El Prometido

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A la mañana siguiente fueron juntos a desayunar, ganándose un montón de miradas y cuchicheos.

- No les des importancia - dijo Ino sentándose junto a su nuevo amigo - si nos molestan es porque son unos idiotas - Naru asintió.

- No quiero que te quedes sola por mi culpa - dijo mirando su comida.

- Si estoy contigo no estoy sola - Naru sonrió con ganas y comenzó a comer, hasta que fueron interrumpidos.

- Buenos días - ambos miraron a Kiba que cargaba su bandeja - ¿puedo sentarme con ustedes? - los dos rubios se miraron y luego sintieron - gracias - Kiba se quedó mirando a Naruto un rato - lo siento mucho - dijo finalmente - por lo de ayer.

- Descuida, tendrás tus razones para no quererme cerca - la sinceridad de Naruto lo dejaba sin palabras.

- No las tengo la verdad - se confesó- solo me deje llevar por los prejuicios, pero quiero remediarlo, no pareces mala persona - Naruto sonrió ampliamente, iluminando todo el gran comedor. Kiba se quedo sin palabras, la belleza del doncel era irreal, le parecía una visión.

- Se te cae la baba - le susurró Ino divertida, pero Naru no la escuchó. Kiba salió de su ensoñación regresando a la realidad. Siguieron desayunando sin notar que un par de ojos ónice miraban la escena para nada felices.

- ¡oye fenómeno! - una manos golpearon la mesa y los tres levantaron el rostro para encontrarse con el Uchiha - ve por mi desayuno - ordenó - y no te equivoques - Naruto lo miraba anonadado, observó a sus nuevos amigos que negaron con la cabeza - ¡te eh dado una orden! - gruño Sasuke viéndose ignorado, Naruto solo suspiro, le sonrió con dulzura y se puso de pie.

- ¿Qué es lo que desea desayunar Uchiha-Sama? - preguntó con respeto sorprendiendo a todos por su semblante tranquilo y dulce.

- Un jugo de tomate y tostadas - dijo rápidamente sin quitarle los ojos de encima, el rubio hizo una reverencia y se retiro a buscarle el desayuno. Sasuke se sentó en la mesa, Ino y Kiba lo asesinaban con la mirada, pero no decían nada. Naruto regreso y con la misma sonrisa complaciente depositó la bandeja frente a Sasuke.

- Que tenga buen provecho - dijo para luego ubicarse en su lugar y seguir comiendo con sus amigos - Kiba-San ¿vas a ayudarme con el trabajo de historia? - preguntó haciendo ojitos a su nuevo amigo que se sonrojo y asintió.

- Kiba es bueno en historia - dijo Ino, notando que Naru ignoraba al Uchiha y que este se moría de odio - yo puedo ayudarte con otras asignaturas.

- Muchas gracias Ino-Chan - dijo sonriente - ¿y hoy que clases tenemos?

- Pues - dijo Kiba, pero no pudo seguir porque Sasuke se había puesto de pie y agarrando a Naruto del brazo lo sacó arrastrando del comedor. Lo empujo contra una pared.

- No quiero que hables con Kiba, ni con Ino - dijo serio - no quiero que hables con nadie - Naruto no respondió - ¿has entendido?

- Lamento no poder complacerlo Uchiha-Sama, pero usted no puede intervenir en mis relaciones sociales - dijo con educación, sacando a Sasuke de su casillas.

- Tú vas a hacer todo lo que yo diga - ordenó - ¿sabes por qué? - Naruto negó aunque ya se imaginaba el motivo - porque soy tu prometido - dijo con soberbia - tú padre te entrego a mí, soy tu dueño - las personas que estaban a su alrededor se quedaron con la boca abierta - ¿sorprendido?

- No tanto, cuando mi padre me anunció mi compromiso supuse que sería con un varón de una respetada familia - sonrió - no me había equivocado - el Uchiha sonrió de medio lado

- Entonces sabes cuál es tu lugar - repuso serio.

