6

10.1K 1.2K 169
                                    

A pesar de las consultas, Stiles apenas notaba mejoría. Era capaz de mantenerse junto a un animal cierto rato, pero no podía soportar escucharlo en su cabeza, con lo que acababa por irse corriendo. No había visto a Derek durante toda la semana y lo echaba de menos, pero al menos podía hablar con él por whatsapp y por teléfono, haciendo la espera hasta el viernes más llevadera.

Derek entretanto había ido a recoger los supresores y las píldoras de acónito a la clínica de Deaton. Había un libro casi más grande que él donde indicaban todas las contraindicaciones, y a pesar de habérselo leído y haberle puesto los pelos de punta por la peligrosidad que iba a hacer, todo era por Stiles.

No era que estuviera raro, pero le notaba dolido por no haber podido hacer nada con Derek. El deseo estaba ahí, pero también estaba el hecho que quería que la integridad del castaño estuviera intacta, y si lo anudaba no sólo su culo saldría perjudicado, seguramente se volvería completamente loco. No podía correr ese riesgo.

Llegó el viernes, y con él la cuenta atrás de las horas para ver a su novio. Se preparó a conciencia, sabiendo que acabarían en su casa, y se vistió con la ropa que a Stiles le encantaba. Le mandó un mensaje avisándolo de que iría para recogerlo y salió de casa.


Al llegar, vio a Stiles mordiéndose el labio inferior, sentado en las escaleras de la puerta de su facultad. Sonrió ampliamente cuando vio a Derek y se despidió de algunos compañeros, acercándose rápidamente al moreno, que salía del coche.

Le plantó un beso que casi le hizo perder el equilibrio, y soltó algo parecido a un gemido ahogado. Derek sonrió ante aquella reacción y le pasó las manos por la cintura, sonriente.


—Me alegro de verte —murmuró Stiles con un suspiro.

—Lo he podido intuir por esa bienvenida.

—Lo siento, me puede la emoción. Llevo toda la semana pensando en ti y estaba que me moría de ganas. —"Joder, es que es perfecto" dijo la voz de Derek en su cabeza, y Stiles rio tontamente.

—¿A dónde quieres que vayamos? —preguntó el moreno, y el otro sonrió ladinamente—. Antes de ir a mi casa, me refiero.

—Podríamos ir al cine, y luego a cenar. Y después espero que haya postre en tu casa.

—Posiblemente acabes empachado.


***


La película había estado bien, pero mejor había estado las caricias en el brazo que Stiles le había hecho durante toda ella. Estaba bastante nervioso, porque no se podía tomar el supresor y la píldora hasta que fueran a hacerlo, y sin poder evitarlo había tenido una erección en el cine.

Erección que conllevaba principio de nudo, y aquello dolía como mil demonios.


Estaba cachondo, no podía negarlo, y después comiendo Stiles no había ayudado en nada. Tenía una manera de lamerse los dedos que hacía que no pudiera evitar mirarlo totalmente hipnotizado, queriendo sentir aquella lengua bajar con su cuerpo a su antojo, y no que lo tenía que parar por su problema.

Genial, de nuevo más cachondo.


Llegaron a su casa sobre las once, Derek intentando que el prominente bulto no se le notara, pero obviamente Stiles ya se había dado cuenta, y estaba más que feliz de causar aquello en Derek.

"Bueno, es la hora de la verdad. Que sea lo que dios quiera" resonó la voz del moreno en su cabeza. Stiles sonrió intentando animarlo.


—Voy un momento al baño —se disculpó Derek—, ve poniéndote cómodo.


Stiles sonrió ante la simplicidad de la frase y todo lo que prometía, y vio cómo su novio se iba al baño.

Wolf out [m-preg]Where stories live. Discover now