No pude continuar, la acumulación de lágrimas en mi garganta no me lo permitió, simplemente sonreí y me despedí...por más que quisiera quedarme sabía que no podía hacerlo.

- Prometo venir luego –murmure alejándome de la cama. – Sasuke lucha...por favor...de verdad creó que me costaría mucho vivir sin tus mensajes y sonrisas... –Susurre ya en la puerta lo mas bajo que pude...por primera vez...permití que esa diminuta parte instintiva y sincera del fondo soltara algo al exterior.

Cerré suspirando, me gire para ver como Ino salía al mismo tiempo que yo con sus ojos algo llorosos...Sai no debía estar mejor que Sasuke...nos sonreímos automáticamente y caminamos de regreso a nuestras habitaciones.

- ¿Qué tal esta Sasuke? –repetir en palabras aquella imagen era demasiado para mí.

- Muy débil...parece que en cualquier momento se fuera a caer en pedazos –resumí.

- Oh...

- ¿Y Sai? –hizo una mueca.

- Igual que Sasuke supongo...pálido...débil...a medias logra respirar... –deslice mi brazo por sobre sus hombros.

- Se recuperaran, ya verás.

Por más que en el interior fuera una torre de inseguridades, miedos y llanto no quería que Ino viera eso...en cuanto a médicos se refiere ella es muy sensible y asustadiza, si los que están cerca suyo se ponen nerviosos y colapsan ella simplemente no podrá con ello cayendo en un crisis 3 veces peor.

18 de septiembre:

Han pasado 6 días desde el incidente...tanto Sasuke como Sai siguen inconscientes, los doctores dicen que ven mejoras pero...que no nos hagamos muchas esperanzas. Los visitamos todos los días, antes del trabajo y después pero nunca hay cambios, he ido a ver a Sai un par de veces, realmente...se ve mal tal vez peor que Sasuke...pero yo sigo insistiendo en que estarán bien...aun si puede convertirse en una mentira debo hacerlo o ambas tanto Ino como yo quedaremos a merced del pánico.

Le hablo todos los días de cualquier cosa, de mis especímenes en su mayoría y de cómo hemos tenido que hacer magia para alimentar a Kuro sin que nos regañen por estar en un cuarto ajeno, pero nada muy concreto solo...para que escuche mi voz, me he convencido a mí misma que ahí en su mundo de fantasía puede oírme. Cada día que pasó sin recibir sus mensajes hace que mi vida se vuelva más gris...sin darme cuenta, o tal vez sin querer notarlo, esos mensajes eran lo mejor de mi día...y ahora que no los tenía...la soledad jamás se sintió tan fría y cercana.

- Estamos comenzando a creer que los jilokus ciertamente no tienen ojos, se guían por algún órgano sensorial en su cabeza, es bastante raro ¿no crees? No hemos registrado ningún animal con esas características por aquí, supongo se debe a su habitad en aquellas cavernas.

Como dije antes...cualquier cosa era buena para contarle.

- Sasuke, estas siendo un flojo ¿sabes? Te estás mal acostumbrando a que otros hagan las cosas por ti, no puedes seguir así o te costara regresar al trabajo...porque debes regresar...tienes que volver y hablarme de todas esas rocas raras tuyas que hacen muchas cosas peculiares...regresa por favor...

Pero al final siempre terminaba así...desmoronándome a su lado suplicando porque abriera los ojos y todo fuera como antes.

- Es tarde...volveré mañana ¿de acuerdo? –rozaba un poco su mano, con sumo cuidado y me retiraba. Esa era mi rutina ahora...

- Sakura –últimamente mi nombre en su voz venía con matices fríos.

- Dime.

El Resplandor de un Sueño (SasuSaku)Where stories live. Discover now