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Cuando le dieron el alta se marcharon a la casa de Derek. El médico quiso impedir que el moreno fuera el que se llevara a Stiles, pero tras una charla con él -al principio algo violenta sin llegar a las manos, luego le explicó lo que había averiguado en Idaho- pudieron irse sin problemas.

Stiles le explicó a su padre dónde iba y con quién, y a pesar de las quejas, él era mayor de edad, por lo que le dijo que simplemente le informaba de su decisión. Colgó el teléfono y se giró hacia Derek, que dejaba su maleta en la entrada y se iba hacia la cocina.

—¿Qué te apetece cenar?

—No tengo hambre —admitió Stiles, acercándose al moreno y pasándole los brazos por la cintura—. Te he echado tanto de menos que lo último en lo que pienso es en comer.

—Pues deberías tomar algo, aunque no lo hagas por ti —dijo dirigiéndole una significativa mirada a la barriga de su novio. Stiles suspiró y sonrió levemente.

—Sabes cómo convencerme.

—Lo que me extraña es que estés tan tranquilo después del gran shock del tema embarazo.

—Supongo que ya me he acostumbrado a lo sobrenatural. Lo acepté cuando supe que tú eras un lobo, y supongo que me adapto a todo porque te quiero. Y el embarazo me ayuda a comprenderte, he entendido tu dolor cada vez que por mi estupidez te alejo de mí, en lugar de dejarte ayudarme.

—Errar es de humanos, y también de animales, así que no te culpes por equivocarte. Todos lo hacemos.

—Exacto, tú deberías haberme contado lo del nudo antes de pegarme el susto de mi vida desmayándote sobre mí.

—No quería causarte un infarto contándote que se me hincha la polla sólo contigo. —Stiles se echó reír y ayudó a su novio, poniendo una sartén con aceite mientras Derek se decantaba por carne congelada, ya que no tenía nada en el frigorífico. Stiles lo miró ceñudo.

—No va a dar tiempo a que se descongele.

—Lo meteré en agua caliente.

—Eso estropea la carne y corta la cadena de frío.

—Vale, experto, ¿entonces?

—Pedimos algo de comer y mañana nos comemos la carne. —Derek resopló y puso la carne en una bandeja, para que se descongelara durante la noche.

—Elige tú.


Acabaron pidiendo comida china, a pesar de que el moreno se quejara que no era saludable para el bebé, pero se tuvo que callar al ver a Stiles comer con ganas, como si llevara semanas sin probar bocado.

Cenaron viendo una película, más bien entretenidos en hablar el uno con el otro, poniéndose al día sobre las cosas tontas, la charla importante llegaría cuando no tuvieran una peli mala de fondo.

Al terminar, Stiles apoyó el codo en el respaldo del sofá y miró a su novio atentamente. Derek enarcó una ceja sin comprender.


—¿Me vas a contar qué has descubierto en Idaho?

—Oh, claro —comentó Derek girándose hacia él—. Encontré a la manada de la cual pertenecía el lobo que fecundó al humano. Y, como yo ya sospechaba, ese lobo no mató al humano, porque era su mate, como yo jamás podría matarte. Me resultaba bastante extraño que mataran al chico que llevaba descendencia de la manada, y ahora sé que pasó. Hace bastantes años mataron al humano y al cachorro, y joder, aquel lobo destilaba tristeza, era contagioso.

—Si no fueron ellos, ¿quién los mató?

—Hay una manada de Nebraska que no conciben que haya nadie más poderoso que ellos, y la unión entre un lobo y un humano sería lo más poderoso que su mente concibe, por la rareza de que un embarazo masculino se produzca, supongo.

Wolf out [m-preg]Where stories live. Discover now