13 - Por las malas.

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No me parecía justo que la directora los obligará a cuidarme porque ellos no tenían la culpa de que yo terminará anclada en sus vidas, pero no podía hacer más que intentar ser invisible y no meterme en líos. 

—¡Hey sudorosa  y sexy Elena!— Dice William cuando llegó junto a él.

Después de  haber dado más de 10 vueltas al gimnasio, y había practicado con el saco de box; Estaba liquidada. 

Até mi pelo en una coleta alta.

—Sé que estoy hecha un asco— Me quejo secando mi transpiración. Apestaba y ni siquiera hacía ni la mitad que los demás. 

—Sabes que Jacob te romperá el alma ¿verdad?— Pregunta tomando agua agitado.

Muerdo mi labio intentando no pensar en lo sexy que se ve mi amigo en estás fachas.  

Está sudoroso y sus cabellos se pegan en su frente, tiene brazos fuertes y lucen increíblemente bien. 

—Lo sé, creo que debí cerrar mi bocota— Susurro mirando hacia cualquier otro lado.

—Aún puedes dar marcha atrás— Me aconseja. 

—No quiero hacerlo, quiero que sepa que no soy una inútil— digo buscando a Jacob con la mirada. 

—Pero si lo eres Elena— Dice riendo ganándose un golpe en su estómago. Este me lo devolvió y comenzó una pelea. 

Golpee su estómago, y este me tiró al suelo con una llave, de la cual me zafé. Me tiré sobre él golpeándolo en modo de juego.

Juro que iba ganando hasta que sostuvo mis muñecas fuertemente con sus manos. 

—Si no sales de encima ahora mismo, tendré un accidente. — Me dice mirándome fijo. 

Mis ojos se abrieron sorprendidos. 

—¡Oh cielos no! — Dije saliendo rápidamente. Me deje caer a su lado, agitada por intentar ganarle en una estúpida lucha.

Él se burla de aquella escena vergonzosa. 

—Lo siento mucho Elena, no es como si lo pudiera controlar. No quise incomodarte, lo lamento. — Se disculpa.  

Miro a mi alrededor pero por suerte no hay nadie prestandonos atención. 
—No le digas a los demás o jamás dejarán que lo olvide. — Pide. 

Asiento rápidamente.

—Okay. No te preocupes— Susurro. 

—No lo hice a propósito. No te asustes y perdoname— Intenta. 

Me paro rápidamente, sintiéndome una idiota, estiró mí mano ayudándolo a levantarse. 

—Tranquilo Will, no te preocupes — digo fingiendo que nada ha pasado. 

Él sonríe satisfecho. 

—¡Talbot a pelear con Elis!— Gritó el entrenador señalando a un chico, delgado bastante guapo pero a quien no le caía muy bien porque siempre me miraba feo.

Viviendo Entre BestiasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora