Fue Solo Sexo

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Jueves por la mañana, casi tres días de "semidepresion" decía "semi" porque en cierta ocasión dejé salir el pequeño mounstrito que había dentro de mí y me fui a parrandear con un personaje muy peculiar: Phillip Goretzka, la verdad, creo que se me pasó la mano, pero me daba igual, yo estaba sola y el también, nuestros besos no le hacían daño a nadie. Leon, estaba felizmente con la gata mocosa porno como si nada hubiese ocurrido y eso me dolía hasta en las pestañas, estaba ardida, tenía que olvidarme de él, y Phill me gustaba, y a ambos nos gustaba la fiesta, la combinación perfecta para ganarme un un clásico sermon de esos "¿qué estas haciendo con tu vida, Avril?", Vivirla, o al menos, trantando.

Salí de mi casa sin despedirme de Max porque él y yo no estábamos en las mejores condiciones, el muy tarado me regañó por "el jueguito que teníamos Leon y yo", poco me importó lo que me dijo, tenía cosas más importantes que pensar antes de estar rogándole a mi tonto hermano que jugaba con chicas y que no tenía moral para reclamarme nada.

Cuando subí a mi auto, recosté mi cabeza al volante, lo que iba a hacer, en otro momento de mi vida me hubiese causado felicidad, pero ese día, viajar a entrevistar a mi ex suegra era algo que me causaba ansiedad, rogaba al cielo que no tocaramos el tema de su hijo aunque en el fondo, sabía que eso era imposible.

Conduje hasta la casa de Berit con mi tonta cabeza llena de pensamientos y recuerdos, al llegar estacioné y pude sentir como mi estómago temblaba, tomé aire como mil veces y me dije "¡Vamos, Avril! Puedes hacerlo", bajé y caminé hacia la entrada, no fue necesario tocar, porque la puerta se abrió y pude ver a Luisa, la hermana de Leon, asomarse y abrir sus brazos a todo lo ancho que podía

— ¡Pequeña Meyer-Cuñada! ¡Que alegría verte! —dijo y me abrazó — ¡Bienvenida!

— ¡Gracias Lu, también me alegra verte! —le dije y ella me hizo pasar hasta la sala.

— ¿Cómo ha estado mi cuñadita?

—Pues supongo que bien, aunque hace días que no la veo —le dije riendo pero con dolor en el alma.

— ¡No seas boba! Sabes que te pregunto por ti.

—Ok, yo estoy bien pero ya no soy tu cuñada —le dije— hace mucho dejé de serlo.

—¡Pues no! Tu eres mi única cuñada. Una que me olvidó durante mas de un año y ni siquiera una señal de humo me envió.

—Lo siento, siempre pensé que ustedes estaban enojadas conmigo por lo que pasó con tu hermano, sobre todo tú que lo adoras.

—¡Pues no! Créeme que lo golpeé por lo que hizo. Y luego lo golpeé por lo otro que hizo, lo de la chica esa —me dijo arrugando la cara de manera graciosa— por cierto ¿Cómo es? ¿Es linda? Aunque no se si quiero saberlo.

Cuando iba a contestar al torbellino de palabras que por naturaleza es Luisa, escuché una voz maternal y muy dulce regañarla.

—Por favor, Luisa... Ella no vino aquí para hablar de esos temas, deja de bombardearla con esas preguntas. —Allí estaba: Berit.

Su cabello algo canoso, como siempre vestida con sencillez y su imborrable sonrisa. Caminé hacia ella y sin decir nada la abracé, todos mis sentimientos se encontraron en ese momento y debí esforzarme por no llorar.

—Berit ¡Que linda estás! ¡Que alegría verte otra vez!

—Mi niña, pero si tu estás hermosa y muy cambiada ¡Creo que has crecido! —dijo sonriente — ¡Bienvenida!

—Gracias, no puedo creer que esté aquí otra vez.


—¡Ay, Avril! Ya dime lo que te pregunté —dijo Luisa— ¡Mamá, déjala que me diga, a ti también te interesa!

— ¡Luisa, que no vino a eso! Tal vez mas tarde —le guiñó un ojo y luego me miró — ¿Ya desayunaste?

—Si, tomé un café en el camino, eso es suficiente para mi.

—¡Ustedes y sus cafés! No entiendo por qué creen que eso cuenta como alimento ¡Son tal para cual! —dijo y luego se calló — ¡Lo siento! No quise hacerlo. —supe que se sintió avergonzada.

¿Por Qué No Te Olvidé? ~ Leon Goretzka 💙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora