11

7.8K 1.2K 94
                                    

La ambulancia llegó bastante rápido. Derek seguía vivo, ya que le había tomado el pulso y aunque lo notaba débil, lo bueno era que estaba vivo, a pesar de estar inconsciente. Lo había vestido como había podido -no quería que lo encontrasen desnudo- y él se había duchado a toda prisa.

Lo montaron en el vehículo y el castaño fue con ellos. Le explicó al paramédico que estaba comprobando el pulso de Derek lo que había ocurrido, y lo tranquilizó diciéndole que habría sido una bajada de tensión. Stiles también le dijo cómo habían estado aquel tiempo atrás, lo que hizo que la bajada de tensión como explicación cobrara fuerza.

Llegaron al hospital y lo llevaron a planta, pidiéndole a Stiles que esperara en la sala de espera. Había cogido el móvil de Derek, y buscó el contacto del hombre que lo había abordado a la salida de la universidad. Se equivocó un par de veces, pero finalmente reconoció la voz.

—¿Hola? Soy... soy Stiles, el novio de Derek, he tenido que llamar a una ambulancia porque se ha desmayado y...

¿Estabais practicando el sexo?

—Sí, pero ya habíamos acabado... —repuso enrojeciendo. Le dio la dirección del hospital y colgó la llamada, aún avergonzado por aquella conversación.


Pasaron unos diez minutos y lo vio entrar a la sala de espera, dirigiéndose hacia él. Stiles se levantó y le estrechó la mano, sentándose de nuevo y el otro haciendo lo mismo.


—Creo que no nos han presentado, pero soy Alan Deaton, y soy veterinario. Bueno, uno de mis muchos trabajos, a decir verdad.

—¿Sabe lo que le pasa a Derek?

—Te tiene que contar él, yo no pue...

—Ya sé que es hombre lobo, no hace falta que estés con los acertijos.

—Bueno, es algo más, tiene que ver con lo que es pero supongo que no te lo ha contado del todo para no asustarte más de lo que seguramente ya estés.

—¿Qué puede asustarme más que el hecho que sea un lobo? Si que me lo cuente hace que se deje de desmayar a plomo, me da igual lo que sea. No es la primera vez que se desmaya, pero ahora que me estás diciendo eso, estoy muy preocupado por lo que me tiene que contar. ¿Es malo?

—Es algo que le pasa... algo fisiológico.

—Me lo mencionó... hace tiempo, pero olvidé preguntarle de nuevo.

—No te lo habría contado —repuso Alan—, haría todo lo posible por protegerte, incluso ocultarte cosas de su naturaleza.

—Realmente me da igual que sea un lobo, sólo quiero que esté bien —murmuró suspirando, pasándose las manos por el pelo.


***


Al cabo de un par de horas, y al poco rato de que Deaton exigiera entrar a ver a Derek, éste despertó. Alan fue a avisar a Stiles, diciéndole que le darían el alta en pocos minutos.

El castaño entró en la habitación del moreno, que estaba a medio vestir sobre ésta, y Derek lo miró con una sonrisa arrepentida, pero Stiles simplemente lo abrazó con fuerza, suspirando cuando el moreno correspondió su abrazo.


—Sé que eres un lobo, Derek, si no he salido corriendo con esa noticia, no saldré corriendo me digas lo que me digas —murmuró Stiles besándolo en la mejilla y mirándolo, sonriendo levemente.

—Quería posponer la charla, eran demasiadas emociones en un día.

—Sé que lo has hecho para que no me vuelva loco, pero que te desmayes sobre mí casi me mata, del susto y del golpe.

—Lo siento —rio el moreno—. En cuanto lleguemos a casa te lo cuento, ¿vale? Pero es un poco fuerte.

—Trato hecho.


***


Cogieron un taxi y fueron a la casa del moreno. Stiles no había ido ese día a clase, pero al día siguiente era fin de semana, por lo que iba a poder quedarse cuidando a Derek.

Se bajaron del vehículo, y pese a que Derek aseguró estar bien, Stiles lo ayudó a caminar.


—Me siento un inútil —se quejó el moreno, haciendo reír a su novio.

—Estás débil, déjame cuidarte. —Lo sentó en el sofá y le dio un beso en la mejilla—. ¿Quieres algo? ¿Tienes hambre? Puedo prepararte algo.

—Estoy bien cariño, sólo quiero hablar contigo y dejar de tener secretos para ti.

—Creía que lo del lobo era una bomba, pero si has esperado hasta ahora para contarme el que viene...

—Va con la noticia del lobo, así que siéntate —le dijo palmeando el cojín de su lado. Stiles puso una pierna bajo él y se sentó sobre ella.

—A ver, no sé ni qué esperarme, si es más fuerte que lo otro...

—Calla ya, y déjame explicártelo. Al nacer como lobo tengo algunas características de él... no se ve a simple vista, pero pasa sólo a veces, y si tiene suerte el lobo. —Stiles lo miró sin entender—. Al ser un cánido, tengo algo que me pasa como a ellos, y es algo que he querido subsanar pero me ha hecho desmayarme dos veces cuando lo he hecho contigo.

—¿Y bien? ¿De qué se trata?

—Bueno, no sé si sabes lo que le pasa a los perros cuando están en pleno... disfrute del acto.

—No...

—Bien, pues resulta que se les hincha el miembro. Anudan a su pareja. Con los lobos es más especial, porque sólo anudan a su lazo. Y sé que eres mi lazo porque desde que estoy contigo tengo la necesidad de anudarte.

—Espera, espera. ¿Me estás hablando en serio? ¿Anudar? ¿Se te hincha la polla?

—Y se supone que dura un rato, y es el rato que no pueden separarse. —A Stiles parecía que le había dado un cortocircuito. Se quedó un buen rato procesando las palabras, y luego miró a Derek con sorpresa.

—Es decir, ¿que quieres anudarme y nos quedaremos un rato unidos, tú con la polla hinchada en mí?

—Hablando mal y pronto es así. Me estaba tomando unas pastillas que anulan a mi parte animal y que evita que te anude, pero era envenenando a mi lobo, y al ser yo más parte de lobo que humano, no puedo aguantarlas.

—Deberías habérmelo dicho —murmuró Stiles con la cabeza gacha.

—¿Cómo te lo digo si odiabas a los animales, Sti? Soy más que medio animal, acuérdate.

—Ya, ya, bueno... en fin, creo que podría probar. Si es demasiado para mí, bueno... te haré pajas —bromeó el castaño.

—¿Estás seguro? —preguntó Derek sorprendido.

—Bueno, uno de tus muchos secretos que quiero conocer, Derek Hale.

Wolf out [m-preg]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora