Tendencia Nacional

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Cuando llegué a casa luego de estar con Berit sentía como si el mundo se hubiese paralizado, me sentía conmocionada por todo lo que me dijo ella pero a la vez sentía alivio de haber conversado con alguien sensato y más adulto que yo. Entré a mi cuarto, me puse una bata de baño mientras se llenaba mi bañera, me quería relajar y consentirme un rato.

Mientras esperaba escuché una notificación en mi telefono, era un mensaje de Melissa, dudé en abrirlo pero cuando lo hice, puedo jurar que mis ojos cobraron vida propia cuando decidieron comenzar a llorar sin mi consentimiento

"Ya que te gusta tener fotos íntimas mías, te envío una más para tu colección. Tenías razón, si es un dios en la cama, lo hace como nadie y lo disfrutó mucho... Yo siempre gano, querida"

El corazón se me iba a salir por la boca, literalmente, vomité cuando vi la foto de la perra de Melissa acostada con Leon. El muy animal no se pudo esperar al menos una semana para meterla en su cama ¡Lo quería matar!. Sabía que yo lo había echado de mi vida, pero no podía evitar esa sensación de ira descontrolada, sentía que me abrían una herida tras otra en el corazón, se había acostado con ella en el mismo lugar que conmigo. ¡Claro, era obvio! Sabiendo la clase de zorra que era su novia tenía que probar. Estuve tentada a agarrar mi teléfono y llamarlo y maldecirlo hasta que me cansara, pero no, era absurdo, yo lo arrojé hacia ella así que mejor me aguantaba mis consecuencias.

Avril: Perra, es una linda palabra para lo que realmente eres. 

Melissa: Esto es solo el comienzo... Te dije que no sabías con quien te metías.

Avril: Te apuesto a que se mordió los labios para no gritar mi nombre cuando terminó.

Melissa: Puede ser, pero me lo hizo a mi. No llores tanto, te pondrás como mapachita bobita"

Avril: Maldita zorra de quinta, él esta contigo porque yo te lo regalé, si yo muevo un dedo y le digo que venga te aseguro que tu videito porno se queda corto comparado con todo lo que haríamos, pero no, ya me cansé de él, conservalo.

Apagué mi teléfono y lo tiré en el suelo con rabia, de no ser por la alfombra se hubiese destrozado, así me sentía yo. No entendía como Leon había sido capaz de acostarse con ella, la forma en que esa estúpida me llamó me hirvió la sangre, él tuvo que habérselo contado para que ella supiera cómo él me decía, ¡Hasta eso había llegado! Leon era en ese momento para mí el más desgraciado y detestable de todos los hombres.

Estuve como una hora en la bañera, con mis ojos cerrados y sintiendo mis sienes latir, necesitaba olvidarme del idiota de Leon, salí de allí, me puse mi bata y encendí mi teléfono, tenía diez mensajes de ella, pero los borré sin leerlos, no quería mas tortura por ese día.

Max tocó mi puerta

—Octubre, voy a salir, cierras porque vengo tarde. —Lo vi y estaba súper elegante ¡Rayos, mi hermano era increíblemente guapo! Estaba de traje sin corbata y olía a hombre sexy.

—Oye ¿a donde tan guapo? —le pregunté.

—Es mi estado natural, voy a cenar con alguien. —me dijo alzando las cejas.

— ¿Irás con Rocío a un restaurante lindo?

—Mmm... Iré a un restaurante lindo, pero no con ella. —dijo.

— ¿Cómo, saldrás con otra chica? Max, no te pases ¿Y Rocío?

—Supongo que está en su casa —dijo como si nada.

—¡Max! Eso es muy bajo, estás con ella ¿cómo le haces eso?

—No, a ver Avril... Yo no estoy con ella ¿Ok?

¿Por Qué No Te Olvidé? ~ Leon Goretzka 💙Where stories live. Discover now