Eran bastante estrictos, y que se escapara todos los días para pasar tanto tiempo en el bosque no les acababa de gustar.


—¿Por qué ese ceño fruncido? —preguntó Peter cuando oyó el coche llegar. Liam se sorprendió de que lo esperara bajo su forma humana. No sabía si agradecer que estuviera vestido.

—Qué susto, ¿qué haces de humano?

—Tenía ganas de preguntarte qué te pasaba; muchos hemos notado que algunos días, y más últimamente, estás algo taciturno cuando vienes. ¿Pasa algo?

—Mis padres —resopló pasándose una mano por el pelo—. Hacen muchísimas preguntas y estoy harto de tener que escabullirme para poder venir aquí, porque sé que les parecería mal. No entiendo por qué le tienen tanto asco a los lobos. Bueno, en parte sí, son ganaderos de toda la vida y su enemigo desde siempre ha sido el lobo, por eso no les gusta que vaya al bosque solo.

—¿No saben que quedas con lobos? —preguntó Peter con media sonrisa.

—Me matarían si se enteran —dijo correspondiendo al gesto del hombre lobo.

—¿Saben que tienes protección?

—No creo que lleven bien que vaya a ver a un hombre lobo después de clase, la verdad.

—Pero si soy de lo más formal —bromeó Peter.

—No creo que tampoco casen con la idea de que seas bastante mayor que yo.

—Bueno, sigue guardando el secreto de que me vienes a ver, diles que te has echado novia. Estás en la edad.


Liam rodó los ojos pero sonrió, cogiendo un libro del asiento del copiloto y yendo hacia su sitio favorito del bosque, seguido por Peter.


***


Llegó un momento dado en el que Liam había dejado de ir al bosque a ver a los lobos, o a leer tranquilamente. Pasó a ir a charlar con Peter. Otros días a pasear con Peter. Llegó el día en el que le robó un beso al hombre lobo, sin saber muy bien por qué se sentía tan atraído por él.

Cuando le confesó esa atracción, Peter tan sólo sonrió y le dijo que la entendía, porque él también la sentía, por lo que Liam no se sentía tan bicho raro.


Peter comenzó a ir por las noches a su habitación, robándole besos hasta bien entrada la madrugada, deseando no tener que separarse de él en ningún instante, pero Liam tenía que volver a clase, tenía una vida corriente, no podía estar siempre con el hombre lobo.

O sí.

Peter frunció el ceño cuando vio frenar bruscamente el coche de Liam en la entrada del bosque, y se levantó al verlo ir hacia él con rapidez. Algo sucedía, los ojos del joven eran como un libro abierto para él.


—No podía soportarlo más, Peter. Necesito quedarme aquí contigo.

—Liam, no tomes decisiones de golpe de las que te podrías arrepentir...

—Estoy embarazado joder. El médico me ha dado la noticia, y ha llamado a mis padres. Me he ido antes de que pudieran retenerme. Tengo que quedarme contigo, Peter, de verdad...

—Espera, ¿embarazado? —murmuró el mayor abrazando al otro, dejando que el aroma de Liam lo rodeara, relajándolo. Era un bálsamo para él.

—El médico ha empezado a decir que estoy totalmente fuera de mis cabales, que me controlas, y que creo que te amo pero que lo hago porque me has hecho algo, pero no, no podía soportar sus mentiras, y mis padres ahora me están buscando. No sé cómo demonios estoy embarazado si antes de hacer nada contigo no lo había hecho con nadie, y de todas formas la única criatura sobrenatural que conozco eres tú, así que no creo que los hombres pasivos por norma general se queden embarazados...

Wolf out [m-preg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora