CRUSH Asperger[1] /Kookmin (Omegaverse)

La carta

Le gustaría haber escrito rápido la carta, acortar por fin la distancia entre Jungkook y él, porque estaba ansioso por acercarse por mínima que fuera la interacción, extrañaba la esencia a bosque del Alfa, cada vez que la recordaba sentía cierta ansiedad en su pecho, como si algo faltara allí; anhelaba sentir de nuevo aquel calor que por pocos minutos y superficial le brindo el cuerpo ajeno cuando chocaron, sentirse seguro al mismo tiempo que agitado por la emoción de estar entre sus brazos; poder conectar su mirada como tantas veces quiso pero siempre al ver que sucedería, su corazón brincaba en una carrera y terminaba corriendo la mirada o agachándola, totalmente apenado.

Le molestaba todo de sí mismo, ser terriblemente lento ordenando sus ideas, más si trataba de plasmarla, que sus sentimientos no estaban estáticos, parecían estar desbordándose, haciéndose más fuertes, el pasar tardes enteras perdido en sus caóticos pensamientos y que esto lo llevara a cometer errores estúpidos al entregar una tarea incompleta o mal hecha, responder equivocado por estar desconectado de la lección, sumándole que sus maestros que conocían su situación aprovechaban para molestarlo y hacerlo enrojecer en medio de las clases, se estaba convirtiendo en una pequeña tortura.

Frustrado consigo mismo, trato de pedirle ayuda a su hermano, este cruelmente se negó, tenían que ser sus palabras le había dicho, también le aconsejo que no olvidara que solo era una carta en forma fraternal, que no pusiera nada parecido a una confesión; que saludara de forma correcta, que no le contara que sabía de su condición por terceros, que me disculpara por las molestias y agradeciera la atención, fueron palabras útiles, al menos poseía ya un esquema, ahora solo tenía que rellenarlo, por decirlo de alguna manera.

Obviamente siguió observando a Jungkook, pudo apreciar que el Alfa estaba logrando cierto avance conforme habían pasado los meses, ciertamente no era el mismo que comenzó a espiar inconscientemente un día cualquiera cuando lo vio por primera vez en los pasillos, concentrado en resolver las caras de un cubo rubik. No desvió su atención hasta que el en ese momento desconocido, lo resolvió, pensó que el chico sonreiría triunfante, todo lo contrario, frunció el ceño, como fastidiado, desarmándolo y volviendo a concentrarse, no importo que otro estudiante se sentara a su lado a hablarle, totalmente absorto en su tarea, pensó que era curioso y sin darse cuenta terminó observándolo diariamente, totalmente fascinado por el extraño sujeto.

Actualmente, Jungkook no estaba siempre con su inseparable cubo o sus familiares libros sin portada, variaba, a veces lo veía mirando a la nada cuando no estaba con algún amigo, algo que hubiera sido insólito hace solo un mes. El alfa también había cambiado su lugar de siempre, sentándose cerca de él en cada receso, claro que siempre 4 metros de distancia los separaba, sin excepción y aunque le gustara tenerlo a la vista no quitaba el hecho de sentirse cohibido ya que parecía que estaba pendiente de su voz, tensándose visiblemente cuando hablaba con Taehyung, el cual notó y le dijo al omega, que Jungkook parecía ansioso cada vez que lo veia entrar en los comedores. Jimin simplemente no lo creyó, el lobo no desprendía ningún aroma para identificarlo, ni siquiera su posición o facciones decían algo, como era usual, pero al parecer el oso simplemente lo sabía.

Como si todo eso fuera poco, hace unos días venia identificando el aroma a bosque con más insistencia a su alrededor, aun cuando no lograba encontrar entre la multitud al Alfa, era difícil concentrarse con todo lo que acontecía, claro que estaba feliz pensando que estaba logrando algo con toda su insistencia, pero la inseguridad lo perseguía insistente, retorciendo sus entrañas.

Fue un día cualquiera y ordinario, cuando se dirigía a su hogar después de culminar la jornada estudiantil, cuando le llego el tenue y familiar aroma de Jungkook, intensificándose con cada paso que él daba, como si lo siguiera, la idea estalló en su cabeza, poniendo a toda marcha su corazón, agitando su pecho con miles de agradables punzadas que lo hacían temblar, nervioso y ansioso. Aminoro su ritmo, aun a su alrededor se encontraban varios estudiantes, que como él, caminaban cansados a casa, tal vez el Alfa solo estaba en esa multitud, quería verlo pasar, solo tal vez averiguar si vivía cerca pero eso no sucedió, cuando por fin se detuvo por completo para mirar detrás suyo, con todo el descaro se permitió buscarlo entre la multitud...nada, ni rastro del Alfa, en la duración de un minuto, su olor desapareció. Sin saber que pensar, si ilusionarse o buscar respuestas lógicas, decidió dejar volar su alegre imaginación, corriendo para contarle a su hermano, porque seguramente el gato gruñón tendría respuestas lógicas suficientes.

Ese fue el impulso necesario para por fin terminar su carta, con la intervención de Yoongi, que borró las ideas que repitió, porque escribió mucho sin llegar a ningún lado y varios párrafos solo eran lo mismo. Simplificada y mejor redactada, se la presento a Seokjin, que le dio su visto bueno y le regalo un lindo sobre de color azul para guardarla. Totalmente satisfecho por su progreso, no pudo dejar de pensar que pronto cumpliría su objetivo.

"Saludos.

Perdona mi atrevimiento, soy consciente que me estoy arriesgando con ésta carta, puedes pensar en ésta como rara y anticuada, además de incomodarte al entregártela un desconocido para ti. Quiero expresarme por medio de palabras ya que soy demasiado tímido para decirlo de frente y mirándote a los ojos.

"Me pareces una persona agradable" Sé que estoy dando un juicio apresurado en base a las acciones que veo a la distancia, y que muchas veces puedo malinterpretar equívocamente, pero siendo franco, yo creo en lo que muestras ser y quiero conocer al verdadero tú. Me he tomado el tiempo de observarte y en mi afán de comprender tu comportamiento, he llegado a concluir cuatro cosas: eres tímido, serio, tranquilo e inteligente. Es vergonzoso así que no voy a explayarme en explicaciones del por qué tengo esa idea de ti, pero yo sé porque escribo eso y siento que no me equivoco. En contadas ocasiones he logrado apreciar cómo cambias esa cara seria que das al mundo, mostrando no una sonrisa perfecta pero si hermosa en su sinceridad. Puedo comprender un poco el por qué eres una persona reservada y te muestras cerrado a nuevas interacciones, tal vez puede ser complicado que llegues a confiar en alguien y le brindes su amistad pero creo que vale la pena hacer ese esfuerzo. Pido disculpas otra vez y por todo lo anterior dicho, si es que te parecen molestas las ideas que tengo sobre tu persona y la acción que tomo, aclaró que no es mi intención molestarte, simplemente intento ser sincero con lo que te escribo.

Debo aclarar que estaría encantado de ser tu amigo. Creo que a tu manera eres una persona increíble y me encantaría que me dieras la oportunidad de conocerte.

Si te molesta este mensaje, te pido de todo corazón que lo ignores y no le cuentes nunca a nadie de esto, sino es mucha molestia guárdalo en tu corazón, hasta el último día en el que me veas. Si realmente te interesa en lo más mínimo mi proposición, no me molestaría que un día de estos respondieras mi mensaje. Cualquiera que sea tu respuesta yo la captare y no seré molesto o insistente con eso. Mis disculpas y te agradezco enormemente tu atención.

Muchas gracias."