27. Otro inocente

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Cora alzó sus cejas.

— ¿Cómo? —cuestionó.

— Boyd es un chico inteligente. Estoy segura de que podrá idear algo —aseguré.

De verdad esperaba que mis palabras fueran ciertas porque sino estaría perdida. Tal vez debería reducir mi esperanza en las personas o la forma en la que les pongo esas presiones. Siempre lo hago con Scott y ahora lo estoy haciendo con Boyd. Demonios.

— A veces me pregunto qué mi hermano vio en ti.

— ¿Mi gran sentido del humor? —sugerí.

— Luego haces cosas así y me recuerdas que eres exactamente su tipo —rodó sus ojos.

Elevé mis cejas con una expresión confusa.

— ¿Su tipo?

— A Derek siempre le han gustado las chicas que lo desafían —me dejó saber.

Eso explicaba muchas cosas.

* * *

Al llegar a la escuela, supe que había cometido un gran error. No era el hecho de que mi primera clase fuese la que había impartido Harris antes de su desaparición, sino que la persona que eligieron para sustituirlo fue a Jennifer Blake. ¿Acaso el mundo quería que yo la asesinase? Porque estaban probando mi —casi inexistente— paciencia al ponérmela de frente después de que Derek me confesara que ella lo había besado.

Mi profesora había besado a mi novio.

Demonios, ¿se puede poner peor esta situación?

— Buenos días —comenzó a decir con su habitual tono cantarín y amable de mosquita muerta que todos se tragaban menos yo—. Como todos saben, el señor Harris sigue desaparecido. Quiero decir, enfermo —se corrigió a sí misma.

— ¿Notaste eso? Es la razón por la que pienso que es el Darach —le susurré a Payton.

Ella me dedicó una mirada de '¿es en serio?'.

— Hueles a celos, Scarlett —me dejó saber.

Gruñí por lo bajo.

— Besó a Derek, ¿cómo no quieres que huela a celos? —pregunté.

— Anoche estuviste con él —acusó mi prima dejando su boca abierta sin poder creer que yo hubiese pasado toda la noche con Derek—. Al menos dime que utilizaron protección —pidió.

Mis mejillas adquirieron un color carmín al escuchar las palabras de Payton. Ella sabía lo que Derek y yo habíamos hecho y no tenía vergüenza alguna en dejármelo saber, cosa que me incomodaba. Lo que él y yo hicimos era algo privado que no quería andar compartiendo con el mundo entero, más por pudor que por cualquier otra cosa. Eso sin contar que era bastante ilegal lo que habíamos hecho.

— Cállate —pedí y la escuché reír por lo bajo.

— En fin, lo sustituiré mientras esperamos y rezamos por un sustituto más calificado para ocupar mi lugar —continuó diciendo la profesora. Alcé mi mano para llamar su atención—. ¿Sí, señorita Brann?

— ¿A qué hora van a estar haciendo el grupo de oración para eso? ¿Llevo mi rosario y mi Biblia? —pregunté fingiendo una sonrisa inocente.

Casi pude ver un 'tic' en su ojo izquierdo cuando me escuchó hablar. Una sonrisa falsa y forzada se asomó en su rostro, mirando a los demás estudiantes con incomodidad.

— Empecemos, ¿de acuerdo? —ignoró mis preguntas y comenzó a dar la clase.

— Eso fue irrespetuoso —me regañó Payton.

ENEMY FLAMES ▲ TEEN WOLF   ➂Where stories live. Discover now