¿Cómo ocurrió?

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Agarrense porque ya se viene lo shido y con eso, la conclusión de esta novela.💔

Cam aparcó el auto al frente de la casa de su hermana.

—¿Me dirás qué ocurre contigo?—preguntó Cameron, notablemente molesto.

—Fui una irresponsable.—admitió.

—¿Por...?—

—Lamento no haber podido ir al funeral de mamá...—su voz se quebró.—si tan sólo me hubiera puesto el maldito cinturón de seguridad nada de eso hubiera pasado y... habría podido despedirme de mamá...—sollozó.

—Es muy tarde para lamentarse.—le dijo. La joven sintió un dolor punzante en su pecho. Se supone que le debería de apoyar, no atacarla.

—Gracias—ironizó. Y comenzó a jugar con sus dedos nerviosamente.—¿Cómo está Shawn?—preguntó.

—A veces bien, otras va de mal en peor. Realmente necesitas volver.—murmuró. Ella asintió y bajó del auto, estaba por despedirse con la mano de su hermano pero él ya se había marchado. Suspiró triste, acababa de despertar y ya quería estar en coma otra vez. Había perdido ahora a su hermano, ya no le quedaba nada; salvo Shawn, él jamás la abandonaría.

Con un suspiro de tristeza entró a su casa, lo último que debía hacer era irse a dormir o descansar. Así que se dispuso a limpiar su casa, que fue demasiado fácil debido a que casi nunca estaba.

Cuando hubo finalizado todo se dió un baño, se vistió y se puso una de las muchas batas que tenía, tomó un par de monedas y tomó un transporte público. Extrañaría a su viejo auto, pronto ahorraría para comprarse otro.

Cruzó la calle con cuidado y entró al hospital.

Al verla muchos trabajadores le sonrieron y se alegraron de verla. Evadió a muchos dado a que sólo le importaba ver a ese castaño de hermosa sonrisa.

Entró la salón principal pero no lo vio, se dirigió al pasillo de las habitaciones pero no lo halló.

—Deberías de descansar.—dijo Cam a sus espaldas.

—Lo hice por dos meses, estoy bien. ¿En dónde está?—preguntó la joven.

—Abajo. Se ha comportado demasiado mal.—suspiró el moreno.—Golpeó a Aaron, intentó golpearme y dejó inconsciente a Matt.—le informó.

—Lo quiero en mi oficina—ordenó mientras caminaba de regreso por el pasillo.

—No le des prioridad—habló duro. Ella detuvo su caminar y miró a su hermano.

—Necesita sus terapias.—le dijo molesta.

—Oh, sí, sí. Terapias de sexo, ¿se las das a todos?—su sarcasmo era muy notable. ___ sintió estremecerse.

¿Le había dicho zorra?.

Se acercó con rapidez y le dió una fuerte bofetada a su hermano.

—¿Cómo te atreves?—cuestionó dolida.

—Desde que él llegó le das más prioridad. ¿A caso te has olvidado de los demás pacientes?. Es muy poco profesional.—escupió con furia.—Pero tranquila. Ahora mismo lo traigo y le das unas buenas terapias. Y tal vez a los demás también.—exclamó molesto, pasó a un lado de ella y chocó hombros.

La joven sintió sus ojos humedecerse. Oh, Cameron había sido tan cruel.

Entonces las palabras: "Poco profesional" formaron un eco en su cabeza.

Había mucha verdad detrás de esas palabras. Una cruda y cruel verdad.

En silencio caminó hacia su oficina, estando ahí, cayó en llanto. Eran tantas cosas. Lo del médico, su madre, su hermano y principalmente su trabajo.

___ era sinónimo de poco profesional.

¿Cómo había terminado tan enamorada de su paciente?

¿Cómo había llegado hasta ese extremo?

Nunca se había puesto a pensar en su trabajo, a pérdida de ello.

Era tan irresponsable. Y se culpaba a ella misma de ello, no a nadie más. No era culpa de Shawn, ni de Cameron, ni de algún trabajador ni siquiera del padre de Shawn.

Tocaron la puerta de la oficina y rápido se limpió las lágrimas.

—Adelante—intentó que su voz sonara normal.

Entonces por fin pudo apreciar al castaño que tanto había deseado por ver. Su corazón se aceleró al mismo tiempo que se detuvo.

El castaño susurró su nombre, rodeó el escrito, se puso sobre sus rodillas y la abrazó por la cadera.

—Te extrañé tanto, amor.—la última palabra hizo su mundo temblar, como siempre lo era cuando estaba con él. —¿Puedo preguntarte algo?—susurró sobre su vientre. Ella era incapaz de articular palabra alguna.—Nadie ama a un psicótico, ¿por qué tú sí lo haces?—el cuerpo de ambos se estremece.

—Yo... yo...—balbuceó.

Vamos, sólo di lo que tú corazón pide, le ordenó su subconsciente.

El amor llega de muchas maneras, Shawn. Muchas extrañas, otras felices o incluso algunas tristes. Para mí, llegó por algo que me apasiona; mi trabajo.—dijo finalmente mientras acariciaba su sedoso cabello.

Entonces... creo que a mí me llegó de una manera trágica. Mis intentos de suicidio y posteriormente mi maldita enfermedad. Pero todo ha cambiado ahora, estoy feliz. No me imagino ni un sólo segundo sin ti. Eres mi luz, eres el pulso en mis venas, eres la luna que me sigue a diario, eres es amor que tanto esperé y añoré.—murmuró apretándose más a ella.

Un suspiro se escapó de su alma. Finalmente me sentía completa.

En su vida vivió desamores y amores incorrectos, al igual que Shawn.

Pero por fin se habían encontrado.

Se daba por vencida, no sabía cómo esto había ocurrido.

Por un lado estaba más feliz que nunca en su vida, pero por otro no...

Admito que me está dando miedo...

-Val🌈

Psicótico|Shawn Mendes©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora