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Mi teléfono empezó a sonar, un poco extrañado lo tomé de sobre la encimera y note en la pantalla un número desconocido.

Opción #1: Un equivocado

Opción #2: Mamá llama desde el teléfono de alguna otra compañera del centro de desarrollo infantil.

Contesté la llamada, ya que.

— ¿Diga?

— ¿Norman? — escuché una voz femenina.

Con él.

— Soy yo, Courtney, verás, estoy algo perdida en la búsqueda de tu casa.

— Ah si... ¿Más o menos por donde estas?

— Ahora mismo... frente a un pequeño supermercado...

— Creo saber donde estas, no te muevas de allí.

Dicho esto, colgué. Ah si, que ella no llegue a pensar que se me ha olvidado así no más el detallito de cambio de ánimo en la prepa.

Tomé las llaves de casa y movi un poco el cabello con mi mano mientras me veo en un espejo decorativo.

Vaya mierda, como si tuviera algún tipo de arreglo.

Salí de casa y sentí el viento de la tarde golpear contra mi cara. Como si fuera extraño.

Si mis cálculos no me fallan, Courtney esta a sólo tres cuadras de mi casa. No muy lejos claramente.

Caminé con tranquilidad sobre la acera, pasando incluso frente a la casa de los vecinos que me odian (por el incidente del perro, claro)

Cuando estoy llegando al supermercado, miré para todos lados. Claramente en busca de alguna chica de cabello corto y vestida casi toda de negro. Frente al lugar sólo veo una anciana y una chica de overol azul claro, blusa de mangas largas de arcoiris, sandalias y cabello corto... ¿Que?

Esta tenía su mirada clavada en su teléfono y como si fuera obra del destino, levanta la vista para clavarla en ni. Sonríe y levanta una mano.

¿Esa es Courtney?

¿Donde rayos esta la matona de la preparatoria? Si, esa chica de ropas oscuras y botas de medio tacón.

Rápidamente ella camino y se acercó hasta donde estoy parado, como un idiota con las manos dentro de los bolsillos de mi sudadera gris con la cara de Totoro.... ¡Que mierda!

¿Como rayos no note que llevaba esta condenada sudadera?

Demonios...

Ahora si parecere uno de esos niñatos fanaticos de todo lo producido en Japón.

Courtney se coloco frente a mi y sonrió, dejando ver una hilera de dientes perfectos.

— Hola Norman ¿Que tal? Gracias por venir, estaba un poco perdida la verdad — dijo ella y luego baja su mirada hasta mi sudadera — Linda sudadera, no tenía ni idea de que te gustara Totoro.

— Hola. ..¿Vamos?

— Claro

Courtney y yo caminamos llevando rumbo hasta mi casa en silencio, bueno, aún no se me pasa lo de su cambio de humor tan repentino. El plan es, ir a casa, explicarle lo que necesita saber y ya.

— Norman — llamó Courtney mi atención — Lamento lo de bueno, ya sabes, en el salón.

— ¿Por que?

Courtney suspiró.

— Digamos que algunas personas no son tan fuertes como otras, Norman. — respondió bajando la mirada.

Junté las cejas.

— ¿A que te refieres con ello?

Courtney negó con la cabeza.

— Nada.

Llegamos a casa y todo esta en completo silencio.

— ¿El imbécil de tu hermano no esta? — preguntó Courtney.

— No, ni siquiera se donde rayos está — respondí un tanto extrañado.

Pensé que preguntaría por él de manera más cariñosa, justo como lo hizo Minnie Faifer.

Ah sí, Courtney no es la primer chica a que le sirvo de tutor. Minnie es una chica bastante inteligente a pesar de hacerse la plástica frente a todo mundo, incluso me resultó grata su presencia y su estilo de humor. Era o es nada más y nada menos que una de las dos que andan a la par de Tarah Miller.

"¡Ja! Si Tarah me viera aquí en estos momentos contigo, viendo las crónicas de Narnia y comiendo frituras ¡Me mata!"

En fin, fue bueno mientras duró, ya que luego llegó Kevin y fin de la historia de una posible amistad bajo cuerda.

— Toma asiento donde gustes — dije sin mirar a Courtney — Ya vuelvo, iré por algunas cosas que tal vez necesitaré para explicar.

Me di la vuelta y subí las escaleras llevando rumbo a mi habitación. Lo bueno de todo esté asunto, es que tengo las cosas listas desde hace mucho rato.

Por un momento hice que mi mirada viajara por mi ventana. Justo va dar a la habitación de Jo. Ella esta allí, caminando de un lado a otro con el teléfono pegado al oído, luego lo retira y mira con desesperación. En sus labios se puede leer un "Contesta, por favor"

Pobre.

Tomé las cosas que necesito y salí de mi habitación cerrando la puerta detrás de mi. Es raro que no haya visto a Neddi hasta ahora.

Bajé las escaleras y al llegar, me encontré con Courtney de espaldas, curioseando los portaretratos que mamá a cada rato se molesta en desempolvar.

Carraspeo para llamar su atención. Courtney se gira para mirarme.

— Bonitas fotografías, eras muy lindo de niño — mencionó sonriendo — Eras lindo...ahora eres más... ¿Como decirlo sin que suene vulgar?

— Creo que ya entendí tu punto — revoleo los ojos — Soy feo.

— ¡No! No es eso. Bien, como dicen entonces en el bar, te ves completamente comestible.

Dicho esto, Cortney tomó asiento mientras seguramente yo tengo cara de "WTF"

— ¿Vez? Intente no sobra vulgar y justamente has de creer que soy una sucia — dijo nuevamente Courtney.

— No, tampoco hasta allá. Es sólo que no me lo creo. El bonito siempre es Kevin — admiti.

— Basura. Tu estúpido hermano es un idiota y para mi no se me hace ni apetecible.

Tomé asiento a un lado de Courtney y coloque todo lo que traigo en las manos sobre la mesa de centro.

— Bueno, empecemos con cálculo ¿Que tema no entiendes?

Courtney hace una mueca y mira hacia otro lado.

Oh, eso no es una buena señal.

— Espero no me vayas a matar, pero no entiendo nada. Ni siquiera se cuáles son los temas. Mira, te seré sincera, los números y yo no nos llevamos. Ah — tomó mi libreta de apuntes y la observó — Hay una gran falta de acentos en muchas palabras.

— Ya veo. No eres de números pero si de letras — Courtney asintió.

— ¿De la clase quien crees que es la mayor nota en literatura?

— La verdad nunca me fijó en ello. Como bien, soy más de los números. El de la ortografía es Troya.... espera un momento — miré fijamente a Courtney. 

Proyecto: En busca de la chica ideal  #BrightAwards2017Where stories live. Discover now