31.

3.3K 165 38
                                    

Anahí se sentó a mi lado observando el celular sonar insistentemente. Mi curiosidad por el motivo de su llanto de hacía un momento se intensificó cuando la vi levantarse para tomar el aparato, colgar la llamada y seguidamente apagar el móvil. Se quedó parada en el sitio un momento más, dudando de que hacer una vez la pasión entre ambos menguó. Y de mientras yo sintiéndome de lo peor por aprovecharme de su vulnerabilidad. Entre mis dudas si acercarme o no, Anahí salió al balcón y sin dudarlo la seguí.

Se apoyaba en la barandilla con la cara hundida en sus manos, sollozando de nuevo. Sin pensarlo más me acerqué a ella y suavemente la rodee con mis brazos provocando más llanto en ella.

—Any.. —susurré, ella giró en mis brazos abrazándose a mi— dime que está pasando.

—No quiero hablar de eso. No ahorita... Por favor.

—No quiero verte así, pequeña —me separé un poco y le alcé la barbilla para que me mirara— odio verte llorar.

—Entonces —alzó su mirada apoyando sus pequeñas manos en mi pecho— hazme olvidar, Poncho. Quiero olvidarme de todo. Quiero que solo existamos tú y yo.

No pude resistir ¿y como hacerlo? ¿Como resistirse a esa mujer que me estaba volviendo cada día más loco? Esa mujer que por más años que pasaran seguía siendo mi maldita debilidad. Esa mujer rota y tan fuerte a la vez, con el poder en sus ojos de transportarme años atrás, sin poderlo evitar. Eclipsando nuestro al rededor.

*Flashback*

Giré sobre mi cuerpo en la cama, trayendola conmigo para abrazarme a su cuerpo desnudo mientras nuestras respiraciones se normalizaban. Acaricié su espalda de arriba a abajo mientras ella repartía besos en mi hombro.

—Me traes a tus pies ¿ya te ha quedado claro?

Anahí alzó su rostro evidenciando una sonrisa.

No tanto.. Quizá con un poco de besos más me quede bien claro.

—Podría darte tantos como quisieras, a toda hora y en todo lugar.

Borró su sonrisa y maldije por dentro. «De nuevo Poncho con eso» seguro habrá pensado. No podía contenerlo ¡era lo que más quería!

—¿De nuevo con eso? —repitió mis pensamientos— Amor, sabes lo que pienso.

—Al diablo con eso Any. Quiero formalizar contigo. Quiero abrazarte en plena calle si me da la gana, besarte si nos piden una foto, tomar tu mano para protegerte en los aeropuertos. Caray, ya llevamos varios meses en esto, bebé —le expresé con toda la ternura que podía, pero no podía ocultar un deje de amargura.

—Chiquito, estamos bien así ¿no crees? —repasó mis labios con sus dedos— ¿Sabes cuantas relaciones se han roto por culpa de la prensa y habladurías? Además, Dulce...

—Muchas han sobrevivido, Anahí —la interrumpí— Y por Dulce deja de preocuparte, ella lo tiene claro.

—Alfonso, joder! Me siento muy bien contigo así como estamos. No quiero dañar lo nuestro. No te imaginas lo importante que eres para mi. Eres mi amor —besó mi cuello— y mi mejor amigo.

Nuevamente con un par de palabritas y ahí me tenía haciendo lo que ella quisiera. Nuestra relación era demasiado libre para mi gusto. Yo, un hombre tan comprometido, de repente jugando a los amigos con derecho con el amor de mi vida ¿Pero que más mierda podría hacer? Quizá hacerla tan feliz hasta que no tuviera suficiente de mi, y quisiera más.

Siempre Serás Tú. Where stories live. Discover now