28

18 2 0
                                    

La observas atentamente desde donde estás; un par de palas y hachas descansan con el mango apoyado en la fachada. ¿Es un leñador? ¿O son malhechores? Será mejor que no te arriesgues y pases desapercibido. No quieres tentar a la suerte, nunca es buena idea.

Das un pequeño rodeo a la cabaña y te dispones a irte. Pero algo te lo está impidiendo, ¡una mano te ha sujetado de la manga de la camisa! Te giras al instante rápidamente.

-¡Hola, señor! -te saluda un hombrecillo verdoso, con cara de susto por tu reacción-. Lo siento, no pretendía asustarle...

No logras adivinar de qué raza es, probablemente sea un mestizo entre humano y duende, o algo parecido. Vuelve a cogerte del brazo y te mira, cauteloso.

-Es usted de la Guardia Celeste, ¿cierto? ¿Parece cansado, quiere pasar? -te ofrece amablemente.

<<Gracias, pero tengo mucha prisa por llegar a la ciudad>>, respondes; no te fías demasiado. Ve a parte 29

<<No me vendría mal descansar un poco>>, contestas. Ve a parte 30

-Borrador-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora