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Stiles recogió su móvil después del momento de confusión, viendo que era imposible montarlo de nuevo. Ya era hora de jubilarlo, desde luego, pero no había podido hacer copia de seguridad, ni rescatar las notas de la memoria interna... pero así tenía la excusa perfecta para pedirle otro teléfono a sus padres antes de irse a la universidad. El chico moreno parecía realmente consternado por lo que le había hecho al móvil del otro.


—Mierda, lo siento... no mirabas por dónde ibas y yo estaba distraído, pero no espero que alguien venga por una esquina sin mirar...

—Ya, perdona, es que tenía ganas de irme del sitio en el que estaba —repuso encogiéndose de hombros—. No es como si no pudiera comprarme un móvil nuevo: ya tengo la excusa perfecta.

—¿No quieres que te pague la reparación? —preguntó el moreno mirando al teléfono.

—¿Qué dices? No, no, estoy harto de este móvil. —El otro levantó la vista y frunció el ceño. "No me puedo creer que no esté enfadado". Stiles sonrió ante aquello que el otro chico pensó, pero seguía captando frases del pensamiento del otro "pero no dejes que se vaya así, Derek, invítalo, algo, por las molestias"—. Pero podrías invitarme a un café —dijo el castaño encogiéndose de hombros—, por las molestias. —La sonrisa del otro -Derek, según la voz le había dicho- llenó su cara y Stiles solamente pudo corresponderla como un idiota, aturrullado ante la imagen.

—Por supuesto.

—No funciono sin café, allí delante está mi cafetería favorita.

—Vamos entonces, yo invito —repuso el otro, empezando a caminar mientras Stiles se guardaba en el bolsillo su móvil roto—. Por cierto, me llamo Derek —comentó tendiéndole la mano. El otro se la estrechó.

—Mi nombre es muy feo, pero me llaman Stiles —dijo estrechándosela.


Fueron andando en silencio, llegando a la puerta de la cafetería que había sugerido el castaño, y se sentaron en una de las mesas de las que tenían sillones. La camarera que estaba por las mesas se acercó a tomarles nota, y tras pedir el café correspondiente, se quedaron en silencio contemplando otras cosas que no eran el otro que tenían en frente.


—¿Puedo preguntar de dónde venías para huir tan despavorido? —inquirió el moreno sonriendo levemente. Stiles levantó la vista, encontrándose una vez más con sus ojos. "¿Me tomará por un cotilla? Tampoco quiero que me cuente su vida, no soporto estar en silencio". El castaño rio en voz baja y luego suspiró.

—Si te digo la verdad, venía de ver a la psicóloga. —"No puede ser verdad que este chico tenga algún problema mental. ¿Qué será? ¿Hiperactividad?". Stiles sonrió de medio lado y desvió la vista—. Aunque parezca que soy hiperactivo, es por algo de la infancia.

—¿Mojabas la cama? —preguntó Derek frunciendo el ceño, y el castaño sin mirarlo pudo ser capaz de oír la hostia mental que se dio el moreno—. Perdona... no pretendía ser irrespetuoso.

—No pasa nada —comentó Stiles moviendo la mano, quitándole importancia—. Es lo típico, ¿no? Pero es por un trauma infantil. —No sabía por qué le contaba aquello, pero aquel tío tenía algo que le hacía querer contárselo. Suspiró sonoramente—. Digamos que es algo con lo que sigo teniendo pesadillas.

—¿Testigo de algún asesinato? ¿Bullying? No se me ocurre nada más.

—Eso mejor lo dejamos para otro día.

—¿Otro café? —"¿En serio me está proponiendo de quedar de nuevo?". Oyó su voz en cuanto lo miró a los ojos.

—Exacto, el móvil lo pagarás a base de varios cafés.

Wolf out [m-preg]Where stories live. Discover now