30

11 2 0
                                    

-Bien, muchas gracias, eres muy amable -le dices finalmente.

-De nada, señor. Su ropa está sucia y tiene heridas por todo el cuerpo. Será mejor que le lleve dentro.

Dicho esto, el duendecillo humano te lleva hasta la puerta, que mide un metro y medio, y te invita a pasar mientras tú agachas la cabeza un poco. Valoras su hospitalidad. Las criaturas del bosque suelen ser bondadosas.

Continúa en pág. 32.

-Borrador-Where stories live. Discover now