Capítulo Seis.

Magsimula sa umpisa
                                    

Mientras Diego asumió un papel mucho más amistoso para con Veronica, Matt era el típico hermano protector que amenazaba a cualquier chico que se atreviera a mirar más abajo de los hombros de su hermana ciega.

Lo terrible, en su opinión, vino cuando se graduó. Había perdido un año por falta demasiado a clases por la depresión, por lo que había terminado en el grado paralelo a Diego a los 15 años. No le costó integrarse al salón, por lo menos no más de lo que le costó superar su depresión.

Ahora, él tenía 22 años, Diego 21, Veronica 18 y Jessie y Nadine 15 años, pero en el momento en el que se graduó tenía 19, Diego 18, Veronica 15 y Jessie y Nadine 12.

Había logrado apartar con mucho orgullo a cada imbécil que parecía que se iba a aprovechar de su hermana.-Entiéndase 'aprovechar' como mirar demasiado, tomar su mano, besarla o... Lo imperdonable.

No podía pensar en que ninguno de esos era apto para su hermana menor. Además, debía preocuparse de Jessie y Diego de Nadine, pero al ser Veronica la más vulnerable y la mayor, había que cuidarla al doble por lo que los dos imbéciles se preocupaban de que fuese imposible para su hermana conseguir novio.

Por eso, al año siguiente de su egreso, casi se desmayó al oír una conversación de su hermana y su madre.

"Necesito ir al ginecologo." Había dicho Veronica, que estaba a punto de cumplir 17 años, en Noviembre.

"¿Por?" Dijo su madre.

"Necesito que me de anticonceptivos." 

"De acuerdo. Voy a llamar y a agendar una hora."

La molestó por horas, junto a Diego, para saber exactamente para quien quería pastillas anticonceptivas.

Su primer impulso, fue mentir y decirles que era por el acné, lo cual no creyeron porque su piel no tenía acné. Luego, dijo que era para regular el periodo y eso dejó tranquilo a Diego, porque era personal y era lógico que quisiera esconderlo de ellos, pero Matt no se quedó tranquilo.

"¡Voy a quedarme con Anaís!" Dijo ella, un día.

"No puedes ir a la casa de Anaís a cerciorarte de que esté allí." Le dijo Diego, una hora y media después.

"Voy a ir a la casa de Anaís a cerciorarme de que esté allí." Respondió él.

No estaba allí. Lanzó una piedrita a la ventana de la habitación de Anaís y la chica, media dormida, le preguntó que qué quería.

"¿Está mi hermana?"

"No." Y volvió a la cama.

A la mañana siguiente, cuando Veronica había vuelto, Matt se encerró en su cuarto con ella.

"¿Quien es?"

"¿De qué hablas?"

"Tienes un chupón del tamaño de un melón en el cuello."

"¿Qué?" Se cubrió el cuello con una mano, mientras se ponía más pálida de lo que era.

"Es mentira, pero es confirma mis sospechas." Frunció el ceño. "Quiero el nombre, la foto y la dirección."

"Primero que nada, se llama Nico, segundo, ¿Para qué tendría una foto? No es como si pudiera mirarla, o a él ya que estamos en eso, o a ti. Y tercero, viene a almorzar el domingo, así que no es necesario que te de su dirección."

Sinceramente, le agradó el chico, pero nunca olvidaría que ese fue el que le quitó la inocencia a Veronica.

Ni lo otro. No, lo otro era mucho peor que solo quitarle la inocencia a Veronica.

Blind Spot, Weak Spot. (Di Angelo)Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon