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Agnes y Ethan no se entendieron más y fue allí, donde ambos decidieron tomar caminos distintos. Papá...que raro me suena llamar así a ese señor, no lo veo desde que tenía ocho. Se marchó y hasta hace poco (Esta mañana) vine a saber que quiere verme.

Digamos que entre Kevin y yo, soy el más testarudo. No hay que mentir que papá siempre se entenderá más con Kevin....además de que Kevin lo perdonó más fácil.

Por mi parte, aún sigo dolido. No me afectó a mi directamente, sino de todo lo que fui testigo, de como el trataba a mamá, casi como una misma basura.... el se largo por irse tras una modelo francesa llamada Simone.

La perra francesa.

Así escuché que una vez mamá la llamó.

Por todo ese montón de problemas, por eso es que resumo que mamá no quiere lo mismo, ni para mi, ni para Kevin.

Comprendo y muy bien.

— Norman, también esta el tema de que tu padre te quiere ver — repitió mamá.

Revoleo los ojos.

— ¿De nuevo mamá? No quiero.

— Ethan es tu padre quieras o no y esta en todo el derecho de verte si así se le da la gana. Creeme que no me agrada la idea de obligarte.... — mamá se llevó una mano a la boca y pareció ahogar un sollozo.

Porque me parece que hay algo más detras de todo esto.

— Mamá — llamé su atención y llegué hasta ponerme de rodillas frente a ella.

Mamá es una mujer fuerte, casi nunca la he visto llorar. Independiente, graciosa e inteligente

— ¿Que es lo que sucede? Y quiero la verdad.

— Tu padre... está peleando por tu custodia. Te quiere llevar con él a París para que vivas con el y termines tus estudios allá.

¿Que mierda? Debe estar de broma.

No puede hacer eso.

— No puede hacer eso mamá — respondí un tanto escandalizado

— Eres menor de edad aún, Norman.... pero, mirale el lado bueno...con el, irías a una muy buena universidad allá...

— Lo mismo que podría hacer yo aquí ganándome una beca para Harvard. Mamá, no quiero irme.

— Cariño — pasó una mano por mi mejilla — De ahora en adelante es lo que diga el juez, y pase lo que pase, quiero que seas fuerte ¿si? No me agrada la idea de que se lleven a uno de mis hijos, a los dos los amo demasiado, son mi vida.

— No se lo permitas mamá...

— Lo siento cariño. No puedo hacer nada. Estoy también luchando para ver quien gana esto. Haz fuerza por mi ¿Quieres?

Asentí.

No se podía poner mejor toda esta mierda.

(....)

— No lo puedo creer — dijo Troya mientras me miró como si no creyese todo lo que acabo de decir — Te vas a ir a la mismísima mierda, no te vas a graduar con nosotros....

— Aún no es seguro — recordé ese detalle.

Desde el día de ayer, esa condenada idea no sale de mi cabeza. Yo, irme lejos y dejar todos mis planes tirados, todo lo había planeado aquí...si me fuera, todo quedaría hecho nada.

Mi mirada viaja a Jo, la cual se toca una pequeña cura que tiene en el la vena de su brazo derecho.

— ¿Te sacaste una muestra de sangre? — pregunté.

La rubia levantó una mirada y asintió.

— Me fue igual, estoy jodida, me hubiera quedado con lo del test.

Ah si, todos tres sabemos lo de Jo, todos, menos el mismísimo Julián que esta más raro de lo normal.

— No se si felicitarte o darte un "lo siento mucho" — dijo Troya dirigiéndose a Jo.

— Descuida, ya no me puede ir peor..creo — contestó Jo.

— No tientes al destino Jo, eso de "ya no puede ir peor" es como echarte una maldición encima. Te lo digo por experiencia — anuncié y Jo asintió.

Es hasta extraño, extraño el hecho de que Julián ni siquiera se haya aparecido por aquí, ni siquiera lo he visto. Darkar hace poco llegó y nos anunció que Julián si ha  venido hoy, lo vio en clase de cálculo sentado en las partes traseras con la capucha de su sudadera encima

— ¿Tu tía aún no sabe nada, Jo? — preguntó Troya.

Jo negó con la cabeza.

— Si lo sabe, de seguro que me hecha de casa. Sería como una burla al apellido por parte de mamá.

— Bueno, pues dar vida no esta mal — mencionó Darkar — Así que... — movió su mano con rapidez y tocó el vientre de Jo. Esta de inmediato lo mira con cara de "WTF" — ¡¿Quién es el bebé del tío Darkar?!

— ¡Shhhh! — decimos todos a la vez.

Ah, para imprudentes está Darkar Blunt. No más le hubieran dado un altavoz para que enteren a toda las personas de la cafetería.

— ¿Hay lugar? — preguntó una voz tan conocida para nosotros.

Todos giramos la vista, incluida Jo, quien abrió los ojos con sorpresa.

Julián estaba de pie y se notaba un tanto más ojeroso de lo normal.

— Claro. Toma asiento — contestó Darkar sin ninguna expresión.

¿Es normal que ahora que lo veo quiero romperle la cara? 

Proyecto: En busca de la chica ideal  #BrightAwards2017Kde žijí příběhy. Začni objevovat