El Pecado de ser Doncel

Un regreso inesperado

L a locura se había desatado luego de la presentación en la entrega de premios los donceles eran acosados por su fans y por la prensa que estaba a la caza de cualquier noticia.

- Esto es agotador ttebayo - Naruto hablo agitado dentro del coche que lo esperaba, Sai estaba dentro, ambos habías corrido en el centro comercial cuando una horda de fanáticas enardecidas se les había lanzado encima - muchas gracias Hidan-san - dijo el rubio al chofer del coche que solo sonrió de medio lado

- No tienes que agradecerme Naru-chan - hablo animadamente - no podía permitir que estas locas los tocaran y lastimaran - Naruto asentía mientras su respiración regresaba a la normalidad - Itachi me mataría, a demás - miro a Sai que iba en el asiento del copiloto - no puedo dejar que maltraten a mi gruñoncito ¿verdad?

- Cierra la maldita boca Hidan - reclamo Sai intentando ocultar el sonrojo que amenazaba con cubrir sus mejillas - no soy tuyo y no soy un gruñón.

- Yo creo que si lo eres ¿verdad Naru-chan? - pregunto divertido, le encantaba enojar al doncel.

- De que es un gruñón no hay duda, pero de que te pertenezca no me parece - Hidan fingió sentirse dolido - por ahora por lo menos quien sabe que puede pasar luego - le sonrió guiñándole un ojo. Hidan sonrió y Sai le golpeo la pierna, siguieron el viaje hacia la casa de los donceles molestando al azabache que sentía que podía asesinar a su mejor amigo y al tipo que se decía su futuro esposo en esos momentos, apenas el coche se estaciono Sai bajo casi corriendo para ingresar a la casa - si te gusta en serio tienes que tener paciencia - dijo el rubio, el varón asintió - ¿quieres cenar con nosotros?

- Sai va a asesinarnos si seguimos molestándolo - comento divertido

- Entonces no lo molestes - Naru se bajo del coche - creo que ahora deberías ignorarlo - Hidan lo observo extrañado - ya sabes Sai pensara que ya no te interesa y comenzara a interesarse en ti - Hidan apago el coche y se bajo - según Dei eso funciona casi siempre - ingresaron a la casa - ¿Tú qué opinas?

- Opino que acabas de volverte mi mejor amigo - lo abrazo por los hombros - y que voy a pedirle más consejos a Deidara.

- Es el mejor, sabe muchas cosas - hablo Naru - aunque nunca pone en práctica lo que predica - elevo los hombros - como sea, voy a cambiarme y luego a cocinar, estás en tu casa, Itachi seguro llega en un rato - Hidan asintió y se dirigió a la sala, Naruto fue a vestirse a su habitación y luego bajo a la cocina para comenzar a cocinar, el peliblanco lo siguió, le gustaba charlar con el doncel.

- ¿Y cómo van las cosas con Itachi? - pregunto mientras lavaba unos vegetales para ayudar un poco, Naruto se sonrojo y una enamorada sonrisa apareció en su rostro - parece que bien.

- Es perfecto - dijo sin mirarlo - hay veces que quiero matarlo pero la mayor parte del tiempo me derrito de amor - Hidan sonrió.

- Es alguien especial - hablo el varón - y hacen una bonita pareja.

- Gracias - dijo feliz - aunque no lo creas el que me digas eso es un alivio y una gran alegría.

- ¿Por qué? - cuestiono interesado Hidan.

- No lo sé - cerro los ojos - a veces pienso que no estoy a su altura, y que él debería estar con alguien mejor que yo - suspiro - yo sé que me ama, pero no puedo evitar sentirme inseguro, eh pasado mucho tiempo sintiéndome una basura y me es difícil aceptar que un hombre como Itachi me quiera a su lado.

- No tenía idea Naruto - hablo serio- supongo que tu pasado no fue el mejor y no voy a pedirte que hables de eso, simplemente voy a decirte - lo tomo de los hombros para que lo mirara a los ojos- nunca eh conocido a alguien como tú, sacando el hecho de tu deslumbrante belleza física - el rubio se sonrojo - eres una persona pura - le señalo el corazón - a pesar de que te conozco hace poco me ah sido imposible no encariñarme contigo, con tu sola sonrisa puedes iluminar el día mas oscuro que uno tenga y estoy seguro que no soy el único que piensa eso. Itachi es muy afortunado de tenerte, nunca lo había visto tan feliz, desde que lo conozco un aura negra y amarga lo cubría pero ahora lo veo brillar y eso es por ti, así que te recomiendo que dejes de pensar de esa manera, cualquier hombre seria dichoso de tenerte y mi amigo no es la excepción ¿Lo entiendes? - el rubio asintió con los ojos brillosos por las lagrimas que se iban amontonando con ellos, el intentaba sentirse seguro pero habían días en los que su pasado lo atormentaba y recordaba como lo habían convencido de que el no valía nada.