se retorcía debajo de él. Con las manos firmemente posicionadas sobre el torso de Hongbin, Hyuk tomó impulso y comenzó a balancearse dentro y fuera de su novio. De este modo la vista para Hongbin fue más que excitante, sobre todo al notar el color carmesí en el que se tornaba el rostro blanquecino de su novio, por el esfuerzo que estaba haciendo.

Inmediatamente después de un par penetraciones rápidas, Hyuk llegó a su liberación en el interior de Hongbin, pero después de desplomarse directo sobre sus labios para poder besarlo con saciedad, sujetando el miembro de Hongbin el cual aún permanecía erecto, salió de su interior y se auto-penetró soltando esta vez él, un largo gemido.

— Mi turno — ronroneó Hongbin en el oído del menor.

Hongbin se levantó para quedar sentado, tomó a Hyuk de las caderas y lo ayudó con los saltos que este daba en su miembro, hasta que una fina capa de sudor se formó en el cuerpo de los dos.

Debido al aguante de Hongbin, Hyuk tuvo que sujetarse al mayor por lo cansado que se encontraba, porque estaba a punto de llegar a su segundo orgasmo de la noche. Entonces cambiando de posición, Hongbin recostó a Hyuk en el colchón y dando un par de penetraciones más, juntos llegaron al clímax.




* * *




Los días consiguientes al final de la grabación, fueron como unas mini vacaciones para Hongbin — aunque ya se encontraba en las negociaciones de un nuevo proyecto —. Sin embargo Hyuk no podía decir lo mismo, ya que el trabajo de asistente sólo terminaba cuando las grabaciones estaban completamente listas, convertidas en una película para ser distribuidas a los medios masivos.

— Luces cansado — comentó Hongbin antes de llevarse un nuevo bocado de comida a la boca.

— Agradécelo a todo el trabajo que tengo que hacer, y eso que aún me falta revisar los últimos cortes de la toma final.

— ¿Qué eso no es trabajo de Rina? — preguntó Binie tomando un sorbo de su bebida.

— Lo hacía, hasta que decidió involucrarse con Chen en la fiesta del otro día y desde entonces no se ha aparecido para nada.

— ¡Espera! Chen y Rina, vaya, eso sí que no me lo esperaba... — dijo sorprendido — ¿Y tú cómo lo sabes si ni siquiera fuiste a la fiesta?

— Pues ya ves — respondió con algo de indiferencia Hyuk, volviendo su atención al plato de comida frente a él.

Mi osito está cansado — canturreó Hongbin al ver el rostro del contrario.

— No me digas así, soy un hombre adulto.

— Claro, un hombre adulto que utiliza bóxer de animales para dormir.

— Ya deja de burlarte, además solo fue una vez que los use — Hyuk se defendió aventándole un poco de la comida que todavía tenía en el plato, dándole en la camisa.

— Si Hyuk, muy maduro — Hongbin respondió limpiándose, pero enseguida le regresó el disparo con un poco de arroz sobre una cuchara; pero el menor fue más rápido esquivándolo y el contenido de la cuchara fue a dar a la pared.

— ¡Esto es guerra! — gritaron los dos al mismo tiempo.

Comenzaron a aventarse la comida el uno al otro cual niños jugando en el patio de juegos, hasta que Hongbin terminó resbalando en el suelo mientras Hyuk se reía de él.

— Deberías ayudarme, en vez de burlarte — señaló Hongbin fingiendo enojo, pero riendo al final.

Hyuk se acercó a darle la mano para ayudarlo a levantarse, pero en vez de eso Hongbin lo atrajo hacia sí, provocando que el contrario le cayera encima, y así de esa manera embarrados de comida, se besaron saboreando la mezcla inusual de los restos de comida que tenían por todo el rostro, hasta que el sonido de la puerta de entrada los hizo detenerse abruptamente.

— ¿Quién crees que sea?

— Ni idea — respondió Hongbin bastante contrariado por la visita inoportuna.

Invisible [HyukBin]Where stories live. Discover now