León Se Comió Su Primer Zapato

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—Buen día, bella durmiente —me dijo Max cuando me senté junto a él a desayunar. Había llegado el día anterior de casa de mi madre y no cené, me fui a "dormir" temprano, pero realmente ni siquiera dormí.

—Buenos días. —le dije secamente.

— ¿Eso es todo?

— ¿Qué mas te tengo que decir? —En serio mi humor no era el mejor.

— ¿Cómo te sientes? —dijo después de suspirar.

—Bien —le dije mientras ponía mantequilla a un trozo de pan.

—Sí, ya veo. Oye, pobre pan... Menos mal que no tiene sentidos porque eso que estás haciendo debe doler.

—Maximilian ¿en serio no sabes cerrar tu boca aunque veas que la gente no está de humor para tus payasadas? —dije poniendo con rabia el pan en el plato.

—¡Perdón, Noviembre! Solo trato de que hables y saber cómo estás.

— ¡Perdón! —dije suspirando— No me siento bien, casi no dormí, me duele la cabeza, tengo exámenes hoy y ni siquiera recuerdo las materias, estoy desubicada en el mundo.

—Lo sé —se levantó y me abrazó por la espalda— tienes que tomarte esto con calma, sé que estás enojada y dolida, pero hasta ahora has sido fuerte, puedes hacerlo.

— ¿Y si ya no quiero serlo? —le pregunté.

— ¿Qué dices? No seas boba, claro que sí. Mira, tu y Leon papá van a salir de esto, ya verás, todo se solucionará.

—Ya ni sé. Pero no me refiero a eso, Max, me siento cansada, y no puedo dormir bien, por momentos me duermo y no quiero despertar y en otros solo me quedo mirando como se mueve el techo, me siento mareada y débil aunque coma bien y de repente comienzo a sudar frío, me siento extraña.

— ¿Estás enferma? —dijo frunciendo el ceño— ¿desde cuando te sientes así?

— No lo se, debe ser estrés, pero no me siento yo. Ya tengo un par de semanas así.

— Ve al médico entonces. Si quieres voy contigo, tu me dices qué día.

—Ahora no, si voy a ir pero te digo después, tengo muchas cosas que hacer.

— Está bien, pero necesito que lo hagas, y come tu desayuno para que tengas energía. —Dijo.

Le hice caso y aunque no tenía apetito, terminé de comer con él. Después fui a arreglarme y me puse en marcha hacia la universidad, mi cabeza no dejaba de doler, vi la última vez que Leon había estado en linea y había sido dos minutos antes, ni siquiera me escribió o algo, ¡Que tonta! Obvio no lo haría, vi que actualizó su estado con una imagen que era un fondo negro con letras blancas que decían "DISSAPOINTED", eso fue una indirecta muy directa, quise responderle y decirle "¿quién lo dice, tú o yo?" Pero era absurdo, así que solo traté de mentalizarme que todo iba a estar bien, entonces, vino a mi la gran pregunta "¿aún somo novios?", pero era algo que no me atrevía a preguntar.

En la uni, todo estuvo "normal", si así se le podía llamar, aún las fotos de la mocosa eran tendencia y obvio me miraban demás porque yo estaba involucrada de algún modo con los personajes, de verdad no me gustaba esa vida de escándalos, ya había tenido muchos últimamente. Con mucho esfuerzo (como nunca antes) realicé mis evaluaciones y decidí irme a casa, cuando me metí al auto escuché una bocina detrás de mí, miré por el espejo y vi la camioneta de Julian, me bajé y él hizo lo mismo. Nos saludamos y me invitó a comer algo, lo cual acepté y condujimos hasta un pequeño restaurant en el centro donde solo entraban "socios", lo cual era genial porque sabía que era exclusivo y no habrían "chismosos", que me metieran en otro problema.

Nos sentamos uno al lado del otro en una mesa que él había reservado.

— ¿Cómo sabías que aceptaría? —le dije.

¿Por Qué No Te Olvidé? ~ Leon Goretzka 💙Where stories live. Discover now