Toda Una Eternidad (Lawliet y Tú)

Capítulo 8

~Ya han pasado cinco días...muy bien, es hora de ir~

Desperté de un salto, era de noche, me había quedado dormida en el sofá con un libro sobre el regazo, todo estaba normal y en silencio, pero había escuchado a...a Ryuk, debía ir a casa de Light ahora mismo. Me levanté desorientada y tropecé con varias cosas bajando las escaleras, rápidamente me puse un abrigo y salí corriendo de la casa con los pies descalzos.

A cada paso que daba veía más lejos la hora de mi llegada, a esta hora de la noche Light debe estar llegando de la escuela nocturna, pues me había avisado que hoy salía más temprano.

Mis piernas me dolían y había comenzado a llover muy fuerte, estaba empapada, debía hacer algo o llegaría tarde. Apretando el paso di la vuelta en una esquina, luego en otra y otra más, hasta que a lo lejos pude divisar la casa de Light, cuando estaba segura de que llegaría pude ver una alcantarilla frente a mí a pocos metros los cuales se acortaban a cada segundo, esa alcantarilla que veía acercarse de un momento a otro se abrió, tomándome desprevenida.

Pero qué...

Al  instante intenté frenar para evitar la caída, resbalando con el pavimento mojado, cosa que me fue imposible dada la velocidad a la que iba y lo repentina de la situación, y finalmente terminé cayendo dentro, el sonido del golpe seco de mi cuerpo contra el piso junto con un dolor punzante en la pierna se hicieron presentes en cuanto terminé de caer en la obscuridad del lugar.

—Ay, no puedo creerlo— Dije en voz baja haciendo retumbar mis palabras por todo el lugar, voltee hacia arriba mientras fruncía el ceño ante el extraño movimiento que hizo la alcantarilla para abrirse, bajé la mirada al piso y extendí mi mano hacia mi pierna haciendo que mi palma se iluminara, cuando hubo suficiente luz logré ver que el hueso de mi rodilla se había salido superficialmente.

 —Parece que caí parada...— extendí mi mano para alumbrar el resto del lugar encontrándome con la escalera que me ayudaría a salir de ahí, el único problema era que no lograría subir con un hueso roto.    

Fue entonces cuando recordé una de mis habilidades; podía estar en varios lugares cuando quisiera, podía hacer que mi cuerpo y alma se transportaran a donde yo quisiera. Suspiré más tranquila y me concentré en la habitación de Light cerrando mis ojos y tratando de separar mis células, después de eso escuché un zumbido junto con la sensación de un fuerte viento que golpeó todo mi cuerpo.

Cuando abrí los ojos pude ver el cuarto de Light, en este ya estaban él y...Ryuk hablando.

—Han pasado cinco días y mira cuántos nombres ya has escrito— le decía Ryuk.

Quise poner más atención pero un fuerte dolor me hizo doblarme y perder el equilibrio dado que sólo me estaba apoyando en la pierna que tenía intacta, así que tratando de no hacer ruido tuve que transportarme fuera de la habitación de Light o Ryuk se daría cuenta de mi presencia.

Caí afuera de la casa de Light, justo en medio de la calle, desgraciadamente en un charco de agua empapándome totalmente, tenía frío y los pies descalzos me dolían, al parecer la repentina llegada de Ryuk había afectado a mi corazón inmortal.

Resoplé cansada y pensé en un plan, me percaté de que Light se asomaba por la ventana mientras decía algunas cosas, no pude escuchar ninguna pero sabía lo que él pensaba y me parecía muy tonto que quisiera ser el Dios del nuevo mundo, yo soy una diosa y no estoy tratando de castigar a los que no me parecen justos.

Me quejé varias veces y tuve que resignarme a hacer algo tonto. Intentando levantarme me preparé mentalmente para el dolor que estaba por sufrir dado que fingiría que algunos hombres me "perseguían" y tenía que correr con todas mis fuerzas, para suerte mía sólo serían unos cuantos metros. En cuanto di el primer paso, el hueso de mi rodilla se movió aún más afuera de lo que estaba, tragando saliva me obligué a dar el siguiente paso y luego otro tras otro, hasta que el dolor logró marearme pero finalmente me encontré frente a la puerta de la familia Yagami, y con la mejor desesperación que pude fingir toqué la puerta, unos segundos después la mamá de Light me abrió la puerta con una sonrisa la cuál fue borrada en cuando vio mi estado y pudo reconocerme.