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Que le doliera que Stiles quisiera alejarse de él no iba a hacerle olvidar lo que el médico le había dicho. Estaba embarazado. Y no era el primer caso. Debía investigar qué demonios pasaba para que aquel hecho inédito, aquella aberración a la naturaleza -porque un hombre no podía concebir- estuviera dándose en el castaño.

El médico tendría los informes, pero él tenía la capacidad de buscar al hombre lobo que había fecundado a un chaval y luego lo había asesinado. No sabía en qué circunstancias se dio aquel caso, pero llegaría al fondo del asunto.


Llevaba tres días enfrascado en su búsqueda, dispuesto a encontrar algo clarificador, mientras el silencio en su móvil le hacía preguntarse cómo estaba Stiles, porque una cosa era que hubiera aceptado su licantropía, y otra muy diferente era que estuviera bien al saber que llevaba un lobo en su interior.

Su lobo. Porque también era parte de Derek.

Le dejaba mensajes en el teléfono, aunque veía que Stiles llevaba sin conectarse todos aquellos días, y decidió por última instancia ir a Idaho a descubrir la historia. A saber a lo que se enfrentaba.


—Hola Stiles, ya sé que es el enésimo mensaje que te dejo en el buzón de voz, pero me gustaría contarte que voy a llegar al fondo de este asunto, voy a saber qué pasó en Idaho y cómo nos afecta. Sé que esto te tiene algo nervioso, pero quiero que sepas que yo estaré a tu lado siempre, aunque no me quieras tener cerca. Pienso cuidarte, y cuidaré lo que ha salido de nuestra unión... simplemente cuídate, ¿vale? No es una despedida, porque jamás estaré preparado para decirte adiós ni para rendirme en lo que tenemos, pero sí quiero que sepas que estaré incomunicado, ya que al llegar a Idaho estaré incomunicado. Voy a ir como lobo, y en cuanto termine mi tarea volveré a ti... siempre volveré a ti, porque te quiero, y eres lo único que tengo en mente a todas horas. Cuídate, y espero que cuando vuelva seas capaz de mirarme a la cara. Te contaré todo lo que averigüe, y lo que no te cuente podrás leerlo, ya sabes.


Derek colgó el teléfono y suspiró, mirando la ventana del piso de arriba de la residencia Stilinski. Stiles había decidido estar unos días con su gente, alejado de la universidad. Eran las cuatro de la mañana, y su avión salía a las seis. Frunció el ceño, y con una resolución en mente, escaló por la fachada hasta entrar por la ventana de su novio.

Se quedó unos segundos mirando al castaño, que dormía boca arriba con el ceño levemente fruncido. Se acercó y se agachó junto a él, contemplando el rostro que tenía a todas horas en su cabeza.


Le dio un leve beso en la frente, acariciando su pelo y aspirando su aroma una vez más, sonriendo al sentir un poco diferente su esencia, más... lobuna.

Si por él fuera se hubiera quedado toda la noche allí, viéndolo dormir, pero debía saber los detalles del hombre lobo de Idaho, y del chico asesinado tras dar a luz. Lo contempló unos segundos más y saltó por la ventana, entrando en el coche y dirigiéndose al aeropuerto.


Stiles se despertó. No sabía si lo había soñado, pero hubiera jurado que sintió una presencia en su habitación. Desde que había decidido alejarse de Derek, lamentaba a todas horas estar lejos de él, ya que sabía que lo entendería mejor que nadie. Su familia y amigos no dejaban de hacer suposiciones sobre su "enfermedad", y quien mejor podría cuidarlo y entenderlo estaba hablándole y dejándole mensajes, y Stiles tenía tanto miedo de haberla cagado para siempre con Derek que prefería no saberlo. No escuchar lo que tenía que decirle.

Pero lo echaba de menos. Y siempre lo sentía cerca.


***


El vuelo fue corto, y se dirigió al hostal que había reservado durante una semana, y le dijo al dueño que quizás tendría que quedarse más. Como era una pequeña casa a modo de hostal, el hombre le dijo que no había problema, siempre y cuando pagara la semana por adelantado. Los demás días extras los pagaría al final.

Se fue a "descansar", como le dijo al hombre, pero en realidad dejó todas sus cosas, se desvistió y se transformó en lobo, saltando por la ventana y cayendo en los arbustos de debajo. Se desenredó de éstos y comenzó a adentrarse en el bosque, identificando olores nuevos que iban apareciendo.


No sabía por dónde empezar a buscar, pero en el momento que encontrara a un lobo podría preguntarle sobre el caso, por lo que aún era demasiado temprano. Los licántropos dominaban la noche.

A medida que iba oscureciendo, el resto del bosque parecía cobrar vida. Nuevos sonidos, nuevas sombras que hacían que cada árbol lo estuviera observando. Pero se quedó quieto al entender lo que de verdad le estaba mirando.

Se sentó sobre sus patas traseras y aguardó que la luna iluminara el claro. Cuando lo hizo, por fin descubrió por qué se sentía observado. Una manada de lobos lo estudiaban a escasa distancia. No parecían hostiles, al menos no tanto como podría creerse. En ese momento mostraban curiosidad, y Derek se mantuvo quieto, esperando a que le dieran el visto bueno.


"¿Eres hijo de la noche?" preguntó alguien en su mente. Normalmente la manada se comunicaba de esa manera, aunque Derek no era parte de ella, así que lo habían incluido en la red para saber quién era.


Respecto a que si era hijo de la noche... lo decían porque era negro azabache, y por lo que estaba viendo, aquellos lobos eran de colores claros. Sería un hecho bastante raro ver a un lobo negro, según estaba entendiendo.


"No, soy de otro estado. Soy un omega, no tengo manada, pero he venido aquí en busca de respuestas."

"No ayudamos a lobos sin manada, Nuire."

"No busco entrar en la vuestra sólo quiero saber."

"No mereces saber nada, puedes usarlo en nuestra contra."

"Quiero saber sobre el chico embarazado" gruñó Derek en su mente, para obtener el silencio de todos los que estaban haciendo ruido en su cabeza. Un lobo gris se adelantó, con aspecto desolado, y Derek no entendía por qué.

"¿Cómo sabes esa historia, Nuire?"

"Ha ocurrido algo parecido en California. He dejado embarazado a un chico. Él es mi verdadera manada, y quiero saber por qué el chico embarazado murió."

"El chico que murió era también mi única manada" explicó el lobo gris, y a continuación cerró los ojos. "Que Liam quedara embarazado fue su condena. Cuando nació el cachorro, vinieron a matarlo."

"¿Vinieron? ¿Quiénes?"

"Los mismos que te condenaron tanto a ti como a mí a vivir de humanos. Son los que reestablecen el orden en las manadas, los que no permiten que los lobos se mezclen con humanos. Porque salen cachorros especiales, como lo fue mi cachorro, y como lo será el tuyo."

"¿Dónde está tu cachorro?"

"Muerto, Nuire. Como lo está Liam, hace casi veinte años de aquello y todavía lo echo de menos. Mi parte humana murió con mi mate. El dolor es insoportable, y me negué a volver a ser humano, ya que él no está."

"¿Mataron al cachorro?"

"Se lo llevaron, pero estoy seguro de eso. No permitirían que una aberración como esa siguiera viva. Y tu cachorro correrá la misma suerte."


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Nuire es el mote que le han puesto porque es la mezcla de noir (negro) y nuit (noche) del francés (están en la frontera de EEUU con Canadá, y en Canadá también se habla francés por eso el juego de palabras.

Wolf out [m-preg]Where stories live. Discover now