Errores que se pagan caro

7K 593 215
                                    

ANTES DEL CAPÍTULO: Es muy necesario que lean todo el capítulo sin saltarse nada para que puedan entender que paso D: que lo disfruten :D

En la sala de espera del mejor hospital de LA se encontraban Shino, Kiba, Tsunade, Iruka, Kakashi, Madara, Sai e Hidan esperando las novedades del rubio vocalista de la banda que había sido ingresado en urgencias, ya llevaban más de tres horas sin noticias y la espera los estaba matando, Madara estaba sentado solo con el rostro oculto en sus manos pensando que hacer, como seguir adelante después de semejante tragedia, sentía que no tenía fuerzas pero se obligaba a mantenerse firme pues Naruto y se bebé lo necesitaban, era lo mínimo que podía hacer por Itachi, cuidar de su familia como si fuera la propia, Hidan estaba perdido, se negaba a creer que sus amigos ya no estaban, le parecía un mal sueño o una horrible broma, había apagado el teléfono, lo único que le importaba era saber si la rubia pareja de su amigo y su hijo no nacido estaban bien, solo eso. Sai estaba muerto de la angustia, intentaba no desmoronarse para no alterar a todos pero saber que su hermano del alma se debatía entre la vida y la muerte y lo mucho que estaban sufriendo por la pérdida de su amor lo ponían mal, muy mal. Iruka lloraba abrazado a Kakashi que simplemente le acariciaba la espalda, no tenia palabras para consolarlo pues ni el mismo sabia que hacer para sentirse mejor, si bien no conocía demasiado a Itachi, su "hijo" lo amaba con locura y su futuro esposo lo quería como a otro hijo así que estaba afectado porque sus dos personas más queridas sufrían. Tsunade estaba caminando de un lado a otro, quería saber cómo estaba su nieto y su bisnieto pero nadie decía nada y la ansiedad la mataba después pensaría como ayudar al rubio a superar la pérdida de su pareja, en ese momento solo le importaba su salud, Shino y Kiba estaban en silencio tomados de las manos esperando cualquier novedad rogando porque las cosas no se pusieran peor, las puertas del quirófano se abrieron dejando ver al cansado médico y todos se le acercaron.

- Hemos logrado estabilizarlo – dijo serio –casi sufre un aborto, nos ha costado mucho evitarlo – suspiro – lo dejaremos sedado un par de días pero a partir de ahora el embarazo es de alto riesgo – aclaro – necesita reposo absoluto y es probable que tengamos que hacer la cesaría cuando se cumplan los siete meses, no hay manera de que resista los nueve.

- Faltan cinco semanas para los siete meses – dijo Tsunade - ¿Cómo evitaremos que sufra otro intento de aborto en ese tiempo?

- Se quedara aquí – dijo el doctor – si al despertar sigue alterado voy a tener que sedarlo, es eso o sacar al niño ahora.

- ¿Cuáles son los riesgos? – consulto Madara serio.

- Si sacamos al bebé ahora no tiene muchas posibilidades de sobrevivir, sin embargo el padre no correrá demasiados riesgos, si el tiempo pasa y se produce otro sangrado existe el riesgo de perderlos a ambos, les doy unos minutos para decidir – lo dejo solos, se miraron entre ello, Iruka sabía que legalmente la decisión era suya pero ¿Cómo podía elegir entre la vida de su hijo o su nieto?

- Naruto no podrá vivir sin Itachi y su hijo – hablo Sai y todos lo miraron – si elijes su vida por sobre lo de su hijo sería lo mismo que matarlo ahora porque é no vivirá sin ellos dos – Iruka asintió, el sabía que su hijo adorado sufría de depresión y algo así lo dejaría muerto en vida, no dudaba que el doncel intentaría acabar con su vida

- Entonces debemos rezar mucho por ambos – dijo Iruka y se fue a buscar al médico junto con Kakashi que no lo dejaba solo por nada.

Mientras en la casa de Madara, Deidara velaba el sueño de su pelirrojo amigo e intentaba contactarse con su novio, sin suerte, Shikamaru le había informado que Naruto había sido ingresado en urgencias y que Madara estaba en el hospital pero cuando él llamaba al varón este no respondía, lo comprendía, lo conocía lo suficiente para saber que no quería hablar si no fuera necesario pero le preocupaba no estar a su lado para consolarlo y acompañarlo pero no podía ir al hospital, primero porque no podía dejar a su amigo solo y segundo porque su querido novio había ordenado que no lo dejaran salir de la casa, en su estado debía mantenerse lo más relajado posible dadas las circunstancias.

El Pecado de ser DoncelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora