Eso es Amar

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No pude dormir en toda la noche, eran casi las nueve de la, mañana y Leon aún no encendía su celular, no sabía nada de él. Tuve un poco de fiebre durante la noche, pero nada para preocuparse.

Mi madre llegó mientras estaba inmersa en mis pensamientos a cerca de cuán extraño se había sentido ese beso con Nico, parecía que sus labios y los míos eran polos totalmente opuestos, pero que no se atraían. Desayuné lo que ella me trajo y era mil veces más decente que la comida del hospital, charlamos un poco a cerca de mi salud y del plan "cero estrés" y de que haríamos para navidad. Mientras le decía que quería de regalo un corazón nuevo, tocaron la puerta de la habitación y me sentí como una pequeña hormiga asustada cuando vi a Berit y a Luisa entrar con unas lindas sonrisas de comercial.

—Hola, preciosa —dijo Berit y me dio un beso en la frente.

—Berit, ¡qué sorpresa! —le dije y la abracé.

—Linda cuñadita —me abrazó Luisa. Yo me pregunté en mi mente si ella algún día dejaría de llamarme así.

—Hola, Lu... Que alegría verlas aquí ¿Y eso que vinieron a la ciudad?

—Vinimos a verte, Leon nos dijo que estabas aquí y nos preocupamos —me dijo Berit.

— ¿Viajaron por mi? Que lindas, no tenían que molestarse.

—Tranquila, AV, tampoco son mil horas, llegamos rapidísimo, no vinimos ayer porque mi hermano no se sentía bien —dijo Luisa y Berit la fulminó con la mirada.

— ¿Está mejor? —le pregunté con voz temblorosa, a esas alturas, supuse que ellas seguro sabían lo que había pasado.

—Se levantó muy temprano y salió, supongo que debe estar mejor. —contestó Luisa y yo me quedé en silencio. Miré a Berit y ella me miró a los ojos como analizándome.

— Sabemos lo que pasó —dijo secamente, pero muy calmada .

—Berit, yo lo siento mucho, de verdad... —me interrumpió.

—No, escucha Avril, no tienes que disculparte, si tú ya tomaste una decisión de verdad que la respetamos y hay que seguir, no por eso vamos a dejar de quererte. —me dijo sonriente.

—No, Berit, escuchen es que es algo que no entienden, yo no he decidido nada, yo ni siquiera he pensado, lo que Leon vio ayer fue un error, Nico solo me besó de repente y yo no pude reaccionar y cuando caí en cuenta lo vi a él y a Max allí y ni siquiera dejó que le explicara, se fue y apagó su teléfono y no se nada de él. Yo no estoy con Nico, ni con nadie. No soy tan perra como para sacar así a Leon de mi corazón en tan poco tiempo y menos para restregárselo en la cara.

— ¡Mi hermano se va a poner feliz cuando escuche eso! —dijo Luisa y Berit la volvió a mirar mal— ¿Qué, mamá? Pero sí lo hará. Leon es un tarado que solo vive porque Avril está viva y aún existe el fútbol, si no ya fuera historia hace mucho. —Luisa era tan "ella", decía todo sin importarle nada, por eso la quería tanto.

—Bueno, no se qué decirles ya, mi niña... Leon y tu deberían sentarse solos, frente a frente en un lugar muy lejos y decirse todo lo que se tienen que decir, sacarse todo y ver qué demonios es lo que les pasa, no entiendo porqué se lastiman así, porqué tantas ganas de estar juntos y tanto miedo a la vez, son jóvenes, brillantes, tienen mucho por delante y no hacen más que sufrir por algo que los hace felices, ustedes dos juntos brillan, revolucionan el mundo, y prefieren estar apagados y seguir la corriente de los demás. Ya déjense de sufrir por gusto. —dijo Berit y yo me quedé muda.

—Mi mamá tiene razón razón, Avril. Además, ya tu eres una Goretzka, eso es algo que está en tu destino, ya deja de luchar contra eso. Mi hermano te adora, vive por ti, lo hubieses visto ayer, era un zombie, no soporta no tenerte.

¿Por Qué No Te Olvidé? ~ Leon Goretzka 💙Where stories live. Discover now