- Sé muy bien cuál es mi lugar, me han educado toda la vida para ser un esposo considerado y complaciente - Sasuke sonrió de medio - tengo que atender a mi esposo, apoyarlo, ayudarlo, atender sus necesidades, darle contención - Sasuke asentía - supongo que me perdí la clase que hablaba de obediencia absoluta y de que usted podría controlar a mis amistades - Sasuke lo miro incrédulo y luego lo empujo con fuerza contra la pared para arrinconarlo. El golpe le dolió mucho al rubio - y al parecer usted perdió las lecciones de respeto hacia su prometido.

- Que te quede claro Namikaze, eres mío y tienes que obedecerme, recuerda que le hago un favor a tu padre al casarme con un monstruo como tú - pensó que lo haría llorar pero estaba equivocado, el rubio estaba acostumbrado a escuchar cosas peores a esa.

- Lo sé Uchiha-Sama y por mi parte no hay problema si quiere romper el compromiso - Sasuke lo miro asombrado. A ese chiquillo le daba lo mismo casarse o no con él - estoy seguro que mi padre lo comprenderá, después de todo el mismo no soporta tenerme cerca - todos los que rodeaban a la pareja se quedaron mudos al escuchar al doncel.

- ¡Namikaze! - voltearon a ver a quien hablaba, era el sensei Hatake Kakashi - acompáñeme - el rubio asintió y lo siguió hasta su oficina - toma asiento - obedeció - no pude evitar escuchar lo que hablaban ¿es verdad? - Naruto no comprendía y se lo hizo saber con una mirada - ¿es verdad que tu padre te desprecia por ser doncel?

- Si sensei, desde el día que lo supo he dejado de ser su hijo para volverme un estorbo - intento sonreír pero se notaba que le dolía lo que pasaba.

- ¿Y te prometió con Sasuke? - un asentimiento - ¿quieres casarte? - elevo los hombros, no había pensado si quería o no, solo sabía que tenía que hacerlo. Kakashi sintió compasión por el rubio - ¿tienes algún sueño Naruto? - el rubio lo miro sorprendido.

- No comprendo.

- Un sueño, un anhelo, algo que desees hacer con tú vida. - Naruto negó.

- Yo... debo ser un buen esposo - respondió en automático.

- Pero... ¿es eso lo que quieres? - la duda surgió en el rubio - ten - le entrego un libro, Naru leyó el titulo "El Principito" - Léelo y luego me dices que piensas - asintió - y a medida que lo leas quiero que pienses que quieres hacer con tú vida, porque - lo sujeto de los hombros - obedecer a tú padre no es la única opción - eso lo desconcertó aún más, no había nada más para él que casarse, porque una abominación como él no podía pretender tener una vida común, con sueños comunes. Eso le habían enseñado y eso creía, por eso cuando era niño, antes que todo cambiara soñaba con ser cantante, pero ahora no podía, ¿Quién querría escuchar cantar a un monstruo? Kiba noto que estaba muy distraído en las clases y en el recreo le pregunto:

- ¿te regaño Kakashi-sensei? - negó - pero te dejo pensando - asintió.

- ¿Tú qué piensas que alguien como yo podría hacer algo más? - pregunto, Kiba no entendía.

- ¿Alguien como tú? ¿Algo más? - pregunto el castaño

- Ya sabes... alguien de mi condición - Kiba comprendió a lo que se refería y lo pensó.

- La verdad no lo sé eres el primer doncel que conozco y ya sabes que por estos lugares hablar de eso es mala palabra - el rubio asintió - pero - se puso de pie y le tendió la mano - se donde podemos investigar - Naruto no comprendía pero asintió y se fue con él, corrieron por los pasillos tomados de las manos, dejando a muchos con la boca abierta. Llegaron a las habitaciones de los varones y Kiba lo llevó a la suya. Encendió su ordenador y se conecto a internet - vamos a buscar aquí.

- ¿Ahí? - preguntó el rubio incrédulo.

- Si - dijo más incrédulo Kiba - aquí esta toda la información del mundo - Naruto abrió los ojos como platos y se ubicó, se saltearon las clases y se pasaron todo el día investigando y sorprendiéndose por lo que descubrían.

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realmente me siento un poco mal por el pobre de Naru :(

comenten que le pareció :)

El Pecado de ser DoncelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora