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Comenzaron a salir. No podían estancarse en la época de sólo cafés porque a ese paso iban a acabar con unas ojeras hasta el suelo de no dormir. Así que, fueron a cenar. Y fueron al parque. También fueron a una exposición de arte, y cuando Stiles empezó la universidad, se hicieron fotos juntos con su flamante móvil nuevo.

Estaba pletórico. Derek le hacía detalles que nadie nunca le había hecho, y aquella cosa de leerle el pensamiento le hacía colgarse cada vez más de él. Después de una semana dura en la universidad, las citas con Derek los viernes le hacían enfrentarse a todo con ganas, y aquella semana no era diferente.


Derek le había dicho que le daría una sorpresa, que le enseñaría su trabajo, allí donde pasaba las tardes hablando por el Whatsapp con Stiles. Se moría por saber más cosas de él, y que quisiera mostrarle a que se dedicaba lo tenía pletórico.

Salió de su habitación para dirigirse a la puerta principal, donde cogería un autobús hasta casa de Derek, pero al salir le sorprendió ver al moreno esperándolo, sentado en uno de los bordillos del mini jardín que allí había. Sonrió ampliamente al verlo, ya que no se esperaba la sorpresa.


—¿Qué haces aquí? —preguntó acercándose al hombre, que llevaba una sudadera holgada y una camiseta blanca debajo.

—No tenía mucho trabajo y he venido a recogerte. Espero que te haya gustado la sorpresa —comentó dándole un beso cuando el castaño llegó a su altura. "Qué ganas tenía de verlo, joder" dijo la voz de Derek en su cerebro, provocándole que se mordiera el labio. Él también tenía muchas ganas de verlo.

—Me ha encantado. No me lo esperaba y ya estaba preparando la música para el autobús —dijo enseñándole los cascos que llevaba en el bolsillo.

—Bueno te puedes ahorrar el trayecto: vamos directamente a la consulta.


Stiles sonrió, feliz de haberlo visto antes de lo que esperaba y encima poder ver lo que -por lo que intuía- sería la consulta de un médico más guapo que los de Anatomía de Grey. Siguió a su novio hasta su plaza de aparcamiento y se montó en el asiento del copiloto del flamante Camaro, sonriendo como un niño pequeño.

Derek arrancó y condujo a través de algunas sinuosas calles, mientras el castaño revisaba twitter y le contaba más de un cotilleo de la facultad, cosa que pese a que a Derek no le incumbiera, le gustaba la forma en que el otro las contaba y le ponía al día.


Aparcó el coche y se bajó, mientras que Stiles se quitaba el cinturón y seguía leyendo una noticia del periódico local. Entró en el edificio siguiendo a Derek, sin fijarse en nada más de su alrededor.

Perdió de vista a Derek y lo buscó con la mirada, frunciendo el ceño al ver los pósters de animales en las paredes, y vio la cabellera oscura de su novio de espaldas, antes de agacharse y ver que acariciaba a un perro negro con la lengua fuera.


Su instinto fue el de quitarse de en medio, desaparecer, pero Derek lo vio y lo llamó con una sonrisa, con lo que él negó violentamente con la cabeza, porque su novio seguía acariciando con parsimonia a aquel perro.

Al ver lo pálido que estaba el castaño, Derek se incorporó y caminó hacia él con el ceño fruncido, preocupado. Intentó cogerlo de los brazos pero Stiles recordó cómo acariciaba al perro, con lo que caminó hacia atrás, dándose contra la pared en la cabeza.


—¿Sti? ¿Estás bien? —preguntó el moreno, cada vez más asustado por su reacción, ya que nunca lo había visto así.

—Necesito salir de aquí —murmuró con horror, con la vista fija en el perro que lo miró fijamente como si sonriera. "Ojalá ese tipo tan raro tenga también galletitas" resonó en su mente. Supuso que había sido el perro. Tembló de arriba abajo.

Wolf out [m-preg]Where stories live. Discover now