34

43 4 0
                                    

-¡Genial! Acompáñeme por aquí -dice guiándote hasta una sala que parece un baño-. Es mi sala especial de masajes. Normalmente cobro unas monedas, pero ya he visto que no tiene...

Estos seres del bosque son demasiado listos. Observas que saca del saco tu manta agujereada y la unta con un aceite.

Aceptas encantadísimo el masaje que te ofrece. Al fin y al cabo, estabas increíblemente cansado y exhausto. Notas cómo tus músculos vuelven a relajarse, las magulladuras y moratones van desapareciendo con el aceite especial que te echa por el cuerpo. Es un buen masajista. Poco a poco vas recuperando todas tus energías y te encuentras radiante. Te cubre las heridas con una pasta de hojas curativas. Has conseguido 25/25 puntos de salud. 

Te encuentras totalmente relajado, y se lo agradeces gustosamente. Tal vez te trata así de bien por ser un velador de los Guardia Celeste. Tenéis muy buena fama.

Una vez repuesto, volvéis al salón principal y te acomodas en el sofá relleno de hojas. El mestizo va a hacer la comida con unas bayas, frutos naranjas como los que te encontraste al principio del bosque, y alguna hierba más. Mientras tanto, le cuentas al duende todo lo que te ha pasado hasta ahora.

-Quizá sus atacantes fueran esbirros de los goljs, últimamente han estado merodeando demasiado por aquí...

-Necesito llegar a la ciudadela pronto. ¿Conoces el camino? -le preguntas.

-Por supuesto, no va en mala dirección. Debe continuar al noreste de mi casa, allí topará con un río el cual lo cruza un puente de madera. No está demasiado lejos. Una vez allí, debe seguir el sendero, un cartel le señalizará la dirección exacta.

Asientes intentando recordar la información.

-¿Sabe? Creo que usted va a necesitar algún arma si quiere llegar vivo a la ciudadela.

Observas cómo saca un mortero y comienza a machacar la mezcla.

-Tengo alguna que otra hacha, podría dársela -te ofrece-. Aunque a cambio, si lleva algún arma... Me gustaría quedármela.

Aceptas el hacha. ¿Qué mejor que eso para protegerte de los peligros? Ahora sí que podrás andar más tranquilo a través del bosque. Lo ves dirigirse hacia un mueble y sacar un hacha, te la entrega y, con una sonrisa de gratitud, la guardas en tu cinto (Armas: hacha).

Continúa en pág. 35.

-Borrador-Where stories live. Discover now