El almuerzo terminó, por lo que tuvieron que volver a clase. Cuando estas acabaron, Daril fue a dejar sus libros a su casillero, una carta volvió a caer.

Daril miro a su al rededor, nada extraño.

"Hola, sé que estuviste buscandome hoy en el almuerzo... sólo quiero decirte que estoy más cerca de lo que crees ^^
El día de hoy fue agradable, por cierto, me contaron varias cosas de ti... ah, en serio me gustaría hablar contigo alguna vez."

La letra, sabía que había visto esa letra antes pero no lo recordaba. De algo estaba seguro, quien escribiese esas cartas, seguro estaba en su salón se clases.

—Daril —llegó Charlie mientras lo tomaba por los hombros— estábamos planeando ir a mi casa en la tarde a jugar videojuegos.

—¿Y...? —contestó Daril, haciendo pedazos el papel que tenía en manos.

—Deberías venir —sonrió, mientras empezaba a caminar junto a él.

—¿Quién más irá? —preguntó, separándose de su agarre.

—Solo Jessie... ¿qué pasó? —preguntó en cuanto Daril, sin aviso alguno, lo tomó por la cintura.

—Hazme un favor —pidió por lo bajo.

—¿Qué? Daril... —lo miró confundido mientras lo separaba y se ponía frente a él.

—Juro que te contaré... pero por favor, solo tienes que tomar mi mano.

—Dianne —la jalo del brazo mientras iba de pasada con Jesse— Daril necesita tu ayuda.

—¿Para qué? —preguntó confundida, Daril se veía inquieto y no paraba de ver hacía afuera.

—Por favor, Dianne —pidió Daril.

—¿Qué tengo que hacer? —suspiró... por más que no lo tolrara, estaba curiosa por que tipo de favor podría pedir alguien como Daril.

—Sólo dame la mano, sigueme la corriente —contestó sin dejar de ver para afuera.

—Esta bien, pero te va a costar algo —advirtió.

—Lo que quieras, pero ayúdame —volteó a verla una última vez.

Daril tomó la mano de Dianne y juntos caminaron hasta la salida, una vez afuera. Daril comenzó a sacarle plática a Dianne. Por algo estaba en una Universidad de Artes Escénicas... por más que estuviera nervioso por lo que sucedía, se le daba muy bien actuar como si nada estuviera pasando.

—¿Podemos hablar? —preguntó Chris, por detrás de Daril.

—¿No ves que estoy ocupado? —contestó sin siquiera mirarlo, con la actitud de siempre.

—Necesito sólo dos minutos, ¿si? —tocó su hombro.

—No me toques —se volteo, quitando su mano— estoy ocupado —tomó la mano de Dianne una vez más.

—¿Tan fácil es para ti? —preguntó, era difícil saber si estaba enojado o triste, tal vez una mezcla de ambos.

—No sé porque insistes... las cosas están hechas y no quiero volver a verte, ¿es tan difícil entenderlo? —tragó saliva, viéndolo directo a los ojos.

—Daril, sólo tengo 15 minutos, tengo que volver al trabajo... —interrumpió Daril.

—Vuelve de una vez —se dio la vuelta junto a Dianne, quien no entendía lo que sucedía... su presencia ahí era realmente innecesaria.

Daril  comenzó a caminar lejos de Chris, quien lo tomó por la cintura, separándolo de Dianne y levantándolo un poco del suelo, mientras con la mano que le quedaba libre tapaba su boca. Daril trataba de patearlo y safarse de su agarre pero fue imposible.

Una vez que estuvieron más alejados de todos, junto a su carro, lo acorralo. Charlie, Dianne y Jessie observaban desde lejos, confundidos.

—Tienes que escucharme —quitó la mano del rostro de Daril.

—No, tú escuchame... no quiero que te vuelvas a acercar a mi, no me busques. Ya estoy con alguien más y no tengo ningún interés en ti, ¿bien? —Chris no dijo nada, sus ojos se empezaron a poner llorosos— y si te vuelves a acercar a mi... les diré a los padres de Félix que te aprovechaste de mí aquella vez.

Chris se sorprendió, Daril no podía ser tan malo como para hacer tal cosa.

—Quiero una segunda oportunidad, sólo eso —bajó la mirada, al tiempo que se alejaba de Daril— cometí un error y lo acepto...

—No te vuelvas a acercar a mi —contestó frío y sin más se fue de ahí.

Ni siquiera volteo para mirarlo una última vez.

Apostando el DestinoWhere stories live. Discover now