Toda Una Eternidad (Lawliet y Tú)

Capítulo 36

—Eli, por favor ven— escuché pedir a L desde el pasillo.

Dejé el cucharon en la tarja y bajé la flama debajo de mi olla de curry, caminé hasta la puerta y asomé la cabeza hacia el pasillo.

—¿Qué sucede?— pregunté viendo a L al otro extremo del pasillo asomando la cabeza por la puerta de la sala exactamente igual que yo.

Sonreí levemente ante nuestra coincidencia, él hizo una seña con la mano indicándome que fuera hacia allí.
Asentí levemente y me limpié las manos con el trapo que tenía en la tarja para después salir de la cocina hacia donde estaba L.

Al llegar L me esperaba a un lado de la puerta, estaba de pie y me miraba directamente, caminó conmigo hasta la mesa y me hizo sentarme frente a él. En medio de ambos, en la mesa, estaba una grabadora, al verla fruncí el ceño pero después de unos segundos una leve idea de que lo sucedería a continuación se asomó en mis pensamientos.

L extendió la mano hasta que su dedo índice tocó uno de los botones de la grabadora, segundos después comenzó a escucharse una conversación.

—Eli...—

—¿Qué sucede?—

Silencio...

—¿Así que estudié en tu misma preparatoria y fuimos novios?—

Esta vez me acerqué yo a la grabadora y la apagué, me senté correctamente y miré a L.

—Así que, escuchaste todo ¿Estabas presente o lo grabaste y cuando estabas disponible lo escuchaste?— le pregunté cruzándome de brazos.

—Estaba presente, y también lo vi todo— trague saliva —Casi entrada a golpear a Light de no ser porque tú misma lo pusiste en su lugar...literalmente— sonreí levemente.

L se levantó de su silla y caminó lentamente hacia mí rodeando la mesa.

—Fue estupendo y sexy— mis ojos temblaron al escuchar tales palabras salir de sus labios —Aunque no sabía que podías hacer lo que hiciste con Light, eso fue sorprendente— agregó al llegar a estar a lado de mi silla.

Me voltee hacia él completamente, y recargue mi hombro contra el respaldo de la silla ahora situado a un costado mío.

—¿Qué significa todo eso? No pasó por mi mente que hicieras algo así...— pregunté mirando hacia arriba directo a los ojos de L.

—Que estoy orgulloso de tener una pareja como tú— bajé la mirada al sentir mis mejillas calentarse, y me puse ambas manos en mi rostro buscando apaciguar mis emociones.

Una pareja como yo...

Mis mejillas ardieron más mientras sus palabras se repetían en mi mente.

¿Cómo se te ocurre decirme eso ahora?

Debía acostumbrarme a que ahora éramos una pareja o L me tomaría desprevenida cada vez que hablara de ello.

L se sentó frente a mí como sólo él sabía hacerlo, buscando que nuestras miradas se cruzaran de nuevo.

—_______...mírame— pidió mientras yo aún veía hacia el piso tapando mi rostro.

No seas infantil y cálmate.

Levanté levemente la mirada, mis ojos encontraron los suyos en segundos, estábamos a milímetros de tocar nuestras narices, su mirada era tranquila, más de lo que había sido en otras ocasiones, suspiré.

Las cosas que él decía, la manera en la que me miraba y cómo me hacía sentir era completamente nuevo para mí, era agradablemente insoportable.