Juvia, la mujer de la lluvia.

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Los golpes en el cuerpo de Juvia eran muy visibles, su ropa estaba rasgada y su respiración muy agitada. La pelea se ponía difícil y más aún con un oponente que apenas y se inmutaba con el agua, Juvia estaba hasta la coronilla de aquello.

— Debería rendirse señorita Loxar, si se une a mi tiene la oportunidad de volverse una mejor usuario de agua. Ya debió notar mis habilidades con ese elemento.

Dijo burlón el extraño humano fulpo al cual apenas y le quedaban un par de tentáculos.

— No hagas reír a Juvia, nadie puede controlar mejor el agua que Juvia... Ni siquiera se esforzará en usar agua en contra de Juvia por que se dió cuenta.

Juvia se acercó caminando a la extraña criatura, tenía que vencerlo pronto si quería llegar a donde sus amigos.

Una de sus manos apunto a la criatura para encerrarlo en la prisión de agua una vez más pero ahora no cometería errores.

— Gray-sama debe de estar esperando a Juvia... Así que aquí terminamos.

Lo último que vio fue como esa criatura había terminado como pure. Ella después de sonreír simplemente se desmoronó y quedó en el suelo respirando como podía y sonriendo por su victoria.

— La mujer de la lluvia no será el juguete de nadie... Juvia no permitirá que jueguen más con su cabeza.

[Muchos años atrás]

Juvia apenas era una niña de 9 años, su vida en ese orfanato era un completo infierno y como no lo sería si los niños podrían ser muy crueles cuando querían.

Llena de maltratos e insultos por su recién descubierta habilidad Juvia no podía hacer Absolutamente nada. Luego de que se sintiera realmente feliz de estar en ese orfanato... No podía creer lo que había escuchado de la mujer que se encargaba de todos aquellos niños.

— Se que Juvia es una niña encantadora... Pero es el único de todos estos niños que no puede ser dado en adopción.

Decía la mujer a una perra que se miraba dispuesta a llevarse a aquella niña.

—¿Por que no?... Esa pequeña es un ángel... Quiero que sea mi hija.

Alegó la mujer mientras miraba a su pareja, quería llevarla pero nuevamente la mujer hablo.

— La niña es un demonio disfrazado de angel, esa niña llegó aquí cuando era una bebé y la razón es que provocó la muerte de sus padres con su maldición. Esta niña es seguida por la desgracia y aquí supimos controlar eso.

La pareja miro horrorizada a la mujer mientras se levantaban y salían de ese lugar, la pequeña mirando aquella escena entró ala habitación con la cabeza gacha, las lágrimas habian comenzado a rotar y cuando la anciana escucho un rayo afuera se asustó.

— Juvia no es un demonio... Juvia realmente quería tener una familia.

La lluvia había comenzado afuera de ese lugar.

—¡POR QUE TRATAS A JUVIA COMO UN MONSTRUO!.

La lluvia se había vuelto más fuerte y la mujer totalmente aterrada comenzó a retroceder al notar que las lágrimas de Juvia en lugar de ir al suelo como era debido comenzaban a acumularse en una esfera y no sólo eso, cualquier líquido que había en la habitación lo hacía.
Cuando notó la enorme esfera al lado de la niña ahogo un grito mientras salía corriendo de aquella habitación, mala idea, la esfera la había capturado y como tal había comenzado a asficiarle.

— Juvia solo quería ser feliz... Tener una mamá y un papá... Pero tú...

La niña había perdido la cabeza y en sus ojos no había señal alguna de inocencia o brillo. Estaba sumergida en su dolor, dejándose manejar por el odio en ese momento.

Juvia comenzó a llorar al tener tan desagradable recuerdo en su mente y después de unos segundos se levantó para continuar con su camino, ahí estaba esa parte de Juvia... El lado que no quería que la utilizarán o lastimaron de nuevo, estaba cansada y con ello arta.

Un enorme círculo mágico apareció a sus espaldas una enorme cantidad de agua comenzaba a reunirse detrás de ella y formando una enorme ola que esperaba a ser ulitizada.

Las manos de Juvia se movieron al frente lanzado el enorme poder de su reciente creación llevándose a su paso todo lo que había a su alrededor dejando ese espacio libre de la carpa y mostrando directamente una pequeña cabaña, no sólo eso también miro a Gray tirado en el piso por el reciente y pacto, eso fue suficiente para calmarla.

— Gray-sama...

Susurro antes de salir corriendo a donde estaba incorporándose el muchacho.

— Creo que estaba preocupandome más de la cuenta, eres realmente sorprendente Juvia.

La sonrisa del muchacho la hizo reír mientras las lágrimas salian, se lanzó a él y lo abrazo dejando sus brazos rodear el cuello del muchacho, estaba feliz.

— Juvia tenía mucho miedo.

¿Quien Es Gray?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